The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

viernes, 20 de junio de 2014

Capítulo 22 - *Were you telling lies the night before?*

HELLO EVERYBODY Yo,vengo disculpándome de un principio, ya que debí haber hecho este saludo el día ANTES DE AYER, pero aquí estoy, mejor tarde que nunca gritaron por allí.


Este capítulo, es en honor al las 72 primaveras de Sir Paul McCartneyQuien es simplemente una leyenda viviente, uno de los personajes más importantes de la cultura popular... Y además, y no menos importante... o bueno, sí, en realidad no importa nada XD el bajista de mi banda favorita ♥  El autor de tantas canciones maravillosas, que traspasa generaciones, edades, continentes, religiones, y todas las otras ridículas fronteras de nuestra sociedad. ¿Quién no escuchó alguna vez la intachable Hey Jude, o quién no escuchó let it be alguna vez, o bien, quién no se emocionó al escuchar Yesterday? Tantas obras de arte, por las cuales se recordará por el resto de la historia de nuestra bella música. 

FELIZ CUMPLEAÑOS MACCA♥ 

Y ahora bellas, después de llorar un poco, y brindar por Paulie ♥ El capítulo señoras. LAS ADORO ♥ 


22



-Mmm, está delicioso ¿quieres un poco?- Me ofreció John sonriente.

-No, come tú tranquilo, no tengo apetito. 

Asintió divertido con un "okay" y le dio una gran mordida a su sándwich. Masticaba maravillosamente fascinado, mordida tras mordida, lechuga tras lechuga, ensuciando todo su pecho de migajas. Lo miré con asco, y rió burlón con la boca sucia, fingiéndome un beso. 

Llegamos al departamento. No tenía idea si Alice se encontraría en casa en verdad, no pude cumplir mi promesa de escribirle cada día, o más bien, no me di el tiempo. Y me siento culpable por eso... mi chica esperaba un bebé.

 Australia después de todo, no fue tan pesado. Muchos canguros, mucho Sidney, muchas grupies. Sí, definitivamente no me hice el tiempo. 

No estaba allí, Alice no estaba en casa. Me encontré inmenso y perdido, sin saber el camino que realmente servía. Repetí en mi cabeza una y otra vez que haría cuando la chica llegara. 

"Primero la abrazaré con todas mis fuerzas, le diré un "te extrañé preciosa", y la besaré mucho, un beso que rompa esos labios fruncidos con los que me esperará, porque debe estar molesta. Segundo, le pediría perdón por como me porté allá... no no, eso no, mejor que no sepa nada. Tercero, le exijo saber sobre mi hijo, y porqué no me dijo nada aún, y cuarto... me faltaba algo, estoy seguro."

Me quedé pensativo un rato, y fui a beber agua a la cocina. Y escuché un ruido que me sobresaltó tanto, que boté tres platos al suelo, dejando trabajo a la pobre Rose, que tenía que venir a desempacar mis cosas. Es que aveces los hombres ocupados, no podemos hacer esas cosas pequeñas... no es que sea un hombre flojo.


-Uff si sé, a mi me encantó, pero mañana volveremos Harry, no te preocupes.- La voz de mi chica en el salón, hablándole a un "Harry" ¿Qué diablos era Harry, acaso se come?


-Está bien, porque son los mejores cafés de Londres, ¿Y viste la chaqueta?- Respondió ese "Harry", con una voz varonil y gruesa. Apuñe mis puños.


-¡LAS MEJORES CHAQUETAS DE LONDRES!- Respondieron al unísono, rompiendo en una carcajada asquerosa.


-Ups, lo siento jeje- Bajó la voz de repente el hombre- Ya me voy, tu novio debe estar por llegar, es tan guapo Alice- Puse cara de asco- Si no te molesta claro, algún día me gustaría encontrarlo por allí y decirle ¡Soy el beatlemaniatico mas grande Paul, te amo!- Estaba vomitando en ese momento.


-Ja-ja Harry, es posible que esté aquí, así que mejor que no te escuche- Hizo una voz incomoda, indicándole que sí me encontraba allí. Y ahí pensé "Cielos, mi chica no me engaña y se junta con gays".


-Ay Alice, no juegues, ya me puse rojo. ¡Nos vemos pronto bella!- Sentí que le dio un doble beso en la mejilla, y cerró la puerta. "Con que dos besos... a pesar de, astuto el chico".


-Ya sé que estás por allí, escuché como rompiste el plato... quiero que sepas que yo no limpiaré nada, para eso le pagas a tu gente, ya tuve mucho esta semana.


-Te extrañe mucho- Salí de atrás de la puerta con mi mejor sonrisa de galán.


-Ajá, yo también, ahora podrías llamar a Rose... para que- Rompí un poco su voz, acercándome a ella.


-Shh... Alice- Me acerqué para besarla, y justamente, allí estaban sus fruncidos labios, sellados con ese orgullo pesado que poseía. Debería ser adivino en mes de músico, ganaría dinero. Pero sostuve su mejilla, la acaricié unos segundos, y me dejó besarla. Un beso fuerte pero muy dulce, la chica solo sonrió con cierto recelo. -¿Ves que no era tan difícil hermosa?- La chica asintió finalmente, con una sonrisa a medias. -Hey, y tú no te me escapes, ¿Quién es ese tal Harry con el que estabas?


-Ay McCartney, Harry es el "Algo" de Tony, no sé bien en que están, puesto que tenía novio en Nueva York... pero... conoció a Harry, y fin, ahora con felices y comen perdices. 


Asentí, no sintiendo gran importancia. Había algo, otra cosa mucho mas importante que debíamos hablar. 


-Alice, necesito hablar de algo contigo...-


-¡Yo no me comí la crema te lo juro!


-¿Ya no hay crema?- Pregunté extrañado -Ya, no me des concentres. ¿Te gustaría salir por ahí? bebemos un helado, o algo así...-


-Mmm, está bien, ¿pero y el trabajo? Amelie me matará, y Brian a ti. 


-George se hará cargo de Amelie, y bueno... Brian, yo soy su jefe. 


Y así fue. Así fue como caminamos por las calles de Londres, con las manos entrelazadas, bajo la brisa primaveral que se percibía, hermosamente placentera. Reíamos de cualquier cosa, por ejemplo; había un hombre viejo intentado enseñarle a un pequeño como andar en bicicleta. El niño tenía las rodillas sucias, y el cabello polvoriento, y lanzaba maldiciones cada dos segundos. "¡Pero maneja bien, descerebrado!..¡Vamos pon las manos en el volante, niño, no las saques!" Y cayeron al suelo, con nariz al cemento, ambos. 


