Hice algunas cosas en la página, digamos que la "amononé", ojala les guste <3 encontraba que estaba como aburrido, pocos colores, estuve un buen rato jugando con las herramientas y este fue el resultado. xd
Generalmente estos personajes andan al rededor de cosas alucinógenas o algo por el estilo, por eso tanta cosa de ese tipo :3 Además que soy una amante de la época Beatle Psicodelica, y quiero ir mostrando eso de a poco en la historia, esa etapa tan linda. El cap es algo cortito, es que hoy será algo particularmente John/Sadie, no podía poner mas por que se perdería la idea. Si les gusta prometo subir, tengo escritas varias cosas mas <3 las quiero y gracias como siempre! <3 son un amor!
9
Mi cabello lucía
desordenado. Los trazos mas largos estaban enredados
asquerosamente, siempre odié peinarme, mamá se ocupaba de aquello. No
quedaba mucho para que amaneciera y yo yacía en mi habitación, oscura y
sombría. La luz que proyectaba el ventanal tenía un maldito toque
melancólico. Empecé a experimentar la nostalgia, a recordar olvidos y a sentir
energías ya inertes. Suelo ser muy susceptible todo el tiempo. Maldita sea,
aquí vamos de nuevo.
Siempre supe que el amor es para estúpidos,
y solo los débiles se enamoran. Yo jamás caería en esa estupidez, en ese mundo de
cursilerías ridículas, una chica como yo no cabía
en ese lugar, era muy gruesa para ese puesto.
Unos horribles cuadros colgaban
al fondo de la habitación, retratos de personas, que disgusto…
quería hierba, necesitaba un poco para relajarme. Abrí
una botella de vodka canadiense que mantenía en mi armario y bebí
de esta. Dulce ardor… algún día moriría de cirrosis seguramente. Entonces me harté de parecer una borracha devastada, y decidí no seguir con eso. Me
vestí, puse mis braseros en su lugar, una falda holgada y algo
corta. Con el abrigo de McCartney encima salí a la calle. Olía
increíblemente bien igual que él, con todo ese dinero debe comprar un elixir.
Un grupo de Mods borrachos encima
de sus lujosos scooters discutían en una esquina. Alcancé
a escuchar algo de un pedido que no entregaron, y la policía
llegaría luego por ellos. Estúpidos.
El amanecer en una ciudad de este
estilo era una especie de bohemia exquisita, la bella
ciudad del amor… que ridículo. Entonces, en medio de mi apreciación
sobre París, un joven, perteneciente a los Mods se acerca a mí
hablando unas palabras en su dialecto que no entendí.
Al principio lo ignoré,
pero al parecer era importante, pues insistía.
-No hablo francés,
lo siento- El hombre comenzaba a ponerme nerviosa, pues me miraba insistente.
Señalaba una bolsa, luego con el dedo indicaba una calle próxima…
¿luego
conducía? Que rayos, con esas mímicas no entendería nunca.
Cabe decir que terminé
con la bolsa en las manos, la cual aventó encima de mí, mientras
corría hacia la calle nombrada. Dos autos policiales doblaron en
aquella dirección atrás del joven Mod.
Al principio solo solté
la bolsa cayendo esta al piso. Luego pensé… si la policía lo buscaba,
debía ser algo alucinante.
No suelo tomar la droga de los
demás, Nueva York de pequeña me enseñó que era de mala educación,
así que digamos que hice un pequeño préstamo. Caminé unas cuadras
más
para no ser descubierta, y me escondí en uno de los tantos puentes de la
ciudad. Abrí la bolsa como un niño quien no quiere ser descubierto con
dulces. ¡Anfetaminas!
Tenía una mina de oro en mis manos. Otra de
las cosas que me enseñó Nueva York, es que esas cosas ayudaban
a gente como yo significativamente. La última vez alcancé tres días
sin ingerir una sola caloría. Esos Mods sabían sobre la
vida.
Muchos recuerdos vinieron a mí
al consumir la pequeña piedrecilla. Imágenes de Nueva
York, días completos sin dormir, noches que parecían
días.
¿Qué
ocurría con mis amigos por allá? Seguramente yacían en el
apartamento de algún desconocido bebiendo hasta borrarse.
Extrañaba un poco mi vida, los lujos estaban bien, McCartney estaba
bien… pero a quién engaño, yo no sirvo para estas ridiculeces.
La gente bonita debería estar al lado de hombres como él.
Mi pulso comenzó
a acelerarse, mis manos a sudar un poco, me sentía fuerte. Caminé y caminé
a dios sabe dónde. En mi soledad me encuentro a mí misma. El
viento golpeaba mi cara, cortándola en finos fragmentos.
El sol sobre mis ojos, los días
junto a mis padres, ambos felices. Desayunos en la cama por la mañana
en los domingos, olor a tostadas, tocino.
