The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

sábado, 29 de marzo de 2014

Capitulo 12 - *Devil in Her Heart"

Hey there everyone! i'm back again. Hope you like this chapter girls, it's been dificult to write it cuz school and stuff, bloody hell, i need holidays. Anyway, hoping you're fine and having a wonderful weekend, here is new one from Alice, fuckin' lucky girl lol

Hope you like it and thanks for read! <3 <3 <3


12



Rabia, una sensación inmunda que nos lleva al desalojo de la razón. Me inundaba, desgraciadamente. Golpeaba mi guitarra tan fuerte que las cuerdas me tenían miedo. Odiaba a esta mujer. Alice era la maldita culpable de todo lo que me ocurría.  Alguna vez la llamé de una forma indebida en mis pensamientos, y le pido perdón, pero la impotencia no me deja otra opción.

Llevaba más de tres días lloviendo en Londres. Me gustan los días de lluvia de todas formas, simplemente porque te obligan a quedarte en casa y tomar una hoja y un papel.
 Llegamos a la primera parada, el departamento de Paul.

Por alguna razón, no decidió quedarse en casa con los demás. Una razón con cabello oscuro y manos delgadas claro, y una curva de cadera pronunciada. Ahí fue cuando supe, que debía olvidarme de la muchacha, por beneficio propio.

George era de corazón más simple y de ideas más humildes, no tenía problema en compartir con su chica en la misma casa.

-La señorita Murray arribará en unos minutos más señor McCartney, ¿necesita algo más, llamamos a alguien del servicio para que venga?

-Me gustaría reservar mi privacidad Mark.

Un hombre ya había descendido del automóvil para sujetar un paraguas para la salida oportuna de Paul.

-Estupendo, cualquier cosa o inconveniente nos contacta.

-Así será Mark, hasta luego colegas.

El joven bajó del automóvil a gran velocidad evitando la lluvia, despidió al hombre del paraguas y se fue. Habían comenzado sus vacaciones.

Ringo me miró haciendo un gesto que no logré comprender.

- Tranquilo, no son novios oficialmente...

Susurró después de unos segundos.

-¿Y qué con eso?

Respondí desviando la mirada de las gotas de lluvia que azotaban mi ventana.

-Si mis predicciones están en lo cierto, y mis conocimiento y experiencia con el amor no me falla, podría interesarte y bastante.

-Rich, ¿alguna vez me has visto devastado por alguna persona en particular? No pienses mucho, no analices lo que dije solo, dime.

-Justamente amigo, te lo digo porque así te veo.

Se produjo un silencio incomodo, jamás aceptaría que estaba en lo cierto. Entonces cambié de tema abrupta mente hablando alguna tontería haciendo a todos los presentes reír.

Que bien me enseñaron a hacer el tonto.

Llegamos a nuestro hogar. Solíamos compartir estadía cuando estábamos libres. Era una 
casona inmensa de todas formas, había días en donde ni siquiera  nos veíamos las caras, no alcanzábamos.

Otros días de vacaciones, cuando todos coincidíamos en ponerse una bata y tomar café, hartos de todo, estábamos juntos. Algunas veces bebíamos hasta que nuestro sistema digestivo actuaba con su mecanismo de defensa, expulsando... Bueno, relativamente todo, no entraré en detalles desagradables.

Este invierno fue diferente.
    


-0-


Las cosas estaban bastante ambiguas. Debía subir a un auto, luego tomar la avioneta hacia Londres, con Amelie Beaumont de compañera. Ahí me esperaría otro automóvil, separándome de la otra chica beatle y me llevarían con Paul.

Bien, veamos si soy capaz de seguir el procedimiento.

-Señorita Murray, hemos llegado. ¿Necesita algo más?

-Gracias Mark, todo bien por el momento.

Me quedé un par de segundos más en el auto. Mark se volteó, mirándome con duda.

-Mark, ¿Piensa que Paul es bueno? Es decir, ¿no estoy metiéndome en ningún problema, verdad? No quiero pensar que estaré en la casa de un asesino o un psicópata, algo por el estilo.

-Señorita Murray, el señor McCartney es un hombre de bien. Algunas veces un poco alocado y llevado de sus ideas, por supuesto, pero como cualquier persona con poder.

Me quedé pensativa un segundo más y luego agradecí al chofer. Reí para mis adentros por el disparate que dije.

Bajé del auto y subí el ascensor, después de hacer algunos otros papeleos para que me dejaran ingresar finalmente. Estos famosos tienen la seguridad de las seguridades, casi tanto como en prisión. Toque el timbre, un escalofrío recorrió mi espalda.

