The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

domingo, 25 de mayo de 2014

Capítulo 19 - *Una sorpresa para Paul*

Lindas y queridisimas lectoras   les traigo de mi cosecha jajajaja espero les agrade, gracias por leer mis locuras*0* mucho amor y paz. 

19


Despertando, abriendo los ojos, recibiendo toda esa información en tan pocos nano segundos, ¿sabes cuantas cosas percibe tu cerebro y las procesa antes que veas lo que está frente a tus ojos? es abrumador.

Pero no estoy aquí para hablarles sobre ciencias del cuerpo humano... No, ni mucho menos biología, ni como funciona nuestra vista. Vengo a hablar de un órgano más importante, le llaman corazón, ¿les suena? 

Todo lo que has oído del corazón son solo ¡patrañas! De pequeña me enseñaban que el amor, nacía en esa bolsita de sangre que bombea vida a mi cuerpo. Sin embargo no era mas que una metáfora, transformándose en la mas aceptada en el mundo entero. 

Pero el amor se encuentra en el cerebro, tal como todas las otras reacciones. Algunos dicen que es simplemente una reacción química, yo digo que va un poco mas allá, cada uno especula su teoría y en parte es cierta. 

Como el amor está en el cerebro, se me ha echo un poco difícil percibirlo y aceptarlo, puesto que mi cerebro está algo dañado con tanta sustancia ajena que ingresa a él. ¿Será esta realmente la razón? 

-¡Magnifico! Oh magnifico monsieur, ahora supera esto.- La voz de george, característica de su acento scouser y las palabras que Amelie le enseñaba, venía de la cocina.

Anoche me fui a acostar luego de tanto ajetreo. Me invitaron al Submit, sin embargo sabía que me sentiría incomoda con todas esas chicas bella de peinado sofisticado y vestidos a la moda, preferí evitarlo.

Cuando salí de mi habitación, me encontré a John, George y Ringo jugando con el cereal de Paul. Fue algo pesado, ya que estaba botado por todo el suelo de la cocina. "Enfurecerá y los echará a todos". 

-Oh, eso fue golpe bajo sargento, debería saber bien... que yo...- Entonces Ringo se agacha hasta el piso y toma un puñado de cereales -¡Siempre tengo un az bajo la manga!

Los otros dos estúpidos comenzaron a imitarlo, gritándose mil jugarretas. El cereal volaba por la cocina en todas direcciones. Yo los observaba callada, casi escondida. Entonces me asomé, con una cara de diablos, solo por molestarlos un rato. 

Encarné una ceja, y puse mis brazos en mi cintura, ambos.

-Alice...- Dijo el menor, mirándome como un pequeño asustado.

-Perdón, es que Paul salió, no quisimos despertarte, para... el desayuno- Ringo trató de estar serio, pero se le soltó una risilla al final. 

Entonces John me miró con cara divertida, desafiándome. Sus ojos achinados, y una sonrisa chistosa, su mentón apegado al pecho. 

Los otros dos dudaron, no pretendían desafiarme. El chico se acercaba a mi, con intención de lanzarme cereales, pero detrás de esa sonrisa inocente y burlona, había otra cosa. 

Me miraba con calor, sentía como trataba de traspasar mis ojos a través de los suyos, y que yo logrará sentir aquello que emitía su pecho. Dentro mio, justo en el pecho, me recorrían nervios que subían y bajaban, una angustia agradable en la garganta, que me aceleraba el pulso y la respiración. 

-¿Qué te pasa imbécil?

Rió de mi, acercándose cada vez más. Entonces lanzó una hojuela de cereal, justo a mi cara, solo a unos diez centímetros de mi. 

Entonces me alejé, y saqué un recipiente transparente con crema dentro de él. Rose reservaba esa crema para Paul, cuando gustaba tomar café sin azúcar. Olvidé aquello por completo.

Metí mis dedos en el recipiente, sacando un montón de crema entre mis dedos. Los otros chicos rieron.

-Oh, cuidado Johnny.

-Johnny corre...

Rápidamente, me acerqué esos 10 centímetros que nos alejaban, y pase toda la mano sucia de crema por su cara.

-Esto...- Se limpió y lamió la cara -Esta no me la pagarás tan fácil, Sadie.

-¿A si? Y que hará ahora, señor Lennon, ¿despedirme?

-Recuerda, que soy tu jefe bonita...- Caminaba sigiloso, mirando en todas direcciones, hasta que encontró otro recipiente parecido, transparente y alargado, de forma redonda. Era de aspecto oscuro y viscoso. Entonces lo abrió "mhm, chocolate". 

-John, no.

-¿No?

-Chica triste, te lo mereces...

-¡No me llames así, estúpido!- Di unos pasos hacia atrás, mientras el se acercaba.

-Soy tu jefe, preciosa, te llamo como guste, y ahora te estoy obligando a que te quedes aquí, es una orden.

Entonces George le hizo un ademán a Ringo para que salieran de la cocina. Mi amigo conocía perfectamente la situación implícita. Ringo accedió finalmente, sin entender mucho. 

Me apegué a la pared de en fondo. Metí los dedos dentro del frasco de crema batida, y probé esta, lamiéndome estos.

