The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

lunes, 2 de marzo de 2015

Capítulo 43 - *Sobre verdades, tiempo y espacio*

43





10 de Junio de 1967, Londres. 


-Y cuéntame, Alice, ¿puedo llamarte así, no?

-Claro, porqué no- Responde la joven sonriendo. Acomoda una pierna sobre otra. 

Un público sediento de cada expresión, de cada palabra que se le escapara de manera inoportuna. Pues era una oportunidad de plasmar información, y venderla por una buena cantidad de dinero. El presentador del programa era un hombre conocido, tenía cierto status dentro de la televisión inglesa, y tenía las agallas suficientes para exprimir a esa joven novata frente a las cámaras; Una chica que al parecer no era muy letrada, y estaba ahí por obra y gracia de Dios. 

-Cuéntanos, ¿Cómo se siente ser la chica que toda adolescente moriría ser? 

Soltó una risa pequeña mezclada con nervios -Bueno, no creo que eso sea cierto... no creo que toda adolescente quiera estar en mis pantalones...- Se miró los haraposos Jeans a la cintura,  los cuales tenían un bonito tajo en la pierna derecha, he hizo un gesto de resignación. -Es decir, no son muy pintosos- ¿Quién pensaría que justamente sería la moda años adelante?

El público rió ante la broma. Mientras el presentador interrumpió a la torpe chica, pensando "esto no venderá si seguimos así". 

Se incertaban en un programa de tipo Late, que se transmitía por las noches todos los sabados. El estudio poseía dos sillones, ladeados frente a frente, con un público de manera que no dieran la espalda. Tras los sillones había una gran fotografía con un Londres exageradamente iluminado. 

Las luces de las camaras y los demás artefactos de iluminación, mareaban un poco a la chica, y no lograba divisar ninguna cara en el público. 

-Sí, pero Alice- Realza una sonrisa medio fingida y prosigue -Sabemos que mantienes una relación secreta, ya no tan secreta con John Lennon. Que están viviendo juntos en Kenwood con su pequeño hijo Julian. ¿Que tan cierto es todo esto?

"Dios, tienen ojos hasta en los arboles" pensó. Meditó un poco, bebió un sorbo de agua, y habló. 

-Bueno, no en verdad no es tan así. Sí, mantenemos una relación con John, pero en ningún momento hemos vivido juntos, ni mucho menos con Julian, él vive con su familia en Liverpool...-

-¿Qué dices, su familia en Liverpool?- De tanto exprimirla, en ese momento pareció que al fin estaba botando la jugosa información que tenía entre sus manos. Los dueños del programa seguro se frotaban las manos, viendo como subía el rating de la programación. 

La joven sintió meter la pata, pero ya era demasiado tarde. -Sí, los abuelos del niño. Él siempre ha estado al cuidado de ellos, desde que murió la madre de Julian...- "MURIO LA MADRE DE JULIAN LENNON" ya les había dado un estupendo titular para mañana.



-0-


Mientras, en la otra punta de Londres. En la casa de Kenwood, en la sala de televisión.

-¿¡La estás viendo!? demonios Sadie, ¡le dije! le dije que no fuera a esa cosa, ¡está destapando la olla! la manipula como quiere.

John se tomó la cabeza con ambas manos frente al televisor, volviéndose loco. 

-Tranquilo, Alice no es tonta como para hablar algo que nos pueda perjudicar- Dice Paul tratando de suavizarlo. 

-¡¿Pero la estás viendo?! ese idiota, ¡voy a hacer que lo despidan ahora mismo y que no puedan ver su cara en ningún canal porque su expediente estará tan manchado que terminará viviendo en la puta calle! 


Paul tragó saliva, y se incorporó en su asiento. Ya le habían arruinado su noche de paz, y soltó un bufido. Al cual John respondió con una mirada de mil demonios. 

Paul levantó ambas manos. -Yo no hice nada sigue en lo tuyo viejo. 


-0-


-Osea que la madre murió. ¿Podrías hablarnos de eso? pues teníamos entendido que era una joven de Liverpool, con la que John aún mantenía cierta relación, ¿significa que eres una especie de joven amante? digo, con mucho respeto. Es lo que en la prensa circulaba.

-¡No!- soltó Alice. Le tocaron un punto débil, y la verdad es que estaba comenzando a perder la calma. -Para nada, Cynthia falleció hace unos cuatro años, en el momento que Julian nació. Es imposible que John mantenga relación con ella. 

-¿De qué año hablamos, Alice?

-De 1963, el año que el niño nació. 


-0-

Apagó la televisión, y dejó al otro chico anonadado. 

-¡Hey! 

-Esto no puede seguir así...- John caminó hacia la puerta, poniéndose su chaqueta de cuero negro, y tomando el casco. 

-¡A donde rayos vas! son las diez de la noche...- Dijo Paul -Mañana tenemos que dar una rueda sobre el álbum, es lo último que te pidieron John, hay que cumplir. 

-¡Me importa un carajo! mañana voy a tener que hablar sobre todo lo que Alice esta escupiendo hoy, y si lo puedo evitar no perderé oportunidad.

John estaba apoyado sobre la puerta.

Paul se quedó observándolo, esperando que se fuera como "perro loco des-enjaulado". Pero no salía nunca. Y tenía la mirada puesta sobre él. De repente soltó. 

-¡¿Vienes o no?!

-Oh, claro... claro perdón- Paul se levantó rápidamente y tomó su chaqueta. John echaba humos por la cabeza y negaba con la misma. 

Tomaron su cascos, y los aseguraron. -¿Puedo abrazarte Johnny?- bromeó.

-Abrázate McCartney porque en 5 minutos estoy en esa mierda.

Aceleró el motor, haciéndolo rugir.

El joven McCartney se abrazó a la motocicleta, mientras John manejaba a toda velocidad hacia el estudio de televisión. Y así fueron al rescate de la torpe chica, quien estaba escandalizando a toda la prensa, y por ende a los fans. 

Arribaron rápidamente y dejaron la motocicleta en cualquier parte. John caminó rápidamente hasta la puerta de entrada principal, ignorando cualquier cosa que se interponga en su camino. 