-Al fin llegaste, llegué a creer que tendría que botar todo esto- Un guapo hombre abrió la puerta de par en par con una sonrisa encantadora.

Una habitación preciosa, bastante suntuosa, se encontraba frente a mis ojos. Los muebles tenían estilo geométrico, casi la mayoría. Los colores de estos eran brillantes, y bastante psicodélicos. Todo lucía tan limpio y perfecto, calculadoramente.

Entonces me despabilé, y respondí a su sonrisa. Me indicó que cruzara la puerta del departamento.

La mesa estaba servida minuciosamente con pasteles de todo tipo. Pequeños, grandes, con crema, de colores y otras variables. Las tazas de té servidas perfectamente, una loza muy fina, debo recalcar. Un recipiente con azúcar, de estos destellantes, con cristales incrustados. Me sentí abruptamente alagada, "Dios no merezco esto, juro que no lo merezco".

-¿Qué ocurre?- Inquirió con una sonrisa, un tanto incomoda. Al parecer esperaba otra reacción de mi parte. Yo observaba aún estupefacta. -¿No te gustan los pasteles? Ay no…- Tomó un par de platos algo afligido –Sabía que no debía comprar los con crema, lo siento…-

-¡Paul, Paul!, está bien, es perfecto…- Se detuvo en seco con ambas manos ocupadas por los platos que pensaba retirar. –Es perfecto… es decir, me gustan mucho los pasteles.

-Te… ¿te gustan?- Tartamudeó –No, no los hice yo si es lo que estás pensando, pero compré los que creí que te gustarían, pero bueno, no sabía cuál te gustaban así que los compré… todos.

Caminé unos pasos alrededor de la mesa con una media sonrisa. El joven me miraba atento a mi movida.

-¿Y esto es por mí?

-¿Es broma? Por supuesto que es por ti. Solo quiero que te sientas cómoda…- Dijo calmando su expresión nerviosa débilmente.

Estaba en un serio problema. “¿No pensaste en aquello, verdad Alice?” como rayos le esconderé a Paul lo que ocurre, como hacerle entender que los ruidos extraños que escuchará después de la cena de cada noche no son provenientes del baño, ni de mi garganta. No podía comerlos, no puedo hacerlo.

-Paul, eres muy dulce… no, no era necesario hacer esto-

-Lo era pequeña, todo eso y más.

Se acercó dulcemente y besó mis labios.

Procedimos a sentarnos a la mesa. Era una real tortura, sin embargo, la cara de Paul al ver que no salté de alegría como cualquier otra persona, me hirió, y no quiero eso realmente. Así que simplemente comí los que pude, y bebí el té ingles justo a la hora.

-Tengo una habitación para ti, ¿Quieres verla? No acepto un no como respuesta, estuve toda la tarde ordenando para ti…- Terminó de decir el joven al beber el último sorbo de su té.

-Vamos a verla entonces.

Tomó mi maleta y la llevó hasta una habitación. Entonces yo, ágilmente como la vida me había enseñado en todos estos años, entré al baño cuidadosamente. Me percaté de antes prender la televisión a un volumen prudente para no aterrorizar a McCartney.

 Realicé mi rutina, la misma vieja y estúpida que llevaba siguiendo, tristemente, durante casi ya dos años completos. “En cualquier momento, sé que en uno de estos días, caeré sobre mis rodillas como de costumbre, pero esta vez ya no me levantaré jamás, mi tráquea se consumirá por si misma y yo… simplemente no sabré lo que ocurrió”

Gritó algo desde adentro como un “ya, está listo” o algo así, no alcancé a escuchar realmente. Seguí la luz proveniente de la habitación y me aproximé.

Una cama de dos plazas en una habitación decorada con la misma temática anterior. Debo aceptar que por un instante, por mi cabeza pasó la remota idea que dormiríamos juntos. No fue con segundas intenciones, si es lo que piensas.

Hice una expresión de asombro, el joven sonrió satisfecho.

-Paul, que amable ¿Seguro que es necesario? Es decir, puedo llamar a un hotel, o algo por el estilo... Enserio no quiero que te preocupes.

El chico me interrumpió.

-Ya, ya mujer, deja esas lamentaciones para otro momento. Tú eres mi invitada especial, no vienes sola, yo me encargo de todo.

Sonreí y me senté a los pies de la cama. Paul relamió sus labios y salió de la habitación, con una idea expresada en sus ojos. Llegó a mi lado con una guitarra entre sus manos.