-No deberías reírte, podría pasarte a ti- Alice apretaba los músculos del abdomen riendo. Entonces, de su bolsillo, saca una cajetilla de cigarrillos, no precisamente con tabaco. Hice un gesto de negación, y entendió que no era el momento, claro, luego de unos cuantos reclamos. 


-Desde ahora no podrás fumar mas aquello- Inquirí serio, cambiando la tensión ambiental. Pensando en ese posible ser viviente en su vientre. Que miedo me da pensar aquello, la idea de tener a un bebé dentro de otro cuerpo muchas veces me parece macabra. 


-Deja de ser tan cuidadoso conmigo, dime que no fumas, vamos, te he visto... George me dijo que con él fumabas siempre.- Hice un gesto de confusión divertida, pero bueno, no era mentira lo que la chica decía. 


-Oh vamos...- Tome su cintura, y comencé a hacerle cosquillas, la chica chillaba y se movía de lado a lado -George es un mentiroso, yo no fumo marihuana Alice, ¿qué dirían mis chicas al rededor del mundo? ¿que soy un drogadicto? no puedo.


Caminaba; clap clap. Así sonaban sus tacones en la acera. Decidida, dijo que ya no volvería atrás. Ella no dejaría que la pasen a llevar, ni a ella, ni a sus pieles, ni a sus gruesos labios rojos. Tocó mi espalda... no, más bien, la golpeó con rencor. No quise voltear de inmediato, me asusté. Como un flash pasó la imagen de Brian maldiciéndome por mi cabeza, o quizás alguna fans desesperada. 


Me volteé. Unas garras gigantes, unos colmillos filados y crudos, listos para acechar a su presa, desgarrarme completamente, y así quedar desnudo, en medio del parque de Londres. 

Pero aún mas terrible que esas garras, había una cara conocida, una mujer despechada, a la cual reconocería en cualquier lugar de Inglaterra.  

-Contigo quería hablar, desgraciada- Para mi sorpresa, no se lanzó sobre mi esta vez, como solía hacerlo. Fue por mi chica, por mi Alice, y su delgado cuerpo. Anna. -Si Paul, soy yo, yo sé que me recuerdas perfectamente...-

Mi cara pálida como papel.

-Anna, ¿Qué está pasando aquí?

La impresión y las manos sudorosas heladas eran a causa de dos tópicos. El primero, era la pregunta de porqué y como conocía a Alice, y la otra pues... de qué me perdí. 

-Tú- indicó a mi novia -nunca lo hiciste ¿verdad? Nunca le pasaste los papeles.

-Hey escúchame bien perra...- tuve que detener a Alice, quien no dudó en abalanzarse, al mejor estilo brooklyn. 

-Wow, wow, deténganse. No sé que cara de imbécil me vieron, pero estoy parado aquí en frente, y al parecer se trata de algo importante, ¿quién me dirá que ocurre?  

-Paul, esta... esta estúpida prostituta está loca, no puedes creerle- La miré, la calmé, y suspiró. Vi como sus antebrazos se marcaron con venas moradas arraigadas a una piel pálida y tensa. 
Miré a Anna, con cierto temor. Pues Alice tenía razón, ella tenía dudosa salud mental en cualquier estado.

-¡Vas a ser padre McCartney! 

Un brillo llegó a mis ojos de forma instantánea. Sentí mi corazón como loco, y apreté la mano de mi novia muy fuerte. Mis sospechas no fallaban. Repito, adivino. 

-Pero cariño- Me voltee a Alice muy feliz, incluso enamorado, si es que puedo presumir - ¿Por qué no me lo decías?

La chica negó de una forma casi imperceptible, y desvió la mirada. 

Y ahí presisamente entendí, que la vida de vueltas increíbles. Las cosas no siempre funcionan como uno quiere. 

Volvió a mirarme, con esa tristeza infinita tan caracteristica, y se dio la vuelta. Caminó por el parque, con un cigarrillo, hasta que ya no la vi mas. 

Que tristeza sentí aquella tarde. Todas las brisas tibias que la primavera trajo a mi ventana, que prometían buenos vientos, salvajes colores con sabor a asombro... se esfumaron, junto a las risas en el parque de Londres. Volví a mi hogar triste, como un hombre triste. 

Me sentí traicionado por esa sucia chica de Nueva York, quien, sin embargo, no había hecho nada, mas que ilusionarme con una familia tipo Ingalls, con un bebe y una pradera preciosa, donde cabían caballos y gallinas para alimentar a nuestros hijitos... "pff, que más da ahora". Bebí un sorbo de trago, y bebí cinco más, y otros veinte. 

"Voy a matar a esa mujer luego que mi hijo nazca". 

Y después del numero treinta, corrí en mi Mini Redford Cooper a toda velocidad, y llegué a Casa Grande, dando patadas a medio mundo en la entrada. Todo el personal del servicio me quedó observando, como si hubiese enloquecido.  


-¡Y QUE TANTO MIRAN! pff, acaso nunca vieron un borracho...


-¿Pero qué es lo que te pasa Paul? 

-¡Voy a ser padre! eso pasa, ¡y de una loca!

-Hombre, sí, Alice es drogada y todo, pero no es para tanto...


Y allí apareció la chica de cabello rapado, y la apariencia fina por las tardes, y el vodka del club, y el té con pasteles de vainilla. Amelie, con su acento francés, y un vestido floreado ceñido a la cintura y luego muy holgado. Sonreí como un tonto.

-Te ves muy guapa hoy- La chica me miró preocupado, y me tomó las mejillas.

-Cielos, estas ardiendo... Vamos adentro- Me sentí un tanto mas tranquilo, y un completo idiota, por estar así frente a ella. Caminamos hasta mi habitación. Dejé caer mi cuerpo en la cama, con furia y todo incluido. Amelie me observaba preocupada, con esos redondos ojos, en los que siempre encontraba paz, una sonrisa sincera. 

-Tranquilo, solo debes dormir.

-No me dejes solo, por favor. Tengo miedo Amelie- Admití -Anna está loca, tiene un hijo, está embarazada, mierda. 

-Paul...- Dijo con cierta lastima -Compañero, debías saberlo. No me iré de tu lado, ahora duerme. 

-¿Tú también sabías?- Inquirí, sintiéndome aún peor. Todo Londres sabía menos yo, lo peor es que pronto saldría en algún diario, si es que ya no lo hizo. 