En la gran puerta para público, había un hombre gigante, podía medir unos dos metros, y los músicos se veían enanos a su lado aunque se pusieran tacones. Estando
en frente del hombre, con los cascos puestos aún, John musitó. 

-Necesito entrar a ese estudio urgente- exigió como el rockstar que es. 

Por supuesto, el gorila ni siquiera se inmutó, lo miró con una sensación de superioridad, casi soltando una risa, pero era tan asquerosamente agrio e inmutable, que solamente sus ojos produjeron esa expresión. -Creo que no nos estamos entiendo, mi gran amigo.

Inquirió Paul con su habilidad social innata. Soltó una risa amigable, y se quitó el casco de inmediato. -Bueno, soy Paul, él es John...- El gorila encarnó una ceja, mientras Lennon capta la idea y deja al descubierto su identidad. -Adentro del estudio entrevistan a...- El guardia se acercaba cada vez mas a Paul, intimidando con su propia fisiología, su gran porte y espalda, y su cara de matón. Macca soltó una risa. -Si... viejo... a mi, digo, a la novia de John. Nosotros queríamos saber si podríamos...- el hombre ya estaba sobre la cabeza de Paul -¿entrar...?  

No se inmutó.

-¡Escucha grandulón, si no me dejas entrar para sacar a mi novia de ese sucio lugar de ratas, igual que tú, voy a hacer que te despidan a ti, y a todo el personal de este puto canal!- Empujó John con todas sus fuerzas al gorila, impresionante mente haciéndolo retroceder unos cuantos pasos. 

McCartney temió por su vida. 

Pero entonces, una suave voz desde la otra esquina del teatro, les grita algo casi inaudible. -¡John, Paul!... por aquí-

-¿Rachel?- preguntó el miope sin ver ninguna cosa, ya que andaba sin gafas. La joven estaba asomada a la vuelta, detrás de una pared, por un callejón oscuro. La caracterizaba su cabello tan lacio y rubio. 

-Sí, ven- Paul lo tomó fuertemente del brazo y lo atrajo corriendo hasta donde les indicaba la chica. Habían dos razones por la cual corrían. Porque el gorila se estaba aburriendo de esos simpáticos chiquillos ingleses con acento de Liverpool, o porque John iba a hacer que troya ardiera. Cuando llegaron, encontraron a Rachel en una especie de puerta trasera para el personal. 

-¿Qué rayos hacen aquí? se supone que Alice es la invitada, ¡no ustedes!- Preguntó enojada una vez que los chicos entraron al estudio. 

-Ahora no señora Starr- Explicó Paul disculpándose por la reacción de John. Caminando rápidamente hasta su destino. -¿Y qué haces aquí, porqué no la estás viendo?

-Me colé también.

Paul guardó una risa. -Así son las Americanas, siempre tan...- 

-Shh... vengan por aquí..- les indicó la rubia, asomándose por una puerta. Lograban divisar el público desde atrás, y un pasillo por donde se podía subir al escenario. 

-¡JOHN!- advierte la chica..

El joven rebelde se les escapó de las manos.



-0-


-¿Cómo es tu relación con la ex periodista francesa de Le Monde, Amelie Beaumont, la novia de Paul? ¿Se llevan bien como las chicas novias de los beatles? tienen un muy codiciado título- Decía el tipo haciéndose el simpático. 

-Oh, sí bastante bien. Estamos compartiendo piso hace unos meses, y somos grandes amigas desde hace unos dos años. El mismo periodo en que conocí a los chicos.

-Eso es bastante bueno. Pero bien, ahora hablemos de música. Venus, tu banda. cuéntanos sobre el álbum que estás grabando, sabemos que están grabando bajo Apple Corps, la compañía de The Beatles, en los estudios Abbey Road. ¿Para cuando tienen pensado lanzarlo?

-Oh, sí. Estamos aún trabajando mucho en aquello. Tenemos varias canciones, y la verdad es que Paul ha sido de gran ayuda, pues siempre trabaja junto a nosotras en el estudio. De vez en cuando George Martin también trabaja con nosotras, solo por cortesía claro, ya que aún no podemos conseguir un productor. 

-Me alegro mucho. Esperamos escuchar esas canciones de Venus, entonces. Hablando de álbumes, ya has escuchado el Sgt. Pepper's me imagino- El público aplaude de inmediato. La chica sonríe hacia las cámaras. 

-Por supuesto...-

John estaba parado detrás del escenario por el lado izquierdo, de espaldas al presentador. Alice se puso completamente pálida al ver la expresión de enojo en su rostro, y la mirada fija en el presentador. A su lado, a unos metros se encontraba Paul, con cara de preocupación. Le hizo un gesto a Alice, de complejo, y luego ella pensó en que hacer para detener la situación. 

No fue necesario actuar de ninguna manera, ya que John comenzó a caminar al escenario del programa, pretendiendo sacar a la chica de allí. Pero por supuesto, todos saben que interrumpir un programa de televisión en vivo no es tan fácil como eso. 

Lo tomaron entre varios guardias, mientras al presentador le envían un mensaje por interno.

-Entonces, a vuelta de comerciales, hablaremos del álbum Sgt. Pepper's hearts club band, y mucho más. Estamos de vuelta en cinco minutos con dos segundos. 

Se corta la señal, se apagan las cámaras, y sueltan a John. 

Se acerca peligrosamente al presentador, y comienza a escupir palabras. -¿Donde te enseñaron a entrevistar a la gente, deben pagarte bien eh? ¿quieren dejarme en el suelo verdad, aprovecharse de ella? no lo voy a permitir maldita sea, acabo tu programa. Y despídete de tu trabajo, dalo por hecho. Haré lo imposible-

El público comenzó a aplaudir instantáneamente. Y John palideció, volteándose lentamente hacía la audiencia que aplaudía emocionada la aparición del beatle, que de seguro no esperaban en absoluto. Nadie lo esperaba. 

-John ¿qué estás haciendo?