-¿Sabes tocar cariño?

Solté una risa.

-Eso cuenta como un no supongo- Respondió devolviendo mi risa acomplejada. Comenzó a tocar diferentes acordes, fascinándome. Pudieron ser minutos, u horas supongo. No recuerdo, el tiempo transcurrió rápidamente. Afuera helaba, pero la habitación era tan reconfortante junto a la melodía suave y la grata compañía. Un hombre correcto, conspicuo y talentoso.





-0-


Alice dormía plácidamente aún, recostada en mi cama. La noche anterior, digamos que no fue necesario ocupar la habitación de huéspedes, solamente eso.

Desperté amarrado a su cintura.

Las vacaciones, sin embargo, no significaban dejar de trabajar en lo que debíamos... Terminar el álbum.

Deposité un beso sobre su cabeza y observé su espalda delicada y desnuda. Dejé una nota al costado de la almohada. "El deber me llama cariño, voy con los chicos al estudio. La calle Abbey Road es el punto de referencia, si es que me necesitas estaré allí. Pd: No me aguanté y te robé un beso antes de salir. Paul."

Trabajamos tan duro esa tarde, a pesar de las diferencias que habíamos tenido con Lennon. Esto no significó el fin de aquello. Cada vez que nos encontrábamos casualmente, saltaban chispas desde sus ojos.

-¡Paren!

Nadie escuchó el reclamo de John.

-¡Ya, detengan todo!

-¿Qué ocurre ahora?- Respondió George Martin molesto desde afuera de la cabina.

-El bajo no está sonando bien Paul. Debes coordinarte con el riff. Ticket to Ride desde el comienzo.

Ringo aceptó el reclamo y comenzó desde el principio. Harrison trabajando con el riff, John la guitarra... ¿y yo? Yo no hacía nada. No estaba de ánimos para que alguien interrumpiese mi trabajo, estupendo, trabajo. Nada erróneo en absoluto.

-¡Paren, paren todo! ¿Qué rayos te ocurre?

Me lanzó la mirada a mí esta vez. Miré hacia arriba y tomé un respiro.

-Necesito cinco minutos.

Salí del estudio, dejando a todos con expresión tragedia. Caminé por el largo pasillo que llevaba afuera, resoplando: "Paul, estás mal con el bajo, pff, vete al carajo, al menos yo..."

Choqué fuertemente el brazo de una persona que caminaba en dirección contraria. Hice un pequeño sonido en forma de quejido. Justo en el codo, duele bastante.

-¡Lo siento!

Una aguda voz francesa. Amelie fue la desafortunada en recibir mi golpe. Acariciaba rápidamente su brazo, para calmar las contracciones que producían el dolor.

-¡Amelie, lo siento mucho!

Tome su brazo e imité sus movimientos, tratando de sanar su dolor. “Dicen que al hacer esto expulsas una hormona que inhibe el dolor, pero...”

La chica interrumpió mis pensamientos y rio al ver mi reacción.

-Ya, está bien- Decía entre risas. Respondí a aquellas, sin querer aplicando un color rojizo a mis mejillas. Hicimos un extraño contacto visual por unos segundos, hasta que ella desvió mi mirada. -Parece que no tienes un buen día, ¿verdad?

Hice un gesto de lamento. -Estás en lo cierto, ha sido un día estresante- Tomé asiento en el piso, ella se apoyó a mi lado.

La chica acaricio mi hombro dando unas palmaditas.

-Pronto se arreglaran las cosas, ya verás. Además sonabas excelente, son solo ocurrencias de Lennon.

Sonreímos por unos segundos. ¿Por qué nunca había visto a Amelie de cerca? Simplemente no había tenido la oportunidad. Sus facciones eran encantadoras. Al descubrirme pensando esto, mi estómago dio un vuelco agradable. Simplemente nos sonreíamos.

Si Alice, no hubiese llegado a mí completamente drogada esa noche en Nueva York, si Beaumont hubiese escuchado mis disculpas luego de tirar su trago de vodka sobre esplendorosa blusa y aceptado mi invitación, si George no fuese mi hermano menor, quizás… entonces quizás las cosas serían diferentes, muy diferentes.

-Paul...- John llegó al lugar repentinamente. Conozco esa expresión... John me conocía lo suficiente para saber lo que pensaba, hacia, o planeaba hacer.

-Ten cuidado McCartney, porque por George respondemos todos...- Terminó de susurrar al pasar por mi lado.