Nos miramos por un par de segundos, y  no logro recordar mas. Pero dormimos, juntos, pero no revueltos, como suele decir el dicho. 






Help, I need Somebody
Help, now just anybody
Help, You know I need someone
HELP

Cantábamos a coro, cada uno con sus propias cruces en la espalda. Quien sabe los problemas que tenían los otros tres. Y con la grabación de fondo, la toma número cinco de la canción exactamente, rodando incesante en el álbum vinilo, agarré el teléfono más cercano. 

-Hola, ¿Anna?... Sí soy yo. Mañana pasará mi chófer por tí, hablaremos de esta mierda... ¡No me digas que es mi hijo Clark, dijiste que era imposible! Han pasado unos cuatro meses ya... Maldición, lo siento, pero ese hijo no es mio. Anna, luego hablamos ¿si? iré por ti... Sí, si recuerdo donde vives- Corté el teléfono. Y lo único parlante fue el tono de llamada de la linea de fondo.

-¿Qué pasa?- Preguntó Ringo, con cara de asustado. 

Lo miré un par de segundos, procesando, tratando de hacer caber dentro de mi cabeza lo que iba a decir. 

-Seré... es que Anna, ¿la recuerdas?- Asintió con la cabeza, mientras yo seguía dudando.

-¿Estás bien?

Respondí con un bufido, no tenía palabras.  





Mi pobre Paulie está en aprietos :( jajajaja amé este Gif, sale tan hermoso, como siempre. ¿Cómo están bellas lectoras? ¿Qué me dicen de bueno? ¿Qué les pareció el capítulo? Las echaba de menos, echaba de menos subir en verdad, eso es lo que ocurre ♥ ♥ ♥ ♥ ¿Vieron que me inspiré escribiendo el saludo de cumpleaños? XD Se merece un pergamino y mucho más, por toda su contribución a mi leyenda favorita, y me imagino que la de ustedes también LOS FAB ♥  *Aplausos, aplausos; Sadie saca una champaña* 

En la entrada anterior les comenté que tenía que leer el Alquimista, de Pablo Cohelo. Bueno, hoy en día, luego de haberlo leído a conciencia, les recomiendo leerlo chicas. Es un libro precioso, lleno de metáforas impresionantes que realmente les hará filosofar un rato sobre su vida y sus propósitos en ella. Ando re motivada (? recomendado libros ♥ jajajajjajaja 

Como siempre, MIL GRACIAS por sus comentarios hermosos me alegro que hayan disfrutado el capítulo anterior, y espero que este también les haya sacado un poco el gusto a rutina jajajajaj Salma Belle, Despeinada Eleanor Unicornia, Lucy Harrison, Vickitorius, Taty queridisima♥ Y a todas las otras chicas, gracias por sus comentarios y por hacerme reir:') jajajajja ¡besos gigantes! y nos vemos en el 22... 23! perdón, pasan tan rápido estas cosas, ni yo me percato. 

PD: Les dejo un regalito, seguro ya lo vieron, es algo común, pero si no, me alegro, para que recreen la vista y los oídos un momento. ♥jajajajajaj 

Londres el 65' 




jueves, 12 de junio de 2014

Capítulo 21 - *A Warm Gun*

Holanda ¿Qué talca? jajajaja que aburrido mi juego de palabras, pero bueno, ¿Hola, que tal? epa, ¿ahora sí? Que bueno, espero que muy bien por supuesto No me convencí mucho de lo que escribí aquí, está mas corto que lo normal, pero dejemoslo como un relleno salido de casillas :l por que es bastante loco el capítulo ¿En qué pensaba? jaja espero les guste amores ♥  


21




-Me gustaría saber que hay afuera de este planeta. Siempre he admirado las estrellas... cuando las miras por mucho tiempo sientes que comienzan a moverse, o quizás es porque... Lennon, ¿me estás escuchando?

-Si, claro- Pronuncié mientras mascaba una ramita, de estas de trigo, prestando atención en como se movía una hoja suelta del árbol. Bastaba que el viento soplara levemente para que se separara del resto. Era bastante estúpido lo que decía Ritchi de todas maneras, puesto que era de mañana.

Ringo me miró, y yo alcancé a captar esto de reojo. 

-¿Qué? ¿Cuál es tu problema?... No me digas que estás enamorado porque eso jamás te lo creería- Dijo riendo.

Me recorrió una sensación extraña, revolviendo todo mi estomago. Que imbécil ¡por supuesto que no! Oh bien...

-Eso es para nenas, como tú. A propósito, ¿Qué tal Tony?- Al decir esto, Rich enrojeció como un tomate.

-¿Tony?

-WOW- expresé alzando la voz -No puedo creer que te hagas el tonto conmigo, ¡yo vi todo, pillo! no te hagas el desentendido...- Seguía inmutado -Cuando estaba con la amiga de Alice, ese dia en casa grande, bailaba como trompo ese chico...- Terminé con una risa burlona.

-No sé de que hablas, además, ni siquiera estabas allí... George es un maldito chismoso.

Y preferí no insistir, porque no valía la pena. Bien sabía que simplemente era para molestarlo un rato, y que él no tenía nada que ver con ese chico, pero al parecer a Tony sí le parecía interesante Richard Starkey.

-Voy a ver mi maleta, cuando se te pase lo enfermo, me hablas- Entró a la casa caminando por el pasillo hacia su habitación, supuse.

-¡Uy, que sensible anda el baterista!- Me senté en el piso frío del jardín -claro, cuando ellos te molestan no puedes decirles nada, pero cuando tú eres el dios del chiste te reclaman hasta por...-

-¿Tienes algún problema?- Amelie llegó por detrás, como siempre, risueña, interrumpiendo mi rutina de desdichas hacia Ringo.

-¡Cuñada!- Exclamé sonriente y me puse de pie -Te extrañaré mucho, prometo cuidar al pequeño Harrison como si fuera mi novio.

La chica rió.

-Eso no lo dudo John- Asintió -Que tengan buen viaje galán, cuidado con las australianas por favor.

-Yo no tendré cuidado justamente, pretendo encontrar novia allá.

-Ahora les dicen novias...

-Bueno, dama de compañía momentánea...

-¡Lennon eres un cerdo!- Exclamó riendo.

-Un cerdo muy sexy- Concluí. En ese momento llega Epstein más acelerado que lo acostumbrado, era bastante histérico la mayoría de las veces, pues ahora sobrepasaba los límites.

-Lennon, nos vamos... disculpa Amelie, ¿has sabido algo sobre la señorita Murray? no puedo encontrar a Paul por ningún lado, tenemos dos horas para irnos de aquí.