Noté como la expresión de John se tornó un tanto extraña luego de aquello, solo por unos segundos. Entonces reí y me sonrojé.

-Me estás seduciendo...

-¡No idiota, claro que no!- respondí entre risas, ¡claro que quería hacerlo!

-Me estás seduciendo -Metió los dedos dentro del frasco de chocolate, y lo probó -Amo el chocolate, podría comer chocolate todos los días de mi vida.

Y eso explicaba las cantidades industriales que las fans mandaban para John. "Menudas fans, no tenía idea de aquello, lo anotaré sin duda".

Se acercó lo suficiente a mi cara.

-Por eso es que engordas- Molesté. Y enserio, su cara comenzaba a lucir un poco mas redonda. Pero nada, juro que nada le quitaba lo guapo, de echo era como si cada vez alcanzaba un nuevo punto, y mientras más maduraba era aún mejor. 

-Oh Sadie, cierra la boca.

Manchó mi nariz de chocolate. 

-¿Es enserio? ¿Es todo lo que tienes?- Saqué un puñado de crema blanca, y lo pase por toda su cara. Pasé el dedo por sus mejillas, y lamí mis yemas sacando el resto.

-Tú lo pediste.

Saco una cantidad interesante de chocolate, y lo puso en ambas mejillas, y en mi mentón. 

-Oh dios, que miedo me da el gran Lennon, esperaba mas de ti...- Dije desafiante, volviendo a mandar toda su cara de crema, al igual que sus manos. Entonces al hacer aquello, el entrelazó los dedos de una de estas. Mi respiración estaba agitada, y mis pulso también. ¿Y quién no con este chico tan cerca?

Entonces se acercó al chocolate de mi mejilla derecha, y lo besó, limpiando mi cara de aquello. Yo quedé petrificada. Repitió lo mismo con la mejilla izquierda, yo no decía ni una palabra, solo lo observaba, a él y su belleza. Me encanta este hombre, en todos los sentidos.

Sus labios eran perfectos, la sensación de sentir su boca en mi era increíble. Imaginé como sería un beso suyo, no podría separarme jamas.

Entonces sonrió. "No me digas que hará lo mismo" y pues claro, solo quedaba mi mentón manchado de chocolate. Pasó el dedo por mi mentón, limpiando sin más el desastre. Quedé abrumada, esperaba con ansias que llegara justo este momento.

-Sadie, por favor no suspires tanto la próxima vez- Se burló. 

-Oh, eres el peor idiota del mundo... Yo te juro...- Me interrumpió, sosteniendo fuertemente mi mano, yo trataba de zafarme de él. -Suéltame.

Me hizo callar, y me quedé quieta, en el mismo lugar en donde estaba. Sujetaba mi mano fuertemente, y acercó su cuerpo un poco más a mi. 

Entonces, con un dedo, puso chocolate justo en la comisura de mis labios. Me relamí estos, y entonces susurró unos "no" ya que no debía comerlo. Repitió lo mismo, y lentamente puso sus manos en mi cintura. 

Primero se acercó al lado derecho, y besó mi comisura. Yo cerré los ojos, disfrutando sus labios tan cerca de los míos, sintiendo como si fuese un beso real. Sentía su calor, ambos sentíamos lo mismo, estábamos sincronizados. 

Entonces, luego de unos veinte segundos, cambio de lado, rozando mis labios, y besó el lado izquierdo de mi comisura. Lo desee tanto como él a mi. Podía sentir su respiración, John era mio, estaba conmigo allí.

Sus labios jugaban en esa zona de mi comisura, hasta que finalmente, tomó un poco de aire, y se alejó, dejándome en las nubes aún.

-¡Qué carajo piensas que soy! ¿Una de tus prostitutas?- Grité. Cuando estoy nerviosa, y no sé que hacer, suelo mandar todo por la borda.

Entonces respondió calmadamente, como si supiese de mi situación.

-A mis prostitutas les pago, tú no eres mas que una chica rara con carita de muerta. 

Susurró en mi oído y besó mi mejilla con fuerza, algo así como con rabia. Y salió de la cocina, con una sonrisa tan hermosa, que los pajaritos cantaban fuera y dentro de mi cabeza, y el éxtasis que me tomé ayer en la tarde se hizo insignificante.

-0-

-Paul, te amo, por favor dame tu autógrafo, ¡Paul!

Yo saludaba simplemente, agitando mi mano de lado a lado, mientras llegaba al lugar de la entrevista. Las jóvenes, no se molestaban en tener cautela, se acercaban a mí como abejas a la miel. Gritaban y chillaban.

De alguna curiosa forma siempre sabían en donde habían eventos y entrevistas. El día de hoy debía dar una entrevista para una revista muy importante. Iba con Amelie de asesora, ella sabía como manejar estas masas de personas. Brian se sentía un poco desplazado, sin embargo Amelie le agradaba bastante, era una dama.

Siempre era tan educada con todo el mundo, siempre llevaba una sonrisa amable, y por sobre todas las cosas, siempre lucía su peinado rubio con flequillo y cardado perfecto. Lo que esta gente no sabía, era que bajo esa peluca de peinado estilizado, había una chica con un cabello rebelde, hasta la cintura, y un rapado al costado izquierdo.