Lo miré despectivo, sin embargo la situación no afectó mi desempeño. A quien engaño, lo hice terrible. No soportaba estar mal con John.

Terminando la sesión, subí a mi automóvil sin despedirme del susodicho. El orgullo era un maldito problema para mí, pero también lo era de mi joven compañero de fiestas, escapadas, risas y malditos sueños cumplidos.

Subí el ascensor y luego abrí la puerta del departamento.

-¡Alice, llegué!

Grité al cerrar la puerta principal. Nadie respondió, debía estar durmiendo. Con lo agotada que siempre está, no me parecería extraño. Caminé un par de pasos y me asomé a su habitación. Me encontré con un bulto tapado hasta el cuello dentro de la cama, en el cual únicamente podías distinguir un monto de cabello desordenado, difuminado por la oscuridad de la habitación.

-Aw, es una ternura- Exclamé al escuchar unos suaves ronquidos. Entonces me acerqué y me senté al lado del cuerpo, acariciando el cabello.

Esperen... Algo anda mal aquí.

Ambos pegamos un grito cuando nos miramos directo. Me levanté rápidamente, aterrorizado, casi tropezando.

-¿¡Qué mierda!?

Un chico de cabello largo, casi melena, estaba acostado en la cama de la joven con el pecho descubierto. Asustado, el joven se levantó rápidamente, tapándose la ropa interior con las sábanas de brillantes colores.

Entonces Alice sale del baño junto a otra chica de cabello rubio, riendo naturalmente, mientras fumaban un porro.

-¡Tony! Te dije que te levantaras inmediatamente si no querías que te mandara directo a casa.

-Alice…- respondí mirando a Alice confundido.

¿Tony?... ¡Claro, Tony! ¿Qué mierda hacia aquí?

-Es, bueno es una larga historia- Respondió la muchacha de cabellos oscuros con una media sonrisa. Alice era tan extraña algunas veces, pero me aventé a aceptar cualquier cosa, cualquier cosa que viniese de ella.

-0-

Con mis armas secretas estaba segura. Estas dos almas jóvenes eran mi fuente de energía, y es que dicen que los amigos son fundamentales en la vida de cualquier persona. Todo el mundo necesita al menos, un amigo. Tony y Rachel volvían a las pistas junto a mí.

Rachel molesta, y después de una botella de ron cubano y unos cuantos puros jamaiquinos que Paul tenía de reserva, aceptó finalmente que me quedara al menos una semana junto a McCartney. Sería de pésima educación irme el primer día de llegada, luego de su honorable introducción a lo que mi estadía en Londres sería, se comportaba como un caballero de primera.

Ya nos encontrábamos en pie todos los asistentes a la recepción de mis tranquilos y benévolos amigos. Nadie quería cocinar así que simplemente desayunamos té y pasteles de la noche anterior, la crema tenía ya un sabor extraño, un poco agrio. “Genial, ya tengo la primera excusa del día lista”.

-Tranquilo Tony, estarás bien. Londres es bastante caluroso en verano de todas formas, bueno, de vez en cuando. Pero te puedo prestar un abrigo, no lo sé…- La chica Rachel interrumpió a Paulie.

-Descuida Paul, Tony solo está jugando, siempre tiene frio, es algo natural ¿verdad Alicia?
Estaba en otro mundo realmente. El café no logró despertarme del todo. Pero lamentablemente, otra cosa bastante desgraciada logró hacerlo. Logró remecer mi corazón en menos de un segundo y estabilizarlo abruptamente, dejando un montón de revoltijos en mi estómago, un nudo asfixiante.  “Nunca más pasteles Alice, nunca más…”

-Buenos días.

La puerta abriéndose de par en par, los tres chicos ingresando por el salón… su voz áspera, pero suave, tan suave que era vomitiva. Rogaba a dios que me perdonara, enserio, y que le diera a Paul también una cucharada de su misericordia. Lennon y sus gafas se posaron sobre mí. Me aguanté un escalofrió.

Rachel apretó mi mano fuertemente bajo el mantel. Claro, se me había olvidado por completo esa desagradable escena, mi mejor amiga acababa de recordarme como comenzaron las cosas realmente con él. Entonces me armé de orgullo, y traté de desaparecer ese ridículo sentimiento.

Todos se conocían las caras, de una u otra forma. De parranda, o en algún hotel luego de la fiesta…

-Vinimos a compartir el desayuno contigo Paul, ya que no nos visitas jamás- Dijo Ringo depositando unas bolsas sobre la mesa. Me dirigió una amable sonrisa, haciendo que sonriera a su comentario. Este chico era el beatle más “normal” y simpático que conocí, el único que no andaba con embrollos.