-Nada Brian, lo siento- Respondió la chica, entonces Brian hizo un esfuerzo por sonreír, y salió de allí a paso firme.

-Voy ayudar a George con sus cosas, buena suerte John- Se despidió, y sacudió mi cabello al salir.

Algo me sabía a amargo en ese momento, lo deduje al quedar completamente solo allí, en el jardín, con mis pensamientos.

¿Por qué no llegaba Paul? siempre era puntual, siempre. Entonces no me aguanté las ganas de "ir a buscarlo". Exacto, no pretendía despedirme de Alice ni nada por el estilo.

-Mark, vamos al departamento de Paul- Él se dio vuelta y me quedó observando simplemente, encogiéndose de hombros. En ese momento, me doy cuenta de que se encontraba Brian a su lado, con cara de perros.

-Espero que sea otra de tus bromas. Tienes que arreglar tus cosas, debemos dar una entrevista, y además Paul es lo...

-Lamento decirte, que yo me mando absolutamente solo. No tengo ni un padre, ni una jodida madre, y voy por mis 24 con una fortuna mundial en la espalda, que pena decepcionarte.

Me alejé del auto, algo molesto, y me encontré con mi antigua moto, aquella que alguna vez usé para "rescatar" a Alice de prisión. Encendí el motor, y me dirigí a mi objetivo, antes que fuese demasiado tarde.


-0-

Venía llegando del hotel de Rachel y Tony, con una resaca de mil demonios encima. De la noche anterior solo recordaba haber vomitado en el sofa, y a Rachel calmando mis quejas. Paul, supuestamente viajaría ayer por la tarde, así que estaba sola, en esa cosa sombría-moderna-psicodélica a la cual Paul llamaba departamento. 

Cuando abrí la puerta, me encontré con la asistente Rose y con Paul caminando de un lado a otro, como si el mundo fuera a acabar. Entonces, el chico se percató de mi aparición.

-Pensé que ya no te despedirías de mi.

-Pensé que te ibas ayer en la tarde, pero tampoco avisaste nada.

-Tú no llegaste a noche, yo sí, y te estuve esperando...-Al escuchar esto último, enflaquecí la mirada.

-Lo siento cariño- Ignoró esto por completo, mientras continuaba haciendo sus labores, corriendo de aquí para allá, guardando las últimas cosas en la maleta. 

Me senté helada, meditando lo que debía hacer. El asunto de la ecografía daba vueltas en mi cabeza, la que ya sentía enloquecer. No podía ocultarlo más, sería un padre ausente. 

-Paul...- No hubo respuesta -Paul...- Subí la intensidad de la voz -¡Paul! necesito hablarte de algo...

-Oh, cariño, no puedo en este momento, debo volar, Brian me matará- Me levantó y me abrazó de una forma brutal, en donde sentí que mis huesos se quebrarían. -Te escribiré a diario, cada que tenga tiempo, será solo una semana amor- Besó mis labios dulcemente, pero se desató en una pasión un tanto pesada. Me levantó por la cintura, llevándome al sofá. 

-Paul, espera...- Interrumpí sus besos. El chico no dejaba de hacer lo suyo -Ya, listo- Moví mi cabeza en dirección contraria, para impedir sus besos. 

-¿Qué pasa?

-No quiero hacerlo, no tengo ganas...- Inquirí, incorporándome.Vi cierta tristeza en sus ojos.

-Está bien- resopló resignado -pero tú te lo pierdes- sonrió dulcemente. Su intento de seducirme era tan frágil. Tan suave, incluso tenía una ingenuidad leve. Me terminó causando ternura, al mirarme con sus redondos ojos avellanas y sus largas pestañas.

-No te disculpes- Sostuve su rostro entre ambas manos, mientras el se aleja de mi- Ten un buen viaje, espero te portes de maravilla.

Y así fue, como quedé sola en ese frió departamento. Tomé un libro de historietas, y me senté en el sofá de Paul. Algo se sentía bien: era dueña y señora del lugar.

Una nostalgia infinita vino a mi, como solía hacerlo por las tardes, cuando no tenía ocupaciones. En Nueva York debía hacer un poco menos de frío que en Londres, y el cementerio general debía estar lleno de florecillas secas. Mi madre llevaba aquella suerte. Jamás la visité, no tenía el coraje ni las agallas para hacerlo aún.  

Entonces alguien, comienza a tocar el timbre desesperadamente, haciendo que me enoje de una forma, en la cual es mejor evitar, para no ver mi cara de bestia. 

-¡Dios! ya va, ya va, que desubicado...- Abrí la puerta, y ahí estaba alguien a quien no esperaba en absoluto. 

-¿Dónde esta Paul?- Entró a "mi casa", bueno, lo era mientras el jefe no estuviese; Como si me conociera de toda la vida, ignorándome y entrando así sin mas. En ese momento deduje, que si me asaltaban un día de estos, sería un caso perdido para defenderme. -¿Paul, Paul?

-Paul ya se fue imbécil- Respondí. 

-Sadie calla tu pequeña boca, que hablo con don pancho, no con los chanchos.

-No está, se fue, ¿tanto te cuesta entender? uf, te hace mal la marihuana eh...

-Respeto hacia tu jefe- John caminaba por toda la casa, abriendo cajones, entre otras cosas. Pero dejando un desorden terrible, tal como él mismo en persona. Su presencia en la casa me ponía un poco mal, alteraba todos los sistemas de mi hogar, era como si entrase un terremoto de la nada. 

-¿Puedes irte ya?

Seguí observando como movía objetos de un lado a otro, abría cajones, hasta que al parecer se hartó.

-No. ¡Vamos! podemos charlar entonces, ya sabes, de jefe a empleada, de beatle a novia de Paul, de John a Sadie, de sexy a rara ¿qué dices?- Encarné una ceja. -deja de tratarme así, después de todo somos amigos ahora, ¿verdad chica triste?

Y me dolió, no precisamente que se refiriera hacia mi como "chica triste". Los amigos, aquellos en donde quedaba prohibido cualquier indicio extra-amistoso.

-Amiga tuya, no me hagas vomitar.

-Upa... pensé que ya habías superado eso Sadie, ¿acaso nunca has visto tu trasero...?- Lancé un cojín directo a su cara -Oye serás mi amiguita, pero yo sé lo que es bueno, cuñada- Me guiñó un ojo.

-¿A que viniste John?- Respondí cortante, con cara de pocos amigos.

-A buscar a Paul.