-¿Por qué viniste? te dije que no ibas a saber llevarlo Alice, no me haces caso cuando te digo que yo sé más que tu sobre esto, te crees tan inteligente y astuta, pero no sabes en que te estás metiendo...-

-John, deja de hablarme así, tú no tienes idea de nada, nunca sabes nada. Yo terminaré este programa, y te doy cinco segundos para que desaparezcas de mi vista. No dejaré que lo arruines.

Musita la chica de manera que solo él pueda oír. El presentador abre los ojos, exagerando la expresión. -¿todo bien?

-Sí, no hay problema. 

-Volvemos en 3 minutos. 

Caminó hasta una mesita con agua, y una silla donde de inmediato se acercaron unas chicas con brochas de maquillaje para retocar el brillo.

Luego de unos minutos de larga tensión, en donde ambos no se dirigieron ni la palabra ni la mirada, se volvieron a encender las luces, y a tomar posición de escena. El público estaba completamente escandalizado con la intervención del músico, se escuchaba un gran bullició.

John miraba de brazos cruzados desde una esquina, y a su lado estaban la rubia y el bajista sin saber que hacer para suavizar la situación. 

Alice inhalaba.

Exhalaba.

Inhalaba. Tres, dos, uno.

-Ya estamos de vuelta, gracias por seguir en sintonía con su programación favorita. Estamos con Alice Murray, la nueva joven promesa musical, novia del beatle Lennon y musa de variadas canciones del renombrado grupo. Alice... cuentanos...-

Un gran vacío sintió en el pecho.


-0-


-Yo llamaré a Mark. Le pagaré extra unos pesos, jamás se molesta- Inquirió McCartney amablemente. -Puedo llevar a las chicas a casa.

-Yo me llevo a Alice.

Dictó John, tomando a la chica de la mano, en dirección a la moto. -¿Me preguntaste acaso?- Habló ella.

-No, pero aceptarías igual, sabes que hay que hablar. 

Rachel rodó los ojos y se cruzó de brazos. -¿Es enserio? 

Le producía indigestión la actitud de Alice frente a Lennon. Pasaban los meses, y seguía sin entender como esa relación podía resultar, y la manera en que ambos se adaptaban.

-Tiene razón...- Responde Alice bajando el perfil. 

-Le harás caso... okay... no sé que me cae peor, si este imbécil, o lo estúpida que resultas. Paul, puedo llamar un taxi, no te hagas problemas. 

-Oh, no, es que verás, también me quedé sin locomoción...- Miró la situación de la parejita con expresión divertida.

-Oh... entiendo. Gracias entonces. 

-Adiós, nos vemos en casa...- Pronunció Alice como despedida.

La rubia quitó la mirada sin decir nada. 

-Te veo- musitó Paul.

-Te veo- respondió la chica sin que John se percatara. 

La relación de amistad entre ellos resultaba casi imposible, pues bajo la mirada de Mr. Lennon no existía la relación de amigos entre un hombre y una mujer. Menos sabiendo que su mejor amigo, era el ex novio de su chica. 




-0-


Llegaron primero a casa. Pues cuando el miope aceleraba los motores de las motocicleta, alcanzaba 160 km por hora. 

El departamento, lleno de desorden y vasos rotos en el piso, expresaba frío y desolación en cuanto cruzabas la puerta. Sin embargo, el clima estaba cada vez mas templado, pues el invierno había acabado y comenzaba un soleado Junio. Y el mítico verano del 67' de cierta forma se pintaba con un montón de colores alegres y vestidos dedicados al contacto con la inmensidad de la madre tierra, del universo, de las estrellas. La unión del cuerpo con el alma del mundo. 

-¿Por qué? quiero que me digas solo eso, ¿en que te favorecía dar esa mierda de entrevista Sadie? te lo dije. Te estuve mirando, hicieron lo que quisieron contigo, maldición, no lo digo por que sea malo, es porque quiero cuidar de ti...

Cerraron la puerta de un portazo. Los vecinos ya estaban acostumbrados a esos escándalos de las tres jovencitas que vivían en el departamento 43.  

John tenía las manos sobre su cintura, y las mejillas rojas por la exaltación. El cabello castaño desordenado, pasó una mano por este, y luego se rascó la barbilla.
Ella responde molesta.

-Mira, era suuuper fácil... ¿te das cuenta de como eres? tan fácil como esa simple pregunta Lennon. Pero no.... el señor TENÍA que ir, tenía que dejarme en vergüenza, siempre actúa con sus instintos como un animalito ¿en qué pensabas? ir al estudio, ¿querías golpear al presentador acaso?

-¡Dejarte en verguenza! por favor, ese título se lo lleva otra persona, señorita ¿Ves que no entiendes? solo quiero que me digas, que respondas mi pregunta, me da rabia que no me hagas caso cuando sé que no hablo estupideces, como insinúas la mayoría del tiempo...

-Es difícil distinguir esos momentos...- Sonrieron a medias. 

Le sostuvo la mirada fijamente, y por consecuencia sus manos, apretándolas contra las suyas. Ella le devolvió la mirada, y suspiró. Sintiendo expulsar un gran peso de encima.

-John... es Tony.

Sintió como se abría una vieja herida en su pecho. La manera en que se quiebra una débil rama bajo una tormenta. Como cuando caminaba por los largos senderos de Strawberry Fields en otoño, y escuchaba las hojas crujir bajo sus pies. O quizás la manera en que se golpeaban las cabezas, y quebraban las botellas fuera el Kaiserkeller cuando la cosa se ponía fea. Y así todo se tornó coherente en su cabeza, tomaban sentido las acciones de su novia, a la cual la tenía en frente con una mirada tan taciturna, intentando transmitir lo que ocurría. 

-¿Lo dejaron embarazado allá en el ejercito acaso?

Como siempre, con su acidez a flor de piel. Pero como en otra ocasión en donde Alice se hubiese puesto a gritar como loca de furia, o quizás estallado en una risa, esta vez solo negó con la cabeza con los ojos llenos de tristeza, y con la mirada cabizbaja se sentó en su sofá favorito. 