El infeliz se marchó
un día viernes. Nueva Jersey era frío
antes de navidad, así que salió a buscar leña para la
chimenea. Cuando se fue nos dejó a mí a mi madre sin nada entre las manos,
sin ninguna explicación ni pretextos. La pobre se marchó
también, no quería un mundo cruel al lado de una joven de
dieciocho años… tendría muchas responsabilidades. Se ahorcó
en el patio de atrás por la mañana. ¿Irónico
no? Siempre pensé que yo me iría primero de este mundo.
No la vi alimentarse bien en años.
Me convenció de que papá nos había dejado por su peso, por su apariencia,
y buscó una mujer joven.
Antes que se fuera, le prometí
que dejaría de comer hasta lucir en los huesos, y sería
hermosa solo por ella… no fui muy convincente.
Cabe mencionar que traté
también con decirle cuanto la amaba, cada día busqué
alguna forma de retenerla, pero no fui lo suficientemente importante después
de todo. La locura se apoderó de su cabeza, su alma.
Cuando estás sola,
aprendes muchas cosas. Por ejemplo que la gente miente la mayoría
de las veces, también aprendí que nada es duradero. La gente va y
viene, siempre estamos solos.
Yo estaba sola, en una calle de
París… y me había perdido. Me acomodé
en el borde de una acera y prendí un cigarrillo, si la vida te da limones
has limonada, estaba saliendo adelante por una vez en mi vida. Debía
sentar cabeza y luego.
-0-
En el respaldo de mí
cama apoyaba mis brazos. El aire fresco de la mañana entraba por la ventana, el sol a
medio trabajar me parece tan digno, puro. A veces no era suficiente una escena
simple para calmar los dolores matutinos, los pensamientos rebuscados entre la
basura.
“Mimi, ¿Cómo estará?” Me pregunté. Ayer iba a
llamarla pero el trabajo –como siempre- no me dejó.
¿Cómo
estará Julia?
Algunas veces me preguntaba si la
trataban bien allá arriba. Si le dan su té justo a las cinco como solía
beberlo, o si es que juega cartas con los demás. Nunca una mujer había
dejado un vacío en mí quien no fuese Julia. La necesitaba
algunas veces, por las noches… cuando no podía dormir.
También la
necesitaba en el escenario, cuando las bestias venían hacia mí,
acechando. La necesité toda una vida, para que luego me la
arrancaran.
Estaba solo, todos lo estábamos.
Nadie podría cambiar eso, una coraza me abrazaba fuerte, indestructible.
Un dolor profundo retumbó en mi pecho… me prometí
no llorar, prometiste no llorar Lennon.
Cuando estos pensamientos venían
a mí de repente, me preguntaba si el amor era una especie de
curación. Si quizás mediante el amor, podría
salvar lo poco y nada que quedaba de mí, antes de convertirme en una roca sin
emociones.
“¿Qué
estará haciendo Sadie en este momento?”. Me levanté de la cama,
me vestí con la ropa de la noche anterior y salí hacia su
habitación. Golpee la puerta una, dos y tres veces. También
llamé por su nombre. Nadie abrió.
Me senté
afuera de esta apoyando mi cabeza hacia atrás. ¿Quién era Sadie realmente?
-0-
Un cosquilleo molestaba mi
mejilla levemente. Aún con los ojos cerrados me pregunté
qué es lo que era. Un mosquito revoloteaba mi cara y
mi cabello. No vivió para contarlo.
El
pasto verde acariciaba mis brazos y piernas, recostada en este lugar parecía
una indigente, al parecer en París no se acostumbraba a esto, menos de una
señorita. No tenía ni puta idea de donde estaba.
El
efecto post-anfetamina me había agotado. Seguramente de esa forma llegué hasta
este lugar, estupendo.
Mis ojos se cruzaron fugazmente con
un hombre de ropas haraposas, su
cabello lucia aplastado, tal como el pelaje de un perro mojado. Se acercó a mí
mientras me ponía de pie dificultosa.
Me lanzó unos insultos supuse, como
ya mencioné el francés no se
me da. Me echó de el lugar haciendo gestos con las manos. Un poco asustada me
salí rápidamente del pasto.
-¡Qué le pasa! Ya está, ya me voy,
seguramente esto le pertenece...- Difícilmente me
entendió.
-¿La están molestando Madame?- Un
típico policía francés se acercaba. ¿Me hablaba a mí? Indiqué mi pecho con mi
dedo índice con cara de tonta.
-Oh, no, no se preocupe... Solo
defendía su terreno al parecer- Sonreí para parecer tranquila. Arreglé mi
abrigo, y como si una maldición cayera a mí, la bolsa en el piso. Lo peor aún
no acaba, el contenido se había desparramado por el suelo. ¡Maldición!