Entonces me quedó mirando con esa mirada prepotente que solo el logra destacar así. Me dolió el estomago, sin embargo la mantuve, poniendo toda mi fuerza de voluntad en aquello. Y como si el chico se hubiese percatado de aquello, quitó esa mirada penetrante, y dibujó una sonrisa burlona. Como el niño travieso que sabe hacer una travesura.


Comenzó a caminar directo hasta la puerta de salida. Pensé en decirle tantas cosas, pero siempre me ha ganado la timidez en momentos así. Pude haberlo dicho que se quedara un tiempo, que sí, que estaba dispuesta a hablar de "sexy a rara" o como a él le plazca llamarme. Que podíamos ver una película, como cuando seguía a Paul en Nueva York a todas partes si se trataba de mi, con ese afán de conocerme. Pero por supuesto, eso no duraría tanto, ya que yo no era absolutamente nadie, en ese momento parecía quedar poco y nada de eso.

Y ocurrió entonces, algo que me quitó el aire.

-¿Sadie?- Lo miré con duda -Ten una linda semana, Paul te echará de menos seguramente.

Desvié la mirada hacia el suelo, y cerró la puerta tras él.

Se encendió una ampolleta polvorienta en mi cabeza. Abrí la puerta y lo encontré a pies del ascensor.

-Hey, anoche estuviste... emm. ¿en donde estuviste?

-En Hamburgo, en Alemania. 

Se acercó a la puerta.

-John...

-No recuerdo bien...- Se rascó la cabeza -en un club, con Ringo y unos amigos.

Una sonrisa de satisfacción brotó en mi cara. Quizás no estaba tan loca, tan obsesionada. Nacieron tres nuevas posibilidades de lo ocurrido.

1. Estaba tan borracha, que en realidad me equivoqué de persona, y sí era John el hombre que vi en el club anoche. 

2. John me jugó una broma, y se puso una mascara de otra persona para que yo no lo descubriera. 

3. Cuando me tropecé con el mantel quedé tonta e imaginé todo lo demás, y era John realmente... era él. 

Me miró extrañado, como si fuese una cosa, un electrodoméstico que se averió y desprende chispas de su cuerpo tecnológico. 

-Eh... ¿todo en orden rarita?

-Yo te vi anoche. 

-Sí, y yo me tiré a la nueva asistente de arte y producción. 

-¿Qué?

-Sí, estás despedida. Y la nueva chica es más linda que tú, es menos borracha y sabe contar- Encendió un cigarro. 

-Me alegro por ti, ahora tendrás a alguien que complazca todas tus necesidades machistas, a alguien que te bese lo pies. Imbécil egocéntrico, fea será tu madre, que bien enterrada que está.

"Mala jugada, Murray". Y lo sabía, de esta no saldría ilesa. 

Se acercó bruscamente y me tomó del cuello, causándome cierto dolor. Desesperación.

-John...- Dije entre lagrimas. No era la primera vez, ni la última que me ahorcaban así por el cuello. El hombre que hizo lo mismo que John, se encontraba bajo tierra, cortesía de una proyección justo en la cabeza, del revolver designado para mi protección en el Peppermint. Recordé tanto, tanto que no quería recordar. 

-Perdóname.

Me soltó, y me abrazó con todas sus fuerzas. Sentí como sollozaba en mi hombro.

Saqué el revolver, lentamente. Deslicé la mano por mi bolsillo con cuidado, procurando no disparar antes de tiempo. Acepté sus disculpas.

Entonces, cuando él me soltó, me despedí con una sonrisa brillante. Anuncié su muerte con unos brillantes dientes perlados, y el vestido go-go de color azul eléctrico empapado en sangre.  
                                                                                               

-0-

El viaje a Australia se hizo largo, una semana interminable para todos. Mucho trabajo, nada de diversión, no hubo comparación con el viaje a París o Nueva York.

-Estoy cansado viejo- Pronunció George, sentado en el suelo con guitarra en mano.

-Todos... revisemos- Epstein sacó una libreta con una lista de quehaceres. 

Hablaba y hablaba estupideces que nadie quería escuchar. Pasaba la hora mientras mi cabeza se golpeaba en la pared inconscientemente. Richard mordía un lapiz, estaba cansado de firmar tantas cartas para las fans. Freda, nuestra secretaria, no nos dejaba en paz muchas veces, pero era buena, la vieja y buena Freda, por tanto siempre teníamos tiempo para ella. 

-Ah, por cierto, la próxima semana Paul, dile a tu noviecita que deberá asistir todos los días jornada completa, recuerda que Help! debe rodarse ya, no hay mas tiempo. 

-Entendido.






Les advertí que era un poco raro... jajaajajaja  ¿Les dije que las adoro? ¿No? pues se los digo ahora   gracias por leer mis tonterías, salidas de mi cabeza   Lo siento por mi demora, ya saben, cuando se va la inspiración, así que apenas llega, la agarro y no la suelto mas para poder escribir :c jajajajaj


Ya mis amores, esto es todo por hoy  Gracias por todos sus comentarios, me animan a escribir, enserio, sin lectoras esto no tiene curso. Victorius , Salma Belle , Eleanor Unicornia , Danana(te mando saludos pish), Y Mary Lucy! , bueno, ¡Lucy! nada de formalidades jajaja, ¡Bienvenidisima al fic! espero realmente que te guste, es un real cumplido, Cortazar! es lo mejor que me han dicho en la vida jajajaja ENSERIO, no mordemos aquí, así que espero verte seguido nena :3 Un besito a todas las demas    

Ahora si me voy despidiendo realmente   Tengo que leer el Alquimista para el colegio, es muy lindo el libro por lo que veo en los resúmenes, pero dios, el hecho de que el caballero que me hace lenguaje lo mande, me hace posponer la lectura una y otra vez XD estos profes de Lenguaje, díganme ¿A quién no le pasa lo mismo? pueden leer de todo aquí, pero cuando llegan el cole pff jajajaja  Esta bien, hay profesores buenos... el mio no.

Ya ahora si me voy, ¿Tercera vez? no enserio LAS ADORO MUCHO ♥ por eso no dejo de habar jajajjajaja  ¡NOS VEMOS EN EL 22 WOW! ♥ 




domingo, 1 de junio de 2014

Capítulo 20 - *Recuerdos y Coñac*

¿Aló? ¿se escucha? a, cierto, no es un vídeo. ERA UNA BROMA ¿Cómo están todas? Yo muy bien, feliz de estar de vuelta, gracias por leer bellas ♥ y espero les guste. Alice nos contará un poco de su vida pasada...