-Sabía que... que no ibas a entender nada. Lo tienes todo, entonces lo demás te parece tan insignificante, pero para algunos no es así, para los que trabajamos duro de lunes a domingo- John encarna una ceja -Mira, necesitaba el dinero, solo eso te puedo decir- 

De su brasier, sacó un montón de billetes, amarrados con un elástico, y los dejó caer sobre la mesa de centro. 

-¿Dinero?... pero Sadie, que estupidez, no nos hace falta eso, por qué rayos no me cuentas- Bufó. 

Se sentó en el suelo frente a los jeans de la joven. 

-¿Me prometes que no enloquecerás?

Tragó saliva. 



-0-



El viejo departamento futurista y frío pasó a la historia, junto a los bellos y nostálgicos recuerdos de Casa Grande, con los cuatro beatles viviendo bajo el mismo techo. 

Cavendish Avenue. Allí existía un lugar tranquilo, con olor a libro nuevo impregnado en las paredes tapizadas y los típicos ventanales con bordes blancos ingleses. Podías escuchar desde temprano en la mañana big band de Benny Goodman, y sumergirte en toda su totalidad ingeniosa. Enamorarte con Françoise Hardy, mientras intentas pronunciar un frances prolijo, que solo la ama y señora de la casa puede pronunciar perfectamente, así que no trates de hacerlo por que ella reirá de ti. Incluso deleitarte con el mismo Bob Dylan, cuando necesites un poco de distracción, y un poco de buena hierba.

Pero Amelie estaba completamente aterrada. 

Miraba el programa en su televisor a color entre las suaves sabanas de la habitación de soltero de Paul. Y pensaba en como rayos Alice había tenido la osadía de ir a presentarse frente a ese montón de público, que si bien quería escucharla, también tenía un ejercito de mujeres y jovencitas que la odiaban por la relación que mantenía con el beatle rebelde. 

Seguramente tenía mas enemigos que amigos. Y ella no era peso menor, en absoluto. 

Descansaba en su pijama, mientras comía unos finos bombones de chocolate que su hermano le enviaba por encomienda desde Paris. Jean Pierre era pintor, unos cuantos años mayor que Amelie, y se dedicaba a retratar la vida de las personas, la manera en que el sol iluminaba ciertas partes de la casa a puntuales hora del día, y a escribirle cartas a su querida hermana.  

De repente, entre la soledad de la noche, escucha un ruido en la primera planta de la casa, y baja el volumen del televisor. Corre un escalofrío por su espalda, al desconocer de que se trataba. "Debe ser Paul" pensó. 

Salió a eso de las 7pm a lo de John, pero aún no llamaba ni avisaba absolutamente nada. Se estaba comenzando a asustar. 

Se puso la bata de su chico, y con temor se asomó mirando escalara abajo, encendiendo todas las luces del piso. Escuchó unos pasos rápidos que subían, la piel se le puso de gallina. 

Siente una masa peluda sobre su cuerpo, y una lengua lamiendo su mejilla.

-¡Marta! eres una mala chica, ¡no debes asustar a mamá!

La cachorra pastor ingles movía su cola de lado a lado demostrando felicidad.

Pero el hecho de que apareciera Marta dentro de la casa, y que no estuviese en el patio de la casa dentro de pequeña casita, significaba una sola cosa. Alguien la dejó entrar.
Entonces escucha como cierran la puerta principal. Aparece la silueta de Paul discretamente. 

-Ya vine, lo siento por la demora. 

-No te preocupes, ya te echábamos de menos, ¿verdad hija?- respondió ella con la cachorra en brazos. 

Se acercó a la escena, se quitó la chaqueta, y abrió un tanto la ventana. Pues el clima veraniego se acercaba a pasos agigantados. Acarició a Marta en la cabeza efusivamente, y esta comenzó a jugar con él, saltando y lamiendo sus manos. Luego, besó a la francesa dulcemente mientras se recostaban sobre las blancas sabanas. 







-0-

1 de Junio 1967, Londres


-Me encanta que a Ringo le guste el rosa- soltó Rachel divertida, mientras lavaba los platos. -Es mas, últimamente se ha comprado unos cuantos sweeters de ese color. ¿No soy genial? luego de mi actuación como nerd, me ama aún más. Podría vestirme como bailarina go-go y aún me amaría. Já. 

Alice soltó una risa, mientras tomaba los mismos, para secarlos y guardarlos meticulosamente en la repisa. -Veo que van bien.

Dentro de su cabeza pensaba en como se contradecía tantas veces, y podía odiar a John supuestamente por "ser un  beatle" y ella misma vivía amando al ojiazules. 

-Sí. Somos como el uno para el otro, siempre se lo digo. ¿pero sabes qué?

-¿Mhm?- responde Alice. 

-A veces es un poco frío, no demuestra todo lo que le pasa. Yo vivo diciéndole que lo quiero, haciéndole cariño y él no a mi. Juro que algún día me aburriré de eso. 

Soltó un suspiro. 

-Oh vamos, no seas tonta ni paranoica. Pasa que tú, risitos de oro, eres tan egocéntrica que necesitas que te alaben- Inquirió Alice divertida, saliendo de la cocina, guardando un último plato. 

Rachel la reprimió con la mirada. -Esa eres tú, mi estimada. John te trata mas que como princesa, como un bebé consentido. 

-Cada cual como puede, ¿no? además no merezco menos, al menos Ringo es un poco más, ¿cómo decirlo? ¿noinsoportablementedurodecabeza? eso. Es terrible- Su amiga suelta una risa.

-Uff, menos mal que te das cuenta. Hey, ¿vas al estudio hoy?

-Sí, pero no con las chicas. 

-Lo sé, lo digo por el lanzamiento del Sargento Pimienta, cabeza hueca. 

-Sí, ¿vayámonos juntas? 

-¡Ya! genial, pensé que te ibas a ir con el cuatro ojos y ya me estaba enojando- Inquiere la rubia tomando una bolsa de basura entre sus manos, y la amarrá firme. Abre la puerta para dejarla en el contenedor del pasillo. 