Ella era la definición perfecta de alegría para mi. De a poco, se convertía en la compañera de trabajo más agradable de trabajo que jamás tuve. Reíamos cada mañana en el estudio, bebiendo té de limón, y algún pastel que traía de camino. Eramos cómplices en todo sentido, teníamos chistes que jamás nadie entendería, pues eran nuestros, nuestro mundo de diversiones.

-¿Viste a esas chicas? te añoran con locura, yo no podría ser Alice- Sonreí a las palabras de Amelie.

-No es tan así, no te preocupes. Es decir, podemos tener una vida tranquila si estamos en casa, pero ya sabes, al salir de allí nada es igual.

Hubo un silencio placentero. Los silencios con Amelie eran tranquilos, podíamos estar todo el tiempo del mundo así, disfrutando la compañía del otro.

-Cualquier cosa estaré esperando aquí- Dijo Amelie, mientras nos debíamos separar para hablar con los reporteros.

Dudé un poco aquello.

-Prefiero que vengas conmigo, así me sentiré mas seguro cuando comiencen a tirarme basura.

-Oh, no lo harán créeme, ellos te aman Paul. Ya vi la nota que realizarán. Solo responde alegre, y no des adelantos de nada. Solo debes hablar sobre la película, y estará perfecto.

Entonces calmó un poco mis nervios, y asentí. Procuraba seguir cada paso de lo que me indicó.

-Por algo Brian confía en ti- Le sonreí, y me alejé de ella caminando por ese pasillo, acompañado de un grupo de personas, integrado por guardaespaldas y coordinadores.

Al terminar de responder las preguntas, me despedí cordialmente, di las disculpas pertinentes por la cual no asistimos los cuatro a la entrevista, y nos marchamos al auto junto a Amelie.

-Buenos días señorita Beaumont, luce muy bien esta mañana.

-Muchas gracias Mark, es que cambié de peinado esta mañana- Me guiñó el ojo, y subimos al auto.

Íbamos de camino a Casa Grande, pasaríamos a dejarla a ella primero. Miraba las cosas como pasaban rápidamente frente a mis ojos, de una manera rápida, aproximadamente a unos 80 kilómetros por hora, que con suerte me permitía ver algo del paisaje, lamentablemente, igual que mi vida. 

Londres era muy concurrido en esta época del año. "Rayos, recordé que debemos viajar en unos días".

Entonces miré mi reloj de muñeca, eran al rededor de las once de la mañana. Pensé un par de segundos, y descubrí que no quería regresar tan luego a casa. La vida pasa tan rápido que necesitamos tomar decisiones, a pesar de las consecuencias. 

-Amelie...

-¿Dime?

-¿Tienes algo que hacer?

-Mmm, debía almorzar junto a George y su familia, pero tengo hasta las una libre.

-¿Te gustaría dar una vuelta por ahí?- Al decir esto, me sentí un poco culpable. Y por el simple hecho de que sabía que lo que estaba haciendo no estaba realmente correcto.

Ella sonrió y dudó un poco, sin embargo aceptó, con la misma alegría de siempre.

-¿Y a donde iremos Paul? Te armarán un lío tremendo, tus fans son algo locas. 

-¿Te parece un té con pastelillos? Conosco el lugar perfecto, ni te preocupes por eso.- respondí sonriente, con cierto aire galán debo admitir, pero no fue intencional, lo juro.

-Me parece excelente.

Indicamos a Mark que nos dejara en un café, en una calle tranquila del centro de Londres.

-Adelante- Le indiqué a la muchacha, y caminó a través de la puerta. Yo llevaba unas gafas redondas de color negro, y un saco, sin embargo sería reconocido de todas formas.

Nos ubicamos en un espacio cerca de la ventana, así podíamos ver la lluvia que caía fuertemente fuera del local. Llegó una mujer con un delantal y la típica toga en el cabello, un sombrerillo amigable. Se detuvo un momento a mirarme de pies a cabeza, como si viese a un fantasma. Amelie se asustó un poco, pero yo estaba tan acostumbrado que no me importó realmente.

-Buenos días. Desearía ordenar por favor.

-Buenos días, lo siento mucho señor McCartney, ¿Puedo tomar su orden?

La mujer muy nerviosa, sacó un a libreta de su bolsillo, la cual cayó al piso. Amelie se rió en silencio.

-Quiero un té de limón por favor, y pasteles de vainilla.

-Excelente, ¿su novia que llevará?

-Oh, por favor, soy su colega- Reclamó Amelie con su acento francés. Era tan dulce para mi.

-Oh lo siento mucho señorita, ¿Qué desea llevar?

-Un té de rosas por favor, y quiero un pastel de chocolate.

-¿Cambiamos hoy Amelie?

-Es que el día está brillante para tomar decisiones.

La mujer se retiró rápidamente, y nos dejó solos. Ella me ponía nervioso, cuando fijaba sus ojos en los míos, tenía algo tan feliz dentro de ella, que me hacia estar bien conmigo mismo.

-¿Decisiones?

-Si, por ejemplo. Decidí volver a París esta mañana...- Mi rostro cambió por completo ¿era una broma?- No es cierto, solo me voy de vacaciones, mientras ustedes viajan... ¿cuando dijiste que se van?