20




¿Una ecografía? Esto no podía ser verdad. Tenía veintitrés años, y digamos que no estaba preparado en absoluto para ser padre, ¡menos lo estaba Alice! Era una nena asustada, tenía las cosas tan borrosas.

Pero la pregunta que formulaba en mi cabeza era ¿por qué no me contaba aún? ¿Qué esperaba? echarme el crío encima ya con nueve meses, y salir volando a Nueva York. Con lo loca que estaba esta chica, no me extrañaría. Pero está bien, decidí mantener la calma y salir a tomar un poco de aire. 

Me refugié del frío con un abrigo de lana por dentro, era extremadamente cálido, que me daba comezón, pero que más da, transpirar un poco no le hace mal a nadie. Resoplaba, y caminaba a paso rápido, sin rumbo realmente, hasta que me percaté que comenzaban a caer gotas de lluvia, nuevamente. ¡Londres no se cansa!

Entonces, para mi buena suerte, encontré un café que se ubicaba a unas cuadras del edificio. No dudé en caminar rápidamente y entrar a no empaparme. Me saqué el gorro del abrigo de lana, y dejé mi cara al descubierto, siempre con un poco de cautela. Me senté en una mesa y prendí un cigarrillo, de esos marlboro rojo, bien fuertes. 

-¿Podría ser un poco mas ubicado y apagar esa porquería? ¿qué acaso le falla?


Levanté la mirada extrañado, alguien me estaba retando. Miré primero a mi al rededor, por supuesto... había un bebe en un coche, y yo prendiendo un cigarro; Solo por eso no respondí mal al levantón de voz, ya que no era un momento preciso en mi vida para andar sonriendo al mundo. Entonces busqué a la persona que me reprimía, era una chica rubia con peinado bonito.


-¿Rachel?


 -La misma.


Jamás había hablado directamente con ella, digamos que solo la conocía por ser la mejor amiga de mi novia, y por haber compartido alguna botella de alcohol en la misma fiesta. Pero bueno, al parecer andaba de buenas, y no retando al pobre de Tony como siempre, así que decidí ser amable.


-Lo siento mucho, si no me dices me gano una buena tunda por parte de los padres.


-No te preocupes, la tunda te la doy yo si sigues afectando a ese pobre bebé inocente- Reímos.


Ese fue EL momento de simpatía, luego de eso fue bastante incomodo, no teníamos mucho de que hablar.


-¿Y que haces por aquí?- Pregunté, buscando algo para decir.


-Pues, nada, como comenzó a llover pensé que debía comprar unas buenas botas de lluvia para mis piecesitos, así que eso vine a hacer. Después corrí a refugiarme de esta lluvia. ¿Y a ti que te trae por aquí?


No supe que responder, sin embargo no la conocía tanto para decirle la verdad. Pero... ella debía saberlo, Alice por supuesto que le contaría que está embarazada. Claro que quedaría como un novio celoso e intruso, así que preferí cerrar mi boca.


-Nada, tenía la mañana libre, Alice se fue a trabajar y bueno...- Ella me escuchaba atenta, y entonces me atreví a hacer una pregunta -Rachel, ¿Sabes qué le ocurre a Alice?


-¿A que te refieres?


-Está un poco extraña últimamente. Es decir, ayer estuvo vomitando, y anda corriendo por todas partes... además está consumiendo mas cosas raras de "lo normal".- Me di cuenta de como la chica se puso helada. Algo sabía que no me quería contar. -¿Rachel?, no te preocupes, sabes que puedes decirme, es mi novia, estoy preocupado eso es todo- "Si me dice que está embarazada me voy a freír monos". 


-Bueno... este...- Titubeó -Pienso que está un poco estresada con el trabajo, eso es todo, ya sabes nunca había tenido un trabajo así de oficial. -La miré con duda. 


-Vamos Rachel, dime la verdad.- Solté con un tono medio triste. 


-Uff, está bien, Alice si tiene algo, sin embargo si no te ha querido contar todavía no es problema mío. Es más, debes preguntarle firmemente ahora ya, no puedes permitir que siga ocultando algo así. Y ahora si me disculpas, tengo que volar, voy al correo a mandar un par de cartas, capaz nos quedamos aquí con Tony y convalido ramos con la Universidad. ¡Que estés bien McCartney!


Y así sin más, salió casi corriendo de la cafetería, dejándome sin habla. Al parecer mis sospechas cada vez se hacían mas concretas, iba a ser padre. 




-0-


-Uff, no sé, no sé, espera un poco no puedo con tanta comida rica a la vista- Dijo George al ver mi escritorio lleno de pastelitos y chocolates, entre un montón de papeles y documentos, y un cenicero que estaba de rebalsar de cenizas.

-¡Ay Harrison! ¿sabes qué? llevatelos todos, después de todo eran para Tony. Ahora necesito que me escuches- Probó uno de estos de inmediato, como un niño hambriento.

-Te escucho.

-Ya no aguanto más, necesito decirle a Paul sobre la ecografía.

-¿Me estás jodiendo? Alice, dijiste que le habías contado ya.- Inquirió con la boca llena.

-¡Si! pero me morí de miedo. ¿Te imaginas me deja y se va con la zorra esa? esa Anna jamás me cayó bien.

-No, y te entiendo, a mi tampoco me hace gracia, pero vamos, está embarazaba y necesita apoyo- Se quedó en silencio un momento. -Se metió en algo grande esta vez.

-¿Y a mi quien me apoya Harrison? me quedo con los gatos. -Dije en tono de resignación y el chico alzó una ceja. 

-Un gatito payaso miope con aires de superioridad, con ese te quedas feliz. -Golpeé su brazo.

-Cállate, que te escuchan.

-¡Oigan todos, a Alice, le "gustamasndsa"- fue lo único que se entendió luego de que tapé su boca. 

-Uy que asco, mas encima me dejas toda la mano con babas y migas- Me limpié la palma de la mano en su sweeter.

-Así somos en Liverpool.

-Que asco entonces, me vuelvo a América. Hey, dile a tu novia que se apure, antes que no vayamos sin ella. 

Llegó Amelie, con su típica sonrisa alegre. Aveces la envidiaba, una envidia sana a mi colega, claro. Se veía tan feliz siempre. 

-¡Que hermosa mujer! ¿quién es la que viene allí, tan bonita y tan gentil?- Canturreó Harrison.

-Oh gracias por el cumplido cariño, tú eres el mas bello de aquí- Besó sus labios, y lo último lo pronunció bajito, solo para que él escuche. Pero yo siempre tengo los oídos alerta, desgraciadamente, y me toca escuchar cursilerías.