-Pues a mí no me molesta que vengan, a los chicos tampoco, ¿verdad?


Cruzamos miradas, una, dos, tres veces. Quería esconderme, quería huir de ese ser tan opaco en frente mis ojos. John tenía una cualidad excéntrica, el sentido de su mirada era tan fuerte. Quería pertenecerle, solamente al mirar su ojos sentenciaba ese sentimiento en mí.

Maldito John, maldito y estúpido John.






¿A quién le gustó el gift de Paul allí arriba? es tan sexy este hombre, ¿Por qué nos hace esto? que gana con hacernos sufrir así. Cuando vi el video quede así *0* y dije, esto debe ser un gift <3 

Ojala les haya gustado el capítulo.

Salma belle: Tienes razón mujer, ellos 2 son unos orgullosos :( jajaja pero ya aprenden, lo prometo. Y Ringo! tengo mucho, mucho material de Ringo, ni te imaginas las cosas que le ocurrirán! ya verás pronto, así que no te despegues de nuestra sintonía jajshaaj Gracias por comentar como siempre <3 me animan tus comentarios. Besos y abrazos! y sube pronto tu también querida!

Danitza: Ojala que hayas tenido un cumple filete <3 salí yo salí yo salí yo :3 y ya van tomando rumbo las cosas aquí, sabes a que me refiero. Paul, George, Amelie? mmm, sospechoso. Yo le amooooo! <3 

Lucy Lsd: ¡Una pelea de enamorados! John y Paul se aman, yo lo sé. Y no te preocupes que aquí también lo hacen, pero son tontos :( Que bueno que te haya gustado el cap, y gracias por comentar como siempre <3 Y si quieres protestaré en el concierto de Paul, iré con un cartelito que diga, ESPAÑA WANTS YOU PAUL! y grito como loca, verás que sí va :3 jajaja y si lo hace, me convidas un poco de ese LSD que tanto hablas *0*. Besos y abrazos! <3 

Ximm: ¡Muchas gracias! enserio, significa mucho, ya que justamente es lo que trato de hacer al escribir, y si te pasó, es magnífico. Gracias, gracias <3 y aquí va otro capitulo. Espero verte seguido por aquí! tu trabajo también es estupendo. Bienvenida entonces :3 un beso!

Cami: Que bueno que te haya gustado! :3 La verdad es que sí, de echo ya estoy preparando los pañuelos desechables, y alguna sustancia refrescante para después, porque gritaré como enferma. Seguro lo verás entonces! porque es obvio que irá por allá. Un beso! y gracias por leer :3

Juanuco: Gracias por leer, ¡eres el mejor! y el primero que aprueba todo esto jajaja lo sabes <3 y por comentar mis cosas jajaj que lindo! te amo <3


Ya, terminé los saludiños. Creo, tengo una leve sospecha que hay alguien de Alemania leyendo, porque siempre visitan de ahí, y es sospechoso. Si es así, un saludo para ti anónimo de Alemania <3 jajajaj 

¡Las Adoro!, gracias por leer. <3 

Johnny también dice adios <3 aww. 









viernes, 21 de marzo de 2014

Capitulo 11 - *Walls & Bridges*

Hola a todo el mundo! espero me disculpen por haber subido tan tarde. ¡Han sido unas semanas de locos! ya estoy en el penúltimo año escolar, así que las cosas se vuelven muchisimo mas difíciles, pero por supuesto siempre busco un momento para escribir esta historia <3 y para leerlas a ustedes también! yaya me cayo, gracias por leer pequeñas :3

11


El reflejo de los rayos de sol plasmados en las ventanas de las calles, a la penumbra del amanecer, luce suntuoso. Tan solo imaginen esos cristales de un color celeste detallado por franjas naranjas,  indiscutible, hermoso.

-Buenos días París, bienvenidos a la sintonía nacional más importante del país. The Beatles, la famosa banda de rock ingles que vuelve locos a los más jóvenes de la nación, cierra su estadía en París con un concierto de despedida el cual ha causado revolución en todos los medios. Veamos los detalles… fotografía y articulo de Amelie Beaumont.

Bebí un sorbo de mi café matutino. Sufría de pereza antes de los shows, era una desventaja realmente, porque muchas veces no me concentraba en los ensayos gracias a aquello, y George comienza “John, despierta ya… vas fuera de tiempo” y me esfuerzo, me esfuerzo, y me concentro, me concentro.