-Dios, por poco me lo creo. Pues, pienso que nos vamos en unos cinco días, debemos ir a hablar con G. Martin luego de salir de aquí.

-Eso creo.

Entonces mientras esperábamos la orden. Fijé mis ojos en ella, sin ninguna intención extraña, pero lo hice así sin mas. La chica sonrió, y bajó la mirada.

-Hey...- Levanté su mentón con mis dedos, entonces volvió a mirarme. -Está bien- Terminé sosteniendo su rostro entre mi mano. Luego de unos segundos, llegó la chica con la orden. Nos asustamos, y rápidamente nos alejamos, pero sonrientes. Felices, no sabría decirte el por qué. 

Volví al departamento, luego de dejar a Amelie en Casa Grande. Olvidé por completo que los chicos habían quedado aquí pasando la borrachera de anoche.

-Buenos días.

Entré al departamento, y Alice corrió hacia la habitación sin siquiera saludarme.

-¿Ocurre algo cariño?

-Nada cielo... solo estaba ordenando algo.

Me apresuré a verla a su habitación, guardaba un sobre gigante de color blanco en el cajón superior. No entendí bien que es lo que hacía, sin ser esto novedad por supuesto, "pero que más dá" pensé, "estamos juntos aquí".

-Está bien.

Sonrió y abracé su cintura dulcemente. Entonces me alejé y me dirigí en dirección al baño. Abrí el inodoro, y me encontré con una sorpresa desagradable.

-¿Alice, estuviste vomitando?- No escuché respuesta alguna, la chica seguía en la habitación con cara de mil muertos.- Nena, estoy hablándote... ¿vomitaste?- Me acerqué a ella, y la abracé.-¿Qué ocurre Alice?

-Nada, no es nada no te preocupes... algo debió haberme hecho mal supongo.

Sin más, no le pregunté nada, pero algo escondía. Su actitud era completamente extraña.

Los días transcurrieron, las noches se volvían cada vez mas frías entre nosotros. Ya no dormíamos entrelazados, ni tampoco nos besábamos hasta aburrirnos. Cada uno se volteaba hacia su propia dirección. Tristemente, con una angustia tremenda, abrí los ojos.

-¿Despertaste recién?

Preguntó, observándome desde abajo, yo estaba sentado con un libro entre las manos, tratando de olvidar la pena que me inundaba.

-Pues, si, digamos que algo así...- Hubo un silencio incomodo, todos los silencios con Alice eran incómodos, si no hablábamos estupideces se sentía vacío y tenso. -¿Qué nos pasó Alice?

-¿De que hablas?

-Sabes perfectamente.

-¿Es cierto, tan temprano comenzarás con eso? Paul deja de preocuparte por tonterías, y levántate, llegarás tarde.

Estaba molesta, como siempre. Y quizás yo tenía la culpa, solía preguntarle esto cada mañana, con el corazón entre las manos, esperando que simplemente me besara y saliese de sus labios que todo estaba bien.

-Alice, esta tarde nos vamos a Australia.

Quedó perpleja. Se sentó en la cama, y arregló el tirante de su vestido, su cabello suave jugueteaba en su pecho haciéndole cosquillas, así que lo movió por detrás de su hombro. Su rostro sufrió una metamorfosis tremenda, y soltó una primera lágrima.

-¡Lo siento mucho!

Rompió en mi pecho, mientras yo la acariciaba, y calmaba sus sollozos. Me estaba acostumbrando a sus abruptos cambios de ánimo, aunque debo decir que era algo perturbador.

-Ya hermosa, tranquila, escribiré todos los días, lo prometo.

-Paul, no sé que me pasa... cariño, te amo. Perdón por mi actitud, solo que estoy un poco tensa con todo esto.

-Te amo mucho Alice.

Besé sus labios con amor, ¿O algo así?, bueno, sonaba como amor en ese momento. O quizás si la amaba, pero hay maneras y maneras.

Se levantó rápidamente, arregló su cabello para el trabajo, ya que la convencí de lucir bien aunque sea una vez en el día, para agradar a Brian. Se despidió con un beso, y se fue por la puerta.

Una sensación extraña me recorría. Estaba impaciente, sabía que algo escondía detrás de esa sonrisa sin emociones.

Con una adrenalina tremenda, comencé a registrar cada cajón de su habitación. Levanté toda su ropa, una por una. Encontré unos vestidos, parecidos a trajes a Go-go, me dio un escalofrío. Una bolsa de 10 gramos de marihuana yacía al fondo del último cajón, no me pareció extraño de todas maneras, en conjunto muchos papelillos de colores, y una pipa de color rojo. También encontré otras drogas, que simplemente no mencionaré, no vale la pena acordarse de eso. Pero sí, esta chica tenía un problema y duro, muy duro.

Entonces, cansado de mi ataque de celos, me senté encima de la cama. Al levantar la vista, en el espejo se reflejaba un sobre de color blanco mal sellado. "No es correcto hombre, deja eso allí" decía mi conciencia una y otra vez. Pero estúpidamente no le hice caso. Caminé y abrí el sobre desesperado, con miedo a ser descubierto.

Una ecografía.