Alice se amarra el cabello, y estira los músculos, los brazos hacía arriba y alarga la espalda lo más que puede. Se sentía somnolienta, últimamente, entre los libros que vender y la fama cultivada, no quedaba bastante tiempo. Cuando de repente, nota que hay una persona parada en la puerta. Se endereza rápidamente, ajusta su bata al rededor de su cuerpo. 

-¿Hola?- asoma la cabeza. 

-¡Wait! oh yes wait a minute mr. Postman, wait a minute mr. Postman.

-Hola Patrick- respondió Alice al canto del cartero fastidiada. Era un hombre alto y delgado, con cara de cartero, lo tenía por oficio hace años. -¿Hay algo para mi?

-Sí, señorita Lennon. ¿Te gustó la canción? canto mejor que tu novio. 

Todo esto era posible ya que se encontró a John en una de esas casualidades de la vida, en una entrega de cartas. El joven le abrió la puerta aquella vez, y desde ese momento jamás dejó de molestar a Alice por el asunto. 

-Aquí tienes esta...- le pasó una carta con la cuentas que pagar - Wow, están muy largas esas duchas eh... esta...- una publicidad -Y... mira, ¿tienes algún familiar en el ejercito? tiene remitente de America. 

Tony.

Lo peor de inmediato vino hasta su cabeza.

-¿Señorita Alice, todo bien?- Pregunta el hombre preocupado. 

La joven palideció por consecuencia, y sintió que su cabeza explotaría gracias a la aceleración de sus pulsaciones. 

-Gracias- Musitó. 

Empujó la puerta a penas, con las manos temblorosas. 

-Alice, señorita, espere son 25...- El cartero asomó la cabeza por el espacio que quedaba de la puerta abierta, pero se percató de que algo andaba mal. 

Rachel llega caminando a paso firme, y se tropieza con un bolso que el cartero deja en el suelo. Se estabiliza como puede, resbalado los tacones en el inestable piso. 

-¡Pero que le pasa a esta chica ahora! cabeza hueca, está Patrick allí, ten cuidado ¿cuando le debo don Patrick? 

Inquirió Rachel atolondradamente. Abriendo la puerta de par en par, sonriendo amable al cartero.   

La mano de Alice estaba temblando, con el pedazo de papel entre sus manos. Tenía los ojos cristalizados, y esa típica expresión trágica que lamentablemente ya había tenido oportunidad de encontrársela en otra ocasión.   

Había esperado tanto este momento. Meses esperando una respuesta, una señal de su estadía, de su paradero. Añoraba sus brazos largos y delgados, y su cabello extremo largo para la época. Su apoyo incondicional, y esa sonrisa amable que jamás dejaba morir.  

-¿Alice?

-Es Tony.

La rubia cambió su rostro del cielo a la tierra. Se puso completamente pálida, y simplemente cerró la puerta al pobre cartero que no entendía nada de la situación. Era algo tragicómico. 

Ella comenzó por instinto a arrebatársela de las manos, tomando la carta con la punta de los dedos, mientras trataba de leer también. 

-¡Pero que dice, quiero saber que dice!

-¡Suéltala Rachel, suéltala!

Gritaron ambas al mismo tiempo de forma nerviosa histérica. 

Alice suspiró. -La voy a leer en voz alta.

Le dió un espacio a su lado, y entre ambas la sostuvieron. 

1 de junio de 1967, Nueva York. 

Estimadas Alice y Rachel. 

De manera no tan grata las saludo esta vez. Espero se encuentren bien de todas maneras. Necesito comunicarles algo urgente que mi hijo exigió que lo hiciera de inmediato, a penas arribó Nueva York. Antony tenía la intención de viajar a Londres apenas llegara de su labor en el ejercito, pero lamentablemente no fue posible. El se encuentra en un estado deplorable, en un coma que fue inducido, para evitar daños neurológicos. Señoritas, antes que esta tragedia ocurriera, y él se agravara en ese coma, pidió por favor volver a ver a verlas. Esta es una invitación, espero de todo corazón que puedan visitarnos.

Saludos cordiales, Mr. O. McFerrer. 

Se miraron unos segundos, sin realmente mucho que decir. Llegaba aquello que habían temido tantos meses, eso que de ninguna manera podían evitar porque simplemente se les escapaba de las manos. Trágicamente, se esperaban una situación como esta, e incluso peor, pues no era para menos. La cantidad de muertos vietnamitas cada día aumentaba, y por ende de soldados americanos. El mundo iba a explotar en cualquier momento, y la tensión Comunista/Capitalista se podía sentir en muchos rincones del mundo, de esa manera fría, como fue apodada. 

-¿Qué vamos a hacer?


-Vamos a ir, por supuesto- responde Alice con decisión. 


-Pero...¿cómo? con suerte nos alcanza para este departamento- La rubia tenía un nudo en la garganta asqueroso. 


Se quedaron pensando unos momentos, dejándose caer sobre el sillón. Entonces como un trébol de cuatro hojas, aparece un idea en la cabeza de Alice. Mientras Rachel apoya su cabeza entre sus rodillas, no soportando las gotas que provenían de sus ojos, ya había aguantado lo suficiente para no llorar la ausencia de su mejor amigo. 


-Oye... tranquila... vamos a ir a verlo, despertará con nosotras. Solo hay que tener la esperanza. Tony es super duper fuerte, acuerdate, ¿de cuantas nos ha salvado?


Puso la mano sobre su espalda, consolando a la joven. 


Rachel levantó un poco la mirada, y soltó una pequeña risa entre lagrimas. Tomó aire para hablar. -Jamás, es una nena, nosotros terminábamos salvándole el trasero. 


-Bueno... es cierto...- Responde la joven con una sonrisa. -Pero es un hombre espectacular. Va a salir adelante.


-¿Sabes lo peor de todo?- Alice asiente -Que no podremos ver el momento en que despierte, que abra sus ojitos de nuevo, o que nos diga alguna cosa estúpida mientras nos vea llorar como tontas por él.


-Vamos a ir. 


Rachel la miró con duda.

-Tranquila, tengo como conseguir el dinero.

-¡Espera, espera, espera! frena tu carro vieja. Si le vas a pedir la plata a John, yo no voy... no voy. 