“Ya, basta”. Me hice caso y abrí el regadero de la ducha. Mojé mi cabello, enredando los dedos en él, mezclando el shampoo enérgicamente. Lavé mis dientes cuidadosamente, retoqué el peinado inveterado de carácter Beatle, y estaba listo, bueno casi.

Al salir de mi habitación, me encontré con los otros tres restantes sentados cada uno con la mirada distante. Brian estaba de pie al centro de la habitación con mirada de diablos. Richard vacilaba con un encendedor, girando el rodamiento continuamente, desentendiéndose de lo que ocurría.

Mientras George con la mirada fija en un punto irrelevante, poseía un fruncido seño, amargado. McCartney lo imitaba, movía la pierna involuntariamente de arriba hacia abajo, de una forma ansiosa, con un temblor molesto. Cruzamos las pupilas por un par de segundos… una tensión asombrosa brotó entre ambos. Sadie era un maldito juego difícil, y desgraciadamente, me agrada actuar de mártir.

-Me enorgullece saber que no fui yo esta vez.

Todos hicieron caso omiso a mi comentario, esbocé una sonrisa. Me dirigieron un par de miradas desinteresadas.

-Ya, ¿qué ocurre? Nada que el señor Epstein no pueda arreglar me imagino, ¿verdad mon cher?

Brian dirigió la atención a mí esta vez.

-¿Sabes qué ocurre Lennon?, ayer fotografiaron a George que deambulaba inyectado en alguna droga, abrazado a la joven Beaumont… que por cierto, les recuerdo que ella trabaja con ustedes, o trabajaba, no sé bien como arreglar este escándalo. Mientras McCartney, subiendo a jovencitas a la gira, que por cierto, esa tal Alice no tiene ningún tipo de estudio aparente como decía tener, aparte es bastante poca clase… una muchacha no deambula alcoholizada por ahí, eso es mal visto.

Paul se levantó de su asiento con la mandíbula bastante apretada.

-¿Te recuerdo algo Brian? Desgraciadamente, yo y estos otros tres chicos somos tus jefes… por lo tanto no puedes llamar a mi chica de esa forma, porque los problemas los arreglaras directamente conmigo, si no quieres perder tu empleo mejor cuida tus palabras.

Mi chica, mierda… ¿desde cuándo era suya? Me perdí de bastante. Al parecer mis sospechas se concretaban, y la muy… sí, McCartney se la jodió. Imbécil.

George levantó la mirada, molesto.

-Sabes, no entiendo esta mierda… esto es tan injusto. ¿Por qué Paul y John pueden invitar a alguien a los viajes y yo no puedo también? Ringo debería poder también ¿sabes?, es nuestro derecho, y haré que se cumpla. Brian, nos conviene Amelie, es excelente como periodista, ella nos puede ayudar con los paparazis y…             

-¿Qué no entiendes que ver a una mujer más en el círculo Beatle sería extraño? Chicos ustedes hacen dinero, venden millones, no se pueden exponer…

-Dejen de ser malditamente pendejos y escuchen lo que Brian quiere decir. ¿Acaso a tus fans les gustaría ver a Paul McCartney con la reina de la borrachera?-  Al decir esto, McCartney me dirigió una mirada de mil diablos, apretando su mandíbula aún más. Sus poros comenzaban a abrirse y sus mejillas se tornaban un poco rojizas… era tan divertido verlo en su momento de rabia.

-¿De qué estás hablando Lennon?

-Sabes perfectamente de lo que hablo, Alice. Dime que no la conoces, como si no fuese una jodida chica con problemas bastante agudos con los excesos… de todo tipo.

-Tú no sabes, tú no la conoces John. No ocupes tu ridícula y cobarde forma de defenderte de los demás con ella, sabes que no tienes argumento y eres contradictorio con lo que dices. Sabes que te encantaría estar en mi lugar de todas formas…

Eso realmente me tocó en cierta manera. Sí, es verdad, estaba liderando en ese sentido. Tenía rabia, mi orgullo estaba completamente herido por esa mujer. Me había rechazado, por segunda vez.

-Eres asqueroso, eres un imbécil y degenerado.

McCartney se jactó, con una media sonrisa.

-¿Degenerado? Por favor, ¿con quién estoy hablando?

Brian se interpuso entre nosotros, tomándonos a ambos por los hombros.