Debo admitirles que, me gustó escribir la parte de Juan Limón  lo amo con mi vida. Y el pobre de Macca más confundido XD pero bueno, en el próximo veran como se desenvuelven las cosas.

¿Cómo han estado? ¿Qué tal su semana? apuesto que llena de trabajo en el colegio y demás, que tortura lennon mio, ahora mismo tengo que ir a estudiar. Tuve una noche terrible... les daré un consejo: Si alguna vez vienen a Chile, y beben Pisco, jamás, pero JAMÁS, beban leche al volver de la fiesta... solo eso. jajajajjaja mi pobre estomago, *mi mamá atrás diciendo* ¿te gustó salir jovencita? XD ♥ 

¡LAS ADORO! me reí mucho con sus comentarios jajajajaja me alegra mucho que les guste enserio jajajaja sus maneras de salvar a Johnny, fue muy divertido ♥ 

¿Qué haría yo para evitar lo que pasó? 
Corro al lugar del acto, unos diez minutos antes llamo a la policía, hago que lo revisen, ya que "intentó robarme" se lo llevan, y John se enamora de mi. Fin. jajajajja exito. 

Salma Belle, Lucy in the sky, Unicornia bella, Taty compañera incomprendida, Victorius ♥ muchas gracias por sus comentarios, me reí con cada uno de ellos jajajaj  Y a las demás, Lovely Cami, mi Danana que se que igual están por allí 

Tengan una gran semana, ALL YOU NEED IS LOVE, recuerdenlo siempre, haganle honor a la canción  y... ¡Nos vemos en el 20! ¿pueden creerlo? que luego avanzó la historia :O  



Ustedes dirán, NO, es imposible... es PHOTOSHOP... pero no señoras, es cierto. TENGO MI FOTO CON MACCA, no señoras, no es un POSTER... si la Vicki pudo, yo también. ¡LO LOGRÉ!


JAJSDHAJAJAJAJJASDHJASHDJASDHJJASHDJASHDJ  ES LO MÁS ESTÚPIDO QUE HE HECHO, BUENO NO, NO ES LO MÁS ESTÚPIDO. FUE LO DE BEBER LECHE CON ALCOHOL. ¡LAS AMO CON SABOR A BEATLE! XD






















viernes, 16 de mayo de 2014

Capítulo 18 - *Jugo de ciruelas*

Hola hermosas lectoras   estoy devuelta, después de demorar un poco más de lo común, pero aquí estoy con un capítulo nuevo  espero les agrade y no se hayan olvidado de mi jajajaja no me hagan bullyng. LAS ADORO ♥ muchas gracias por leer. 

18



-¿Falta algo más? 

-No, aún tenemos que copiar ese documento- Amelie me enseñó una carpeta con imágenes -Es la idea original. 

Me levanté del escritorio, dejando con cuidado un recipiente de porcelana que resultó ser obsequio de Amelie, al cumplir un mes como colegas, era placentero trabajar juntas. 

-Ya, pero, me gusta el de la carne... yo pienso que a John le agradaría también- "John, John, John. ¿Por qué crear algo que le agrade?" 

Yo suelo tener ideas extrañas, pero esta sin duda era sucia, y algo asquerosa, pero sería divertido. Una imagen de los chicos, con trozos de carne sobre ellos, algo de sangre si es posible... La droga hace su efecto sobre mi imaginación algunas veces. 

-No sé Amelie, sabes, si Epstein llega a saber que fue mi idea... sabemos que a ti te quiere, pero en cuanto a mi, es capaz de lanzarme por el big ben- Inquirí, ya en el marco de la puerta, eran las siete, ya casi acaba la jornada.

-Oh vamos Alice, a mi me agrada al menos, pero creo que es demasiado para Help, esperemos un tanto mas, no creo que nos despidan tan luego- Agregó al final divertida. Pero la verdad, es que todo es incierto, ambas quedamos pensando en aquello.

-Si, bueno, esperemos...- Terminé, y salí de la oficina. Marqué una tarjeta, y estuve libre, al fin. 

-Te tengo buenas nuevas- Inquirió el beatle callado, desde la ventana de su auto. 

-¿Buenas, buenas, o buenas para ti?- Abrí la puerta izquierda delantera y dejé mi bolso en el espacio de atrás.

-Buenas ¡estupendas! mi queridísima Alice.

-¿De cuánto hablamos Harold? 

-De un loco enamorado, con ganas de separarte de Macca, de eso hablamos.

Mi corazón brincó, y una sensación molesta revolvió mi estomago. Estrujé su brazo de felicidad.

-¡Oh estúpido George, que te dijo, vamos dime!

El chico se rió de mi.

-Cobro recompensa...

Cerró las ventanas del auto, y echó una mirada hacia el estudio. Amelie aún no venía, siempre demoraba ordenando alguna que otra cosa, o hablando con alguien.

-Ya, apúrate, aún no viene.

-Bien, necesito que hables con tu amiga, Rachel. 

-¿Qué voy a hablar con ella?

-Paul habla mucho con Amelie, no pienses que soy un celoso psicópata- Cambié mi cara despectiva, y relajé las cejas -Pero tengo un leve presentimiento, de que a él le interesa Amelie- 

-¿Paul?- Solté con algo de molestia, después de todo, era cornuda de todas formas. -No lo creo amigo, pienso que exageras.