-¡No! ya, para de odiar a John- bufó -No, no se la voy a pedir a él. Me ofrecieron entrevistarme en televisión por una buena cantidad de dinero y... John no quiere que vaya, porque dice que me están usando para sacar dinero de su fama... pero, entenderá si le cuento. 

-¿Entenderá?

-Tendrá que.




-0-



-¿Está todo bien?. - Preguntó el chico acariciando suavemente el hombro de la chica por encima de su tirante blanco que adornaba su hombro. Ella asintió suavemente mirando la ventana que estaba frente a la cama un poco ida.

-¿Y John?. - Amelie levantó la vista hacia Paul un momento esperando la respuesta.

-Supongo que con Alice. - Se limitó a decir. Dudó si decirle a la Francesa que había acompañado a John al estudio a ver a Alice.

Amelie sonrió suavemente. Paul sabía que si decía algo con respecto al tema podía desatar un caos en la cabeza de la castaña; Algo le decía que no era un tema para tocar en ese momento, pero tampoco quería ocultarle algo a su amor francés.

-¿Viste la televisión?. - Volvió a preguntar con cautela. 

-Sí.... - La chica se incorporó para mirarlo y quedar sentada a lo indio frente a él. - Es una locura. - Dijo preocupada y sonrió nerviosa. - Alice es una loca, bueno siempre lo ha sido, pero, vamos, decir cosas como esas en televisión nacional.... - Negó suavemente. - No creo que haya sido lo correcto.

El chico de ojos avellana se quedó mirando a su chica brevemente antes de incorporarse para mirarla mejor. Era algo adorable que las actitudes locas y rudas de Alice siguieran espantando a Amelie, es que su novia era una mujer demasiado correcta, y era tierno a sus ojos, pero no encontraba lo malo en que Alice quisiera salir en televisión y decir lo que se le antojara, para eso tenía la boca, ¿verdad?

-Cariño.- Empezó con cuidado sonriendo suavemente para tranquilizarla. - No creo que Alice haya hecho algo malo. -Amelie ladeó la cabeza suavemente para mirarlo curiosamente. - Me refiero a que todo lo que dijo es cierto. -

-Sí, pero me preocupa, ustedes tienen miles de fans en todo el mundo, ¿y si algo le pasa?. -

-¿Qué puede pasarle, Amelie?. - Preguntó con voz cansada

La chica lo miró no creyendo la pregunta que acababa de hacerle. ÓSEA, ella sabía que mostrarse en televisión, hacerse una "figura publica" podía traer consecuencias. 
MILLONES de mujeres seguían a los Beatles, MILLONES de mujeres los idolatraban, eso quería decir que MILLONES de chicas celosas y molestas de que SUS Beatles tuvieran novias. 

-Bueno no lo sé. - Se encogió de hombros nerviosamente. - Tu no sabes lo que una fan puede llegar a hacer por celos. -

Paul rió suavemente. 

-Estás exagerando cariño. - 

-¿Exagerando? Tú no eres el que aguanta insultos en la calle, cartas deseándote la muerte. - Empezó a enumerar con sus dedos. Se levantó de la cama para mirarlo.

El chico sólo pudo pensar lo gracioso que era la situación, era divertido ver como Amelie buscaba las palabras en su cabeza antes de decirlas por su acento y su inglés nivel medio. 

-No quiero que Alice pase por eso. - Continuó tratando de controlarse. - Más de lo que ya acostumbramos. - Eso ultimo lo susurró apenada, y es que para ella era triste tener que pasar por eso día a día.

-Amelie. - Se levantó para quedar al frente de ella y mirar los ojos marrones de la francesa. -Hablas como si ser mi novia fuera una tortura. 

-Estoy cansada de esta situación. - Volvió a susurrar esta vez mirando el piso como si fuera lo más interesante del universo. 

Paul la miró sorprendido, jamás se hubiera imaginado que su amor francés dijera algo así, y le dolió como mil patadas en sus partes nobles.

Maldijo a Alice y a John en esos momentos por desatar tal caos.
Pestañeó fuertemente tratando de convencerse de que esas palabras nunca hubieran salido de la boca de Amelie. 

-Lo siento. - Habló la francesa apenada volviendo a mirar los ojos avellanas de Paul. - Yo...no sé, mejor me voy. -

-Vete si quieres. - El castaño abrió la boca por primera vez. - Ya que es demasiada presión para ti estar conmigo, deberías irte.

La francesa abrió la boca levemente por la impresión del comentario. 

-Paul.... - Empezó suavemente tratando de controlar la situación para que no se le fuera de las manos.

-¡Vuelve a Francia! Tal vez allá no te moleste nadie por estar conmigo.

Amelie frunció el ceño y pensó en mil insultos en francés para decirle a la cara, pero pensándolo bien, la tristeza era demasiado intensa en ese momento como para decir algo. 
Se dio vuelta y le dio la espalda para recoger su ropa y sus zapatos en silencio mientras sentía la mirada avellana de Paul en su nuca.

-Sólo para que sepas McCartney. - Empezó Amelie sosteniendo sus pertenencias en sus manos. - Hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo... 

Macca se quedó mirándola en silencio con curiosidad, pero sin sacar esa mirada fría de su rostro.

-No volveré a Francia, no me alejaré de ti, no te voy a dejar, ¿Sabes por qué?. - Preguntó alzando la cabeza para quedar a su altura. - Porque te quiero. - Finalizó entrecerrando sus ojos apenados. - Y aunque tenga que soportar miles de cosas para estar contigo, lo haré. - Sus ojos marrones se aguaron  y suspiró tratando de que ninguna lagrima se escapara. 

Paul abrió los ojos ante tal declaración, la felicidad embargó su mente por un segundo ante las palabras de la francesa, jamás JAMÁS en su vida pensó que alguien lo iba a querer de la manera en que Amelie lo decía, sintió su corazón totalmente completo en ese minuto.

-Yo entiendo que aún sientas cosas por Alice, pero siento que debías saberlo, no sé. - Volvió a hablar la castaña en susurro, para luego girar sus talones y darle la espalda para buscar la puerta.