-Ya basta, creo que escuché bastante por hoy. La chica se va, no quiero saber que andan con niñerías, ustedes son The Beatles y eso es lo que le importa al mundo entero.

George se levantó enojado. Difícilmente se veían cosas como estas.

-Amelie irá conmigo Brian, no es mi problema lo que le guste al mundo entero, ya estoy harto de toda esta mierda. Preferiría ser un completo desconocido antes de seguir así.

Ringo tenía la mirada desviada fuera de la escena. Era el único que no tenía razón para discutir.

-Alice tampoco se irá.

McCartney proclamó hacia la corte. Como la voz principal de un regimiento, el general imponiendo una regla irrompible.

-Deja de ser tan estúpido Paul. Sabes perfectamente que Alice es Sadie frente a mí, y déjame decirte que nunca se resiste demasiado…

McCartney cerró sus puños y golpeo mi pecho con ambos, empujándome hacia la pared. 

George rápidamente habló, tratando de calmar a su compañero. Yo esbocé una sonrisa triunfante.

-No juegues conmigo Lennon, no lo hagas…- Exclamó Paul, un poco más apartado de mí esta vez
Brian, furioso, salió de la habitación con una sensación de impotencia. Desgraciadamente no podía hacer nada, pues él no era el jefe después de todo. Golpeó la puerta al salir.

En ese momento, el ruido de unos tacones se siente a lo lejos desde el pasillo. Un ruido parecido al que se logra escuchar en Lenocinios, o cosas por el estilo… no es que frecuente esos lugares llenos de sudor y alcohol desvanecido, pero como dice el dicho, simplemente “por lo que me han contado”. Cada vez se acercaba más el sonido femenino a la puerta. El chirrido de esta llamó la atención de todos.

-Lo siento- Dijo la muchacha con aire tímido –No sabía que estaban ocupados…- Hizo un intento por huir.

-¡Oh, no, en absoluto! Adelante Alice, ven a ver como este imbécil habla maravillas de ti, te lo compraste bien comprado… hace tiempo no lo veía tan enamorado, el mes pasado fue una chica de Blackpool, ¿verdad Paul? Al parecer haces un excelente trabajo en la cama, porque déjame decirte que Anna era genuina, tuve la posibilidad de corroborarlo y…- Hice un burlesco gesto con los ojos.

-¿De qué están hablando?- Preguntó fijando sus hermosos e inocentes ojos en mí. Era vulnerable algunas veces.

El chico, con las manos hirviendo, soltó un puñetazo sobre mi nariz. Quizás bien merecido, quizás no. Por supuesto, no me quedo nunca de brazos cruzados.

 Devolví el puñetazo pero esta vez sobre sus labios, reventando uno de sus capilares al hacer contacto con sus propios dientes. Ringo se levantó rápidamente y me sostuvo de los brazos, calmando mi ira.
McCartney enfurecido, sostiene su labio, presionando para detener el fluido. Sadie se acerca a él rápidamente, poniendo un pañuelo contra su labio inferior, accesorio que solía llevar sobre su cabello.

-Eres un maldito idiota John…- dijo la chica mientras sostenía la cara de Paul entre sus manos.

-¿Saben? Pueden todos irse al mismísimo infierno, me largo de aquí.

Cerré la puerta tras mi espalda de un portazo.
¿Y esta? ¿Quién se creía que era?

Maldita Sadie, maldita y estúpida Sadie.

-0-



Las cosas no son fáciles últimamente. Cuesta mucho despertar con el pie derecho, sin antes aplastar el dedo pequeño de alguien en el intento. Sin embargo confió en mí, siempre, sea cual sea el periplo.

Algunas veces era opacado… des intencionadamente. Me sentía extraño y afortunado a la vez, entremedio de esas jodidas mentes creativas que lograron toparse en su predeterminado sino. 

John Lennon y Paul McCartney estaban destinados. ¿Acaso alguien más formaba parte de ese universo tan particular y perfecto en que se sometían al crear, lo que fuera? Es decir… ¿cabía un George en sus egocentristas doctrinas?

El beatle callado. No siempre fue algo que me molestara, sin embargo algunas veces era tedioso. Que la opinión de las otras dos cabezas tuvieran más relevancia que la mía, y para qué nombrar a mi compañero de cuarto, Ringo estaba aún menos incipiente en las decisiones que tomaba la banda.

Algunas veces pienso y me pregunto ¿Por qué no simplemente huir? Irme de aquí, encontrar algún otro empleo… no sé. Siempre me ha gustado la jardinería, en verdad, podría comprar un campo y alejarme de todo este averno capitalista. Algunas veces me siento una máquina de dinero.