-Es mejor prevenir. Necesito que Rachel se haga intima de Paul, entonces le contará algún día supongo. Tú dirás a Rachel que es por inseguridad tuya, tu me dices a mi, entonces yo te ayudaré con Lennon, y todos ganamos. ¿Capichi?

Me quedé procesando el plan un momento, no era tan mala la idea. 

-Ya, pero, yo soy amiga de Amelie, yo puedo preguntarle...

-Alice, eres novia de Paul, jamas te diría.

-¿Que diría?- Se abrió la puerta trasera del auto. 

-Nada amor, ¿qué tal tu día?- Saludó el flacucho, encendiendo el motor, y alejándose del estudio.

Me bajé del auto rapidamente, tratando de evitar esa discusión. Despedí a George y Amelie con la mano, subí el ascensor. 

-Hogar, dulce hogar.

Saqué mis zapatos, unos tacones altos. Deslicé la chaqueta y el chaleco por mis hombros. Desabroché mi pantalón, para ocupar una falda cómoda. Hacia frío, mucho frío. Me daba miedo el departamento de Paul, no era cómodo, era extrañamente sombrío. 

Tarareaba una melodía, una que escuché en la radio por la mañana. Prendí casi todas las luces, para sentirme mas segura. Unos pasos se escucharon desde la habitación de Paul. No había nadie, estaba completamente sola allí, yo  y mis inseguridades. "Mierda"

Fui a mi habitación, y me cambié de ropa. Solo me quedé con ropa interior, y una cómoda falda holgada, nadie llegaría hasta un buen rato, y la calefacción estaba prendida al máximo, empañando los vidrios. "Otra vez" 

Se escuchó un chirrido desde la puerta del baño. Una gota de sudor frío bajó por mi espalda. Corrí hacia mi bolso, y tomé un sedante. 

Me recosté en mi cama, esperando que me hiciera efecto, para poder calmar los malditos nervios. Entonces algo andaba mal; cuando me percaté que nada era como parecía, y que me sentí extraña, supe entonces que no era un simple sedante. Me levanté, y me asomé al balcón. 

La vista era preciosa desde arriba, podía ver todo Londres en su esplendor. Me balanceé hacia adelante con el ombligo presionando la baranda, era un piso veinte.

Reí hacia atrás, no consciente de lo que ocurría. 

If i fell in love with you, would you promise to be... True? Oh bloody hell i forgot the song. I love you fuckin' Lennon. -terminé de gritar por la ventana.

Lloré, lloré como una estúpida, dopada por esa pastilla. Mi pecho se retorcía de dolor, y yo colgaba de esa baranda, peligrando... sin saber lo que ocurriría. Era facil pensar que mi vida podía acabar así, sin mas, olvidarse de todo. Del planeta y las personas que me han hecho daño, de la soledad e inestabilidad, de mi cara. Al mirarme en el espejo me asustaba el reflejo, pues no me hallaba. No estaba conforme, no era conforme con nada, jamás entendí la suerte que tuve. 

Me tomaron por la cintura, y me levantaron de los pies. Recostada sobre mi cama, lo supe nuevamente por el aroma ambiental, me gustaban las velas con olor a vainilla. No quería abrir los ojos, sin embargo, su olor es inconfundible, el aroma de aquel chico.

-llegaste temprano...- inquirí.

-recuerda que venían John y unos amigos, y Rose estaba aquí preparando algo para comer...- 

Ahora todo tenía sentido, los ruidos extraños, los chirridos. "Soy tan estúpida". Me sentí mal, algo mal agradecida, sin embargo era difícil...

-Lo olvidé Paul... hoy vino una chica a verte. 

-¿Quién vino Alice?

-¿Quién? nada, no sé de que hablas...

Me miró confundido.

-Acabas de decir que vino alguien...- Se levantó molesto, y golpeó la cómoda en donde guardaba mi ropa. -Alice, ¿cuando vas a entender que vas a morir si sigues de esta forma? Si no llego a tiempo te lanzas de ese balcón, ¿¡cuál es tu problema!? Le pediré a Rose que si encuentra algo extraño, lo bote de inmediato. 

-¿Qué? No puedes hacer eso... Escucha, Paul, soy una mujer adulta, y se muy bien lo que consumo o no. Si quiero drogarme hasta ser un trapo, lo haré ¿escuchaste? Si vamos a estar juntos tendrás que entenderme.

-Te entiendo, juro que está bien. Pero quiero cuidarte Alice.

-¡No necesito que nadie me cuide! Soy una maldita perra Paul ¿Que no me ves? No soy una chica linda, no soy amable, ni tampoco me interesa ser educada. Y me importa un comino si tengo que morir intoxicada, soy una maldita perra...

Terminé, en suspiros, terminados en sollozos. Tristes y agotadores sollozos, en donde mi cuerpo se siente débil.

-No, no lo eres...- Tomó mi mejilla delicadamente, yo retiré su mano bruscamente, casi como un golpe.

-¡No me conoces Paul! Nadie me conoce, nadie sabe lo que yo solía vivir, no ha sido fácil, juro que no. ¡Y no me mires como si fuese una princesa! Soy todo menos aquello.