-Yaya, menos besos y más motor compañero.- Asintieron, y me llevaron en auto de vuelta a casa. 

Ya eran al rededor de las ocho de la noche. Paul no llegaba. Me sentí como estas mujeres de los años cincuenta que esperaban a sus esposos arregladas y felices, tal como mi madre esperaba al inmundo de mi padre. Entonces me dije "mierda, no quiero eso como futuro". Me miré al espejo, y pinté mis ojos de color rojo carmín, un rojo profundo. Me puse unos pantalones de tela negros ajustados, y una blusa blanca, con un corbatín. Dejé mi pelo desastroso solo como siempre, y me fui al hotel de mis amigos.

Toqué la puerta unas mil veces, 

-¿Qué rayos hace aquí la reina Isabel?

-Déjate de pavadas Chelle, no tengo ánimo, y necesito recorrer Londres hoy por la noche, y tomarme todo el trago que no he podido. 

-¿Y Macca? ¿no te saca a pasear el famosillo?

-Sí, pero es algo rara nuestra relación... como que estamos bien, pero algo nos aleja. Prefiero salir con mi amigota.- La rodeé con un brazo y desordené su cabello.

-Estúpida Alice, ¿sábes cuando demoro en hacerme un cardado? ahora, tráeme la Laca, y vamos por ahí a beber algo- Asentí y fui al baño por la loción extraña aquella, que te deja el pelo tieso. Es asquerosa, nunca me peino con esos tóxicos. -Hey, vi a tu novio en la mañana... estaba en el café que queda cerca del departamento, viendo si me daban trabajo o algo así, ya que posiblemente me traslade definitivamente. 

-¡Es una broma!, cielos, te amo Rachel- Grité y le di un abrazó asfixiante, entonces ella trataba de soltarse. 

-Cielos, Alice, sabes que no me gustan los abrazos- Dijo con cara de asco.

-Lo siento, es que la emoción...

-Bueno, pero después te cuento sobre eso, ahora te quiero hablar de Paul. Tu novio está sospechando de tus problemillas... en parte eso me alegra, realmente, quizás él logre que dejes de andar muerta de hambre por ahí, y tengas una vida más sana.

-¿Qué te dijo? ¿Cómo sabes eso? auch...- Tuve un recuerdo flash.

-¿Qué te pasa? tienes una cara de muerta, más de la habitual debo decir...

-En la mañana vio que había vomito, y me preguntó que era eso, y no supe que rayos decirle.

-Ten más cuidado la próxima vez, porque se está dando cuenta, pienso que deberías decirle...

-¡Te he dicho mil veces que no tengo nada! no sigas con eso, no soy bulimista, o como sea que se diga, no tengo nada raro. -Inquirí molesta. 

-Es bulímica, tontita- Me golpeó con la botella de laca -Y ya me aburrí de discutir eso contigo, así que ya sabes, es tú problema. Ahora vayámonos, estoy lista.- Se miró por última vez al espejo, y salimos del hotel.

Llegamos a la calle de los bares de Londres. Un montón de mujersuelas andaban por allí, acompañadas de magnates sucios. También mujeres, chicas como nosotras, pero acompañadas de otros hombres. Es decir, eramos las únicas que andaban solas allí. Nos miraban extraño, al parecer en Londres estaban en el pasado aún, porque en Nueva York las mujeres jóvenes hacen lo que quieren. 

-Mira el talento...- Dijó Rachel, indicando un grupo de chicos teddy, chaquetas de cuero y peinados diferentes. -A que me engancho al rubio hoy. 

-Dios, deja de ser tan zorra, a penas terminaste con el chico ese que te jodía... ¿Qué es lo que era? ¿el guardia del hotel?

-Sí, pero ahora soy una nueva mujer mi pequeña Alice, renací.

-Pff, como tú digas. 

Nos sentamos en una mesa cerca de la barra. 

-Hola, ¿que hacen dos bellezas tan solas en un lugar cómo este?

-Espantando jodidos como tú, vuela de aquí. -Inquirí.

-Lo siento, ya me enamoré de ti. Chicas, Harry, Harry, mis chicas.-Nos indicó a mi, y a Rachel.

Tony llegó de la nada a nuestra mesa, con un chico al lado de él. Era bastante guapo. 

-¿Qué tal?- Sonrió el guapito, era bastante delgado, igual que Tony, tenía una cara jodidamente ida, había estado fumando o algo. 

-Ya, que más da, sientense par de maricas.-Pronunció Rachel. Yo me sentí un poco mal, el tal Harry pude haberse incomodado, pero al parecer murió de la risa junto a Tony. 

-¿Puedo tomar su orden?- Una mujer de edad mayor se acercó a nosotros, con un delantal.

-Un coñac, por favor. Y cervezas, ¿verdad?- Todos asintieron.

-¿Mal de amores Alice?

-Algo así, no sé que nos ocurre con Paul.

-Les ocurre que nunca has sabido como se atiende a los novios. Si fueras mi novia, ya te hubiese pateado, enserio, en este momento deberías estar planchando camisas para su viaje...- Ignoré el comentario machista de Tony, que por supuesto era un sarcasmo, ya que es un feminista empedernido. 

-¡No puede ser! tenía que copiar unos documentos...

-Ya, nada de trabajo hoy pequeñita, solo disfruta.- Asentí, respondiendo al gesto de Tony, y bebí un sorbo de mi trago.


Después de dos horas nada se veía igual. Cada uno bebió por lo menos seis vasos de alcohol, y teníamos las mejillas coloradas gracias a su efecto.

Entonces, algo al final de la puerta, me hizo levantarme exaltada de mi asiento y correr. 

-¿Qué le pasó?


-No sé.

Escuché a los chicos atrás mio, mientras casi tropiezo con el mantel de la mesa.

-¡John! ¡John!

Gritaba, corriendo para alcanzar a aquella persona.

-¡John, espera!- 

Entonces lo alcancé, y lo tomé por los hombros. Este se dio vuelta, y cuando me miró a los ojos, me percaté de que no era él. No era mi chico. Maldición, me puse roja como un tomate, mas encima el susto que le hice pasar al pobre hombre. Me disculpé apenada, y volví a la mesa como perdedora, en donde todos se echaron a reír de mi. 

-Ya tuviste suficiente compañera, nos vamos a casa.- Inquirió Rachel, con cierta maternidad en ella. 

Me abrazaron, tal como abrazan a los borrachos en la películas, y me llevaron al hotel. Me sentaron en el sofá entre los dos, mientras el chico Harry solo observaba todo. 