Sin embargo aquí estoy, el amor a lo que hago es lo que me mantiene aquí. Ha sido un año de locos. La fama, los fans. Los fans… la reciente apodada “beatlemania”.

Les confesaré algo, nunca pensé que llegaríamos tan lejos. Por esos años de antaño cuando John decía su frase célebre.

“Where are we going fellas?
To the top Johnny!
-Where is that fellas?
To the toppermost of the poppermost!
-Right!“

Cielos… cada vez que esa frase  llega a mi mente me aterroriza completamente. ¡El jodido demente estaba en lo cierto! No eran cuentos.

La joven se sentó a mi lado apoyando su cabeza en mi pecho. Acaricié su cabello, por debajo de esa extraña peluca que debía llevar para aparecer en sociedad. Enamorarse era un juego peligroso, y yo lo tengo más que claro… pero es imposible no caer por ella.

Amelie era una especie de alegría portátil para mis días complicados. Conocerla me abrió las puertas a otro mundo, a ese mundo cotidiano y terrenal en donde no importa mi apellido. Un mundo o realidad que lamentablemente he perdido.

Besé su pequeña frente. Dirigió sus ojos hacia mí sonriendo, abrazando más mi pecho.

-¿Tienes algo que decir Harold?

Me desconcentré un poco, saltando en mi puesto. Venía la parte difícil de hablar, como hacerle entender que la quería conmigo, que en realidad la necesitaba. Me brindaba la estabilidad que necesitaba, los pies en la tierra.

-Amelie, tenemos que hablar.

-Te estoy escuchando- Esbozó con su lindo acento francés.

-Bueno, esto no es fácil para mí. Tú sabes bien que, me voy,  que nos volvemos a Londres.

Cambió su sonriente expresión por una, indescifrable.

-Sí George, comprendo perfectamente que debes volver… es decir, ha sido una maravilla conocernos, han sido unas semanas inolvidables para mi George…- Hizo una pausa para un suspiro –Sin embargo, sé muy bien, que esta no es tu vida.

-Justamente de eso te quería hablar. Quiero que vengas conmigo, es decir, ¿te gustaría?...- La chica sonrió tímidamente, mirándome con sus ojos sonrientes. –Amelie, linda, ¿te gustaría ir conmigo?

Se aferró un poco más a mí pecho, con su preciosa sonrisa, realmente me gustaba lo que hacía. 

Acaricié su cabeza frágil.

Eso cuenta como un sí, ¿no?

-Mientras sea posible, no me separaré de ti.

Terminó lo dicho con un beso.

-Te necesito Amelie, por favor nunca olvides lo que me haces sentir.


Please remember how I feel about you,
I could never really live without you.
So, come on back and see 
Just what you mean to me. 
I need you.






Ay george, como te amo :( pero es de la Dani Amelie así que no me meto con tus cosas.

Salma: jajajajajja dios mio, perdoname salma belle, se que te has puesto celosa con la capitulo anterior. Esa Alice es una depravada junto al Paul, depravados, no tienen otro nombre. Mclennon! amo Mclennon :$ jajajjaa gracias por leer y comentar <3  besos y abrazos!

Lucy: perdoname si te cause un trauma  de por vida Lucy in the sky! te juro que no fué mi intención u.u jajajja el cap pasado, se pasó un poco. Pero ya, este fue mucho mas suave jeje no quiero causarle traumas a nadie jajjaja <3 REVOLVER lo amo, me encanta, y ringo y su salsa no lo encontré nunca :c pero bueno, me lo imaginé y fue épico. Un beso y muchas gracias por comentar <3 

Juanito: y tú? quién te invitó al baile? te invitas solito, porque yo te dejo <3 gracias por leer, y soportar mis berrinches. "leeme amor, escribí, mira" jajjaajaj te amo <3  

Dani: Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! jajaja Amelie salió mucho porque, They say it's your birthday tutututu we're gonna have a good time tutututut i'm glad it's your birthday tututut happy birthday to you. viste que soy linda? JE T'AIME <3 

Cami: Hola Cami! me pasé por tu fic, muy lindo :3 gracias por comentar <3 

Victoria: Chilena! jaja que cargante soy, gracias por comentar <3 y ya lo sigo sin dificultades jeje saluditos :3

Quiero mostrarles algo :$ 


Corrí por toda la ciudad por ellas, no se imaginan. Pero ya están en mis manos y nadie me las arrebata.