-A donde vas?. - Preguntó el chico intentando sonar serio, pero en el fondo la situación le causó ternura y le pareció un tanto gracioso el dramatismo de Amelie. 

"Franceses" Pensó divertido.

-A casa...con Alice. - Volvió a girarse para mirarlo desde la puerta cuando sintió que su cuerpo era abrazado por Paul.

Correspondió el abrazo un tanto sorprendida, pero el calor que emanaba el cuerpo de McCartney la hizo reaccionar para apretarlo con fuerza, mientras cerraba sus ojos para sentir el aroma de su cabello.

Hipnotizante, no tenía otra definición.

-Eres una boba, mon chèrie. - Dijo Paul con un pésimo francés, haciendo reír a Amelie suavemente. - ¿Cómo puedes pensar que aún siento cosas por Alice?. - La separó de su cuerpo para mirarla fijamente mientras ella se encogía de hombros apenada. 

-Je ne sais pas. - Respondió ella riendo nerviosamente mientras Paul sonreía ante el perfecto francés que acababa de oír. 

-Amelie, casi me peleo con uno de mis mejor amigos por ti, ¿enserio crees que si no te quisiera, me habría empeñado en conquistarte?. - Preguntó como explicándole a una niña la tabla del 4. - Te quiero, ¿entiendes?...Je t'aime. - Dijo divertido. - No estarías aquí si no fuera así. - Susurró acariciando su pelo suavemente antes de besarla con dulzura.

-Je t'aime aussi mon amour. - Le susurró devuelta antes de volver a atrapar sus labios

El chico tomó con fuerza la cintura de Amelie para apretarla más a su cuerpo y guiarla a la cama que estaba a unos cuantos pasos. 

La Francesa se recostó suavemente tirando a Paul consigo para que quedara encima de ella apoyándose en sus codos para no aplastarla.
Sin dejar de besarse, las manos de McCartney empezaron a bajar por el cuerpo de Amelie dibujando su silueta para quedarse acariciando el muslo descubierto que dejaba entrever su camisón de dormir.
La chica dirigió sus manos hacía la espalda del chico, por encima y luego por debajo de la camisa, mientras subía sus piernas para que Paul las pudiera acariciar mejor, al mismo tiempo que besaba su cuello e iba bajando lentamente hasta besar el escote de su camisa de dormir.
De un momento a otro, la ropa empezó a estorbar, mientras las respiraciones iban subiendo, inundando la habitación.

-Amelie,- Logró decir Paul mientras la despojaba de su camisón blanco y ella se deshacía de su camisa. - ¿Estás segura? Digo, nos quedan tres horas para dormir. - Susurró sin dejar de besarla apasionadamente.

-¿Enserio me estás preguntando esto?. - Preguntó divertida separandolo de si un poco para mirarlo tomando su cabeza con ambas manos.

-Sí, ósea no...fue por cortesía. - Respondió sonriendo pegando su nariz con la de ella. -Esta noche eres mía. -La besó acariciando cada rincón de su cuerpo. - Mía, mía, mía. - Repitió una y otra vez separando sus labios y acariciando su rostro suavemente.

Amelie sonrió con dulzura, cada vez que Paul le hacía el amor era un momento mágico, imposible pensar en la hora.





-0-


-Escúpelo Sadie- Dice John, golpeándose el pecho, y suspirando. -¡Vamos! soy a prueba de balas, soy todo oídos.

Estaba sentado en posición india frente a las piernas de la joven, quien se apoyaba en sus codos sobre sus rodillas, acercando su rostro al del músico. 

-John... no es chistoso...-

-No me estoy riendo cariño, estoy nervioso, ¿puedes decirme que mierda está pasando?- suelta él con una risa notablemente tensa. 

-Nos vamos a Nueva York, dentro de un mes- pronunció con sumo cuidado. Sabía que cualquier cosa podía desestabilizar los nervios del Lennon. La cara de asustado del joven era visible, se mordió el labio inferior, agudizando la vista. - No, no, no amor, no es lo que estás pensando. Te amo, no podría dejarte así. 

-¿Pero por qué? ¿qué...?

-Hace unos días llegó una carta del padre de Tony, dice llegó a casa, está en el hospital de rehabilitación, y vamos a viajar con Rachel. Necesitaba el dinero John. 

El chico iba a responder, pero la Neyorquina se precipitó. -Si consigo el suficiente para volver, será muy pronto, seguramente nos traemos a Tony, o algo así... lo veremos allá. 

-Espera, espera, espera... repite eso... ¿Si consigo el suficiente? ¿me estás diciendo que no sabes si vas a volver?

-NO, yo dije, que cuando consiga el suficiente dinero...- John se puso de pie interrumpiendo la conversación. 

-Bien. Ándate...

-Pero...

-Anda, al final todos se van, a nadie le importa un carajo lo que yo sienta. Estoy acostumbrado a que la gente que amo me abandone como si nada. 

-¡Demonios!- dice exaltada, y golpea una mesa. -¡Es un puto viaje Lennon! voy a ver a mi mejor amigo, mi hermano, mi única familia ¡no murió! ¿te das cuenta? sobrevivió a la maldita guerra, y tú que tan en contra estás deberías estar feliz porque las cosas pudieron haber sido peor. 

John se mordió la lengua para no arruinarlo más, y dejó de lado la actitud a la defensiva que suele adquirir. Se volvió hacia su chica, quien tenía los ojos visiblemente aguados, y algo se movió dentro de su corazón, sintió ganas de abrazarla contra su pecho y decirle que todo estaría bien, que él sería su apoyo. Pero en su lugar, soltó otras palabras.

-Pero si no vuelves, iré yo por ti, no voy a dejar que te vayas de mi vida tan fácil

Alice sonrió, y soltó una pequeña risita. -Que melodramático cariño, es solo un viaje...

-¿Me lo prometes?- dijo esta vez, con una voz mas suave, esa que a Sadie volvía loca. Ahora lucía como el pequeño Julian. 

La chica lo rodeo con sus brazos, y tomó los de él para situarlos en su cintura. -Te amo...- susurró rozando su nariz afilada. 