Me levanté, con la mirada compasiva de aquel hombre. Saque un cigarrillo de tabaco francés y di una calada. 

-No se si esto sea buena idea... Quizás no debí venir Paul, debí haberme quedado en Nueva York, en esa mierda en donde estaba hundida, yo no pertenezco aquí, no pertenezco a ninguna parte, soy una chica del mundo. 

-Pues, yo pienso que hice bien...- Hizo una pausa, y prendió uno de mis cigarros   , acercándose a la ventana -No me arrepiento de nada. No me arrepiento de Nueva York, cuando te acompañe estando perdida, no me arrepiento de París cuando estuvimos juntos esa noche, ahora que vivamos juntos... Estoy feliz de tenerte aquí.

Se acercó y besó mi frente. Y ahí, me calmé un poco.

-Lo sé... Si esto va a funcionar, tendremos que esforzarnos.

-Tranquila princesa.

Rodé los ojos, y resignada lo abracé.

-¡Hey Macca! Traje unas amigas...- 

Dos chicas, abrazadas a un hombre de peinado estilo Elvis se asomaron a la puerta. Me sentí un poco intimidada, pues llevaba solo un peto y una falda corta. Reí y tapó mi cuerpo rapidamente con una frazada, besó mis labios profundamente.

-Te veo luego princesa.

Leí en sus labios, y me dejó sola en mi habitación.





-0-

-Hey John, trae el whiski- Gritó una amiga de mi compañero.

-Tengo jugo de ciruelas, no sé si te sirve, no tengo baño para ti así que piénsalo dos veces...

Comencé a hurgar entre sus repisas de tragos que se encontraba en la amplia cocina. "Vodka, vino..."

-Permiso.

Una voz suave y femenina. Allí estaba, con el maquillaje corrido y los ojos negros, la cara pálida y ojerosa. Su falda holgada se encontraba en frente de mi cara, y levanté la mirada con cara de idiota.

-Hola Sadie.

Me miró de mala gana e insistió en que me moviera. 

-Permiso John.

-Hola, se dice "hola John".

Pasó una pierna por encima de mi espalda y cruzó para el otro lado. 

-Wow, no es tu dia compañero- Llegó Rich, golpeando mi hombro y imitando lo que Alice hizo hace unos segundos.

-Oh, cállate Ringo, si no quieres que llame a Tony eh...- Respondí, acordándome de lo ocurrido el otro día, mientras el ojiazules salía de la cocina con un plato de queso en cubos, resignado al chiste.

Me levanté del suelo, eligiendo el vodka de berries. Entonces la vi, mientras servía agua fría de un jarrón hasta su vaso, su cabello con ondas estaba desordenado hoy, se veía tan linda como siempre. En ese momento, llega Paul y la abraza por la cintura, besando sus labios, una y otra maldita vez. 

Cuando aquel beso terminó, me miró de reojo, y volvió al salón principal. Esto me estaba afectando un poco, me confundía tanto la forma en que me miraba. ¿Qué rayos quería conmigo? 

George esa tarde, me preguntaba que tal me parecía Alice. Pues yo respondí que me parecía una chica diferente... No todas se atreven a actuar como ella, la mayoría de las mujeres que ubico de su edad ya son estables dueñas de casa, con un marido a quien lavar los trapos. Recordemos esta sociedad machista que nos inundaba en aquellos años; Sadie era una joven bella y emprendedora. Un alma libre, que no se encarcelaba en nada, ningún prototipo, no se interesaba en el que dirán.

-Pues, si te digo la verdad amigo, es hermosa, y es muy extraña... Eso me gusta de ella.

-¿Te gusta?- Me responde George, con los ojos abiertos.

-Bueno, sí, pero tampoco es para tanto...- No podía decir que me encantaba ni mucho menos, George es compañero pero, también es mejor amigo de Paul.

Entonces volví a la cocina, en donde me encontraba, y caminé a donde estaban las visitas.

-¡Salud! 

Brindó Paul, y todos bebieron un trago, incluyéndome.

-0-

Todos reían, como usualmente. Pero si hablamos de mi, tenia muchas cosas en la cabeza: trabajo, trabajo y mas trabajo. Todos decían que tenía que relajarme, que eramos famosos y ricos, que ya estaba todo hecho, pero yo siempre pienso en mas. Tenia una gira y un álbum que terminar.

-Viejo, ¿Qué ocurre? 

-Nada- Respondí secante. Entonces John me pasa un vaso de jugo de ciruelas. -¿Y esto?

-No sé, quizás te ayude en eso que estas aproblemado...- Reí y negué con la cabeza.

-Imbécil, tu eres el único que no puede ir al baño los días viernes- Me miró desafiante, y bebió hasta la última gota.

-Al menos dormiré feliz esta noche. Ahora dime, ¿qué pasa? 

-Es que, sabes tengo una melodía en la cabeza, y pienso que el álbum está pobre aún... no sé, podríamos trabajar en aquello ¿sabes? estuve...- John interrumpió mi agenda.


-Ya, ganarás millones de todas formas, ¿de que te preocupas? diviértete un rato, si quieres luego jugamos con la guitarra, cuando los demás se vayan. 