-Estoy jodida Chelle. No sé que haré con Paul, quizás sea bueno buscar donde quedarme que no sea su casa... pero no tengo dinero aquí, no se donde ir amiga... el dinero ya se me acabó, mi padre ya no mandó más hace unos meses. No quiero volver a Nueva York amiga, estoy jodida. Tendré que volver con el señor McFerrer, a ver si tiene algún trabajo, podría bailar en ese club ¿recuerdas que pagaban bien?

-Sí amiga, pero ya pasaste de eso, recuerda que ya no volveremos jamás, lo prometimos. Además, venderemos el departamento allí, y nos quedamos en Londres. Podemos hacer el trámite para que devuelvan el dinero de la matrícula de la escuela de artes, los años que te faltan, y aquí seremos felices.- Limpió las lagrimas borrachas que corrían de mis mejillas. -Además, los chicos te pagan bien, estás saliendo adelante Alice, ¡trabajas para the beatles! Paul es un buen hombre y vio en ti justamente lo que yo veo... una chica hermosa e inteligente. Y ahora ¿eres amiga de George no?, Amelie también te tomó cariño, ella te dará trabajo si Brian Epstein no lo hace. 

-Tienes razón Chelle, estaremos bien aquí. No quiero ver ese asqueroso antro jamás en la vida.- Un extraño flashback vino a mi mente. 

Un hombre de cuello prepotente me miraba de pies a cabeza. Yo seguía la rutina de siempre... un par de giros, un subidón de falta, y me lanzaban unos cuantos billetes para pagar el trago que consumía después. Pero mi show Go-go ya acababa, y él continuaba mirándome como si fuese un conejo asustado. "Maldición". Corrí hacia mi supuesta habitación, y saqué el revolver de mi padre. 

-Chelle, me siento, un poco...- No terminé de hablar y vomité en el piso del Hotel. 

-¡Pero niña que has hecho! Tony, anda a buscar algo, dale apúrate, esto no es un motel...- El chico reaccionó, y dejó de lado a su amigo. -¿Estás mejor?

-Chelle, Paul será padre... llegó una chica, una zorra, al departamento, está embarazada de Paul. Trajo unos papeles médicos, una ecografías, y no quiero decirle amiga, me dejará y se irá con ella. 

La rubia estampó sus ojos azules en los míos.

-¿Enserio? vaya, creo que no contábamos con esto... dios niñita, ¿sabes? me convenciste. Nos quedaremos, venderé el departamento de Nueva York. Haré algún tramite para terminar mis estudios aquí. Mamá me mandará dinero y pues... Tony tendrá que arreglárselas. 

Me sentí aliviada, y supongo que más tranquila. Todo sería mas estable desde ahora... o eso parecía.

-Eres la mejor hermana del mundo, muchas gracias.

-Si dejas de llorar, será más conmovedor. Y supongo, que con la ayudita que te estoy dando, me ayudarás a que el baterista me de bola, porque ya no sé que hacer, vez que me lo topo, ¡no me mira Alice! no le gusto a Ringo.

-Yo te hago gancho, tranquila. Ahora por favor, descansemos. 

Parecía que todo se había calmado, y Rachel ya dormía, pero no fue así.

-Alice, ¿el señor McFerrer te pagó la última vez que bailamos? supe que estaba complicado, habían encontrado onzas de heroína, ya sabes... en la librería. 

Inquirió, hablando bajo, para que Tony no escuchara que hablábamos de su padre. 

-Eso ya está en el pasado Rachel, ya no tenemos que ver con esa gente...

Cerré mis ojos, y me acurruqué en la falda de Rachel. Ella se levantó unos minutos después, y me cubrió con una manta. 

-Buenas noches estúpida, todo estará mejor pequeña.




  
Uff, eso es todo por la semana  por cierto, el Peppermint Lounge, fue un verdad un club nocturno, en donde asistían bailarinas go-go. Los chicos tienen fotos allí... pillos no más jajajjajaa bien sabemos que no eran santos XD

Cambié los colores de nuevo :3 y la foto, y todo el diseño practicamente jajajaja me gusta remodelar, así que todos los meses haré un diseño nuevo :3 jajajaja ¡QUE BUENO QUE LES HAYA GUSTADO MI SELFIE CON PAULIE! ♥ ajsjhadjshd estoy muy rayada, perdonen a este pobre ser.

Y ahora les responderé *0* 

Victorius: Si mujer, ellos se necesitan completamente, pero son re pavos XD así que uff, tenemos para rato, como el video ese, el reggaeton jajaajajajajaja así de estúpidos XD a eso me refería. ¡Catubela! jajajja que hermoso, me da risa cuando me llaman así jajajajaj :') muajajaja exacto, todos podemos ser felices, hasta tú con George y yo con Pol, todas pueden tener su selfie jajajajaja besos vicki vicki uh uh (8) gracias por leer ♥ ¡take care! 

Salma Belle: ¡Me alegra alegrarte mujer! jajajaja ¡ojala haberlo echo de nuevo! aunque es domingo, pero tú entiendes XD TÚ si que me entiendes, y sí, me re había inspirado en esa parte, es lo que causa escribir sobre justo ÉL en este caso tu novio McCartney, mi novio Lennon, uff, que vida jajajaaja ya tú sabeh jajajajajaj dios, que risa esa frase XD si tú fuiste reggetonera entonces yo fui cumbianchera (? POS ME MATO jajajajaja besos belle querida ♥ ¡cuidate muchisimo! xoxo

Eleanor Unicornia: ¡Tú, chica de cabello despeinado! jajajajaja le pongo harta droga mujer, de la fuerte, y si logré dejarte enganchada significa que hicieron efecto :O y eso me hace muy feliz ¡wow! me siento de la mafia italiana ahora jajajaja yo ahí con un sombrerito y una pipa :O UN ARCO IRIS DE CEREZAS ¡wuju! jajajajaja dios mujer, me pasé con las sustancias alucinantes XD muchas gracias por leerme ♥ besos y ¡abrazos aplastantes! 

Y a todas las demás por supuesto  saluditos y cariños, LAS AMO♥  espero estén excelente, y les haya agradado el capítulo. Ahora mismo me pongo a escribir :3

pd: Mi papá me dijo que si sacaba buena nota en química me regala las vans de yellow submarine... ¡vamos que se puede! XD 

NOS VEMOS EN EL 21 Y ¡BIENVENIDO JUNIO! TENGAN UN BUEN COMIENZO.