Acerco sus rostro a los delgados y finos labios de John, y a sus bellos y alargados ojos que la miraban con dulzura. Lo beso, quitándole un poquito más la respiración y la cordura. 






Hola chicas ❤️❤️❤️❤️ yo aquí nuevamente, ¿cómo están? yo quiero morir porque se acabaron mis vacaciones, y me dan ganas de esconderme abajo de la cama como una ermitaña en la cordillera... pero bueno, queremos muchas cosas en esta vida y no pueden cumplirse todas (? (? *se acuerda del concierto de Ringo y llora* 

Vengo con este capítulo, en el cual trabaje en verdad, y creo que me gustó el resultado. Debo decir que los demás podría incluso llamarlos de relleno, porque no eran cosas realmente pauteadas, y bueno, solo salían de mi cabeza en el momento, y no estaban bien trabajadas... la cosa era avanzar.  Pero con este me la jugué, y lo hice como aquellos que hacía hace algunos meses, largos, donde me tomaba el tiempo de disfrutar escribiendo. El próximo capítulo también será así, me tomaré un poco el tiempo de escribirlo, y disfrutar, ya que de eso se trata. 

En fin chicas, espero les haya gustado tanto como a mi. Por supuesto, créditos a Daniela, quien escribió gran parte de los momentos Amelie-Paul, y debo decir que le quedó re bien. Yo le digo que se tire con un Fic, y me dice no no, pero ya se animará supongo. jadhjshaj 

¡Y le puse musiquita! hace harto tiempo que quería, y ahora que vuelve a avanzar el tiempo, y llegamos al momento justo del Sgt. Pepper que uff, precioso album, era el tiempo preciso. Así que, las canciones que pondré, sirven de cortina musical para cualquier momento del fic. 

UN BESO CADA UNA, mil gracias por leerme, y nos vemos en el 44 ❤️❤️

5 comentarios:

  1. Oh, Cata, te quedó tan lindo. Me gustó mucho, avanzaste bastante en la historia con este capítulo. Quédate tranquila, a mí también me agradó el resultado :D.

    ¡Qué bello que Tony no murió! Osea, no es bello que esté en coma ni nada de eso, pero sobrevivió. Mi abuelo me contó -ya que él vivió esos hermosos años, aunque no tan hermosos, por razones como ésta- que la guerra de Vietnam fue de lo peor que tuvo que soportar en su vida, todo el mundo revolucionado, y caían muertos todo el tiempo. Duro. Cuando lo mandaste a Tony, pensé en lo original de tu parte, a mí nunca se me hubiese ocurrido. Dios quiera que se recupere, larga vida a Tony jajajjaja.

    La relación de Alice y John siempre va a ser una de mis preferidas, ¿por qué? Simplemente porque son ellos dos (no me digas askdjjajsjsjsak). Son tan iguales pero tan distintos... Me entretiene mucho leerlos, con sus cosas raras y todas las cuestiones.

    Querida Cata, no te pudo haber quedado mejor. Me agrada la idea de que se vengan más capítulos así. Saludos, besos y abrazos :*

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    1. Pd: Y lo que escribió Daniela, muy groovy, me olvidé de decirlo. Hola, soy la chica del encuentro, la argentina, sí, jajajajaj. Saludos a vos también.

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  2. Ay tonta maldita cerda, nos quedó bonetoh jajajajaj, espero que les guste a todas :c <3 oye te ectraño cualquiera cantidáh :'c
    Oye, yo te adoro <333 ven a verme xdd

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  3. ¡CO-MA-DREH! No puedo ni siquiera emocionarme como se debe porque mi mamá me calla de tan escandalosa... es que... por Lennon... esto fue... ¡CAPITULAZO! FUE HERMOSO, uno de mis favoritos. DEFINITIVAMENTE TE LA JUGASTE, dijeran en mi pueblo: más chingona y mueres. Y bueno, comenzaré a desahogarme claro:

    No puedo creer, ¿cómo es que John se comporta de una manera tan bipolar? Leer de vez en cuando momentos de The Beatles en la vida real, sé completamente que lo planteas como si vivieras el momento. Tan machista, pero a la vez rebelde y... cariñoso, ay no sé no sé... sólo tú sabes comadre, sólo tú. Además, con todo ese show de Tony y que se regresan a América, pues... sólo debo decir que necesito que subas pronto porque, ké emosión.

    Luego están el Paul *se le cae la baba porque es extremamente romántico* y la Amelie. Bueno comadre, yo estoy así https://pbs.twimg.com/media/BAci1TYCMAAzBe4.jpg sólo que es #cutforMcCartney jajajajajajaja qué tarada. Es que todo ese momento cachondo y, los agarrones... bueh, es que además ese par me encanta y pues, ya me estaba poniendo de malas cuando el baboso de Paul le dijo que se regresara a Francia, fue como: IMBÉCIL, ¿QUIÉN SE DESPEGARÍA DE TI? No bueno. AWWWW Martha era tan perfecta, definitivamente mi beatle girl favorita.

    Ay comadre, *se para y aplaude y le hace un altar cantando 17 años* me encantó ese capítulo, BUENO LO AMÉ, obvio debes sentirte muuuy orgullosa, aparte que escribes como que perfecto y pues, le pone el sazón más el amor por el John Lennon. Y, de nuevo, sube pronto plssss. Aunque ya se que cuando no subes por un largo tiempo, siempre nos impresionas belle.

    Oh por Lennon, esas vacaciones... yo tengo hasta el 27 de marzo, cada día es una asfixia... pero ánimo, ¡YA FALTA MENOS! Jajajajaja *se va a tomar cloro*. OH, y gracias a Daniela por esos momentos bellos de Paul y Amelie, sí... estaría bueno que hiciera una fic, estuvo re cashondo 7u7

    En fin comadre, espero que estés de lo más groovy.
    Nos hablamos por el guasap.

    Cuídate mucho,
    besos.

    ♥ ♥ ♥

    PD: la playlist está re buena eh.
    PD2: ora sí, chau <3

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  4. Hola!,Cata!,en qué país fue el concierto xe Ringo al que fuiste?,yo fui al de Perú en el 2013 :D

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