Y así acepté. Compartimos un rato con aquellos amigos, pero realmente no entendía como a John se le ocurrían estas "fiestas" con tanto trabajo pendiente. 


Cansado, les pedí que por favor se retiraran. John iba saliendo atrás de ellos, con la guitarra en la mano, con paso de borracho, pero le hice un gesto a Ringo para que lo detuviese.


-¿A dónde crees que vas amigo?


-Vamos al Club Submit, ¿Quieres venir?- Respondió divertido.


-No, John, nadie quiere... ahora trae esa guitarra aquí, tenemos trabajo- Inquirí, y aceptó de mala gana. No entiendo como es tan inmaduro aveces.


-¿Y Alice dónde está?- Preguntó George luego de un rato de practica.


-No lo sé, pensé que con Amelie...- Respondí, no prestando mucha atención.


-Iré con ellas un momento... ¿vienes?- Le preguntó a John, quién casi se levanta de su asiento. Bastó que pusiera un gran rostro de disgusto para que atara su trasero al sofá. -Bien, sigan en lo suyo entonces...- Diciendo esto, se retiró.


Ringo tomó su chaqueta e hizo un ademán de despedirse.


-¿Y tú? a donde crees que vas- Inquirió Lennon.


-Oh vamos, no me necesitarán hasta un buen rato más. Me voy al Submit con los demás...- Golpeó la puerta del departamento, dejándonos solos, otra vez. 


-Excelente, siempre terminamos solos cariño, ¿no es así?- Sonrió con sarcasmo, y movió sus pestañas de arriba a abajo rápidamente. 


-Ya, deberías dejar esas cosas y ayudarme con esto.


Un papel arrugado, con olor a cigarrillo salió del bolsillo de mi pantalón. Lucía un poco amarillento, es que en la mañana se me cayó la tasa de té encima. John miró el papel, preguntándose que rayos era eso de tan mal aspecto. 


-Ya, no te rías Lennon, es una canción, que debemos incluir si o sí.


-Queda una semana, George Martín odia las cosas desordenadas y fuera de tiempo.- Respondió, bajándome los ánimos de crear algo nuevo juntos. 


-John, ¿desde cuando te importa?


-Que se joda, dame la sopa McCartney.


Sonreí cómplice, y le entregué parte de la letra. Comenzó a analizarla, parte por parte, palabra por palabra. Este genio era minucioso tratando con textos, para él era poesía... debo aceptar que en realidad yo me preocupaba mas de la música y arreglos. Nos complementábamos, de eso estoy seguro. 


If you let me take your heart I will prove to you, 
We will never be apart if I'm part of you. 


Tomó un lápiz, mientras yo lanzaba acordes al aire. Escribía, inspiradamente, de una forma continua, como si un bajón de inspiración llegaba desde el cielo a su extraña cabeza, pero lo hacía siempre bien, de esa forma inmediata, sin muchas preparaciones. Automatismo puro, después de todo era inteligente, y envidiable por muchos.



Open up your eyes now, tell me what you see. 

It is no suprise now, what you see is me. 

Cantó, luego de escribir un par de palabras en el papel arrugado. 

Lo peor de todo, es que yo tenía mas clara la película que cualquier otro ser humano. Esas palabras 
de amor y admiración era para una sola persona. Y no era cualquier chica... era Alice Murray, que por mas dopada que estuviese, era atractiva, enserio.





Me cae mal Sadie :( yo la envidio, enserio, quiero ser ella y no puedo :c no vale la pena sin Johnny añorándome y Paul amándome u.u ajajajaj 

¡Lo siento mucho por la demora bellas! generalmente subo uno a la semana, pero se me hizo super dificil. Ya saben, el colegio, y otras estúpideces, pero escribir siempre es lo mejor para relajarse ♥  también lo siento porque siento que fue un poco corto. Pero hoy en la noche escribiré harto, espero que les guste queridisimas mías 

Me hicieron tanto reír en sus comentarios anteriores :') se los juro jajajjaja Vicki, Salma Belle, Eleanor Unicornia, Danana me reí muchísimo, ustedes alegran mis momentos de ocio beatlemaniatico siempre. Saluditos a las demás que están por allí yo lo sé :3 

La pregunta que les hice la vez pasada fue, ¿Qué canción les trae un recuerdo bonito? para mi todas tienen un color o algo significativo pero Yesterday, es una de las composiciones mas bellas de toda la historia, y no lo digo solo yo 

Les dejaré otra pregunta queridas ♥ Imagina que ya evitaste la muerte de John... sisi, viajaste al pasado, con la maquina mágica y demás... ¿Cómo le hubieses salvado la vida? XD creo que es algo que muchas nos hemos propuesto, pero de ahí a pensar en algo coherente XD 

LAS AMO, gracias por leer  por último las quiero invitar a leer un nuevo fic, de Taty Sly, mi queridisima de argentina, y que no ubicaba mucho lo de los blogs, pero la novela es BUENISIMA, se las recomiendo 100% http://sphycobeatlesstories.blogspot.com.ar/  Sex, Drugs y Rock & roll, todo eso les promete y más jajajajaj y por supuesto mucho Pol, Jon, Jorge y Ringow ♥ 

UN BESO GIGANTE, Y NOS VEMOS EL PRÓXIMO CAPÍTULO