-¿Necesita ayuda, toma algún
medicamento?- Se acercó con afán de recoger los caramelos. Un escalofrío
recorrió mi espalda. "Ahora si la he jodido".
-No, no se preocupe yo...- Ya era
demasiado tarde, me habían descubierto -Puedo explicarlo, vea yo sufro de una
enfermedad y necesito...-
En un par de minutos me encontraba en
la comisaría más central de París. A pesar de todo sonreía, es que afuera el
sol brillaba de una manera deslumbrante, y los inviernos soleados eran una
debilidad de donde vengo.
Unos muebles viejos, una luz tenue,
todo lucía viejo y empolvado. Dos orangutanes se
encontraban a mi lado, en un tiempo mas tendría que dar declaraciones y todo el
maldito y aburrido asunto.
-¿Puedo llamar a alguien?-
-¿Pardon?- Respondió el comisario,
con voz arrogante.
-Hacer una llamada- Hice una mímica -¡Maldición! ocupar el teléfono, que si
puedo ocupar el teléfono...-
-Solo tiene una llamada- Me llevaron
hasta el teléfono, era de color negro brillante. ¿A quién puedo llamar? Paul me
matará...
-Hola, habla Alice Murray, estoy en
la habitación 607, ¿podría comunicarme con la 609, por favor?- Una voz femenina
me contestó del otro lado.
-Claro señorita, verificaremos su
estadía y la comunicaremos de inmediato- Esperé unos segundos. Le dirigí un
guiño al policía, esperando que quebrara un poco su expresión. Fue en vano,
franceses amargados.
-¿Hola, Alice?- Sonó una voz conocida
a través del auricular.
-¡Ringo!, ¿está John por ahí?-
-Está en el baño...- Se escucharon
unas risas por detrás.
-¿Quién rayos me molesta ahora?
¿Aló?-
-¿Lennon? John, me metí en un asunto
algo complicado...-
-¿Qué? ¿Sadie eres tú?-
- Sí, imbécil. Escúchame, estoy en la
comisaría central de París, no tengo ni puta idea de donde queda, no te puedo
dar mas indicaciones, Mark sabrá hacer su trabajo-
-¿Qué? Espera, ¿y la palabra mágica?-
-Por favor, ayúdame- Dije casi en un
susurro. Me cargaba pedir cosas a las personas. Suelo ser muy orgullosa. Pero
estos eran casos mayores.
-Está bien. ¿Por qué no llamaste a tu
novio mejor? Me está mirando con cara de estúpido en este momento...-
-¡No le digas nada a Paul, se
enojará!-
-¡Lo ves! Hasta tú lo aceptas
ahora...-
-Eres malditamente inmaduro, solo ven
y rápido- Colgué antes de que se me agotara la paciencia. Sé que es un poco
desatinado, pero hice el intento por que me dieran una píldora, para
¿relajarme? Como sea. No lo hicieron y pensaron que tenía algún grado de adicción.
Nada podía ir peor. El tiempo transcurría lento en ese lugar.
-Nos vamos- Llegó el Sr. Lennon con
sus famosos anteojos y una boina en su cabello, su flequillo perfecto. Suspiré
para mis adentros al verlo.
-¿Qué, no dijeron nada más?- Me
levanté del polvoriento asiento.
-Escucha, si no mueves tu trasero
fuera de aquí en dos segundos puede que
se arrepientan, y no quiero pensar que gasté mal mi dinero esta mañana-
Asentí rápidamente y caminamos hacia
la salida. Volví a guiñarle el ojo al policía, quién ahora me sonrió. El dinero
mueve al mundo señores.
Lennon se acercó a un clásico de
motocicleta. Me aventó un casco, apoyando su cuerpo en el asiento de esta.
Conocía esa expresión.
-¿Acaso nunca has visto una, o ahora
dirás que te asusta Sadie?- Le devolví esa coqueta sonrisa y tomé asiento en el
puesto delantero.
-Haremos las cosas a mi modo Johnny,
tú serás la nena hoy- Hizo un gesto de aceptación y se sentó detrás mío. Pasó
sus brazos por mis caderas, abrazándome. Sentirlo tan cerca, era, inexplicable. Cabe decir que tenía cierta experiencia en motocicletas, era una amante de ellas.
-Si vamos a hacerlo, debe ser como en
las películas ¿no?- Lo miré hacía atrás. Tenía su cabeza apoyada en mi hombro.
Reímos cómplices.
El sol brillaba en nuestras jóvenes
cabezas, una música inaudible rondaba en mí. Dicen que cuando eres realmente
feliz, sientes mariposas en el pecho. ¿Por qué las sentía en el estomago
también?
El cielo azul era complementario. Los
secretos de París se enfrentaban a nosotros. Nos detuvimos en un semáforo.
-Sadie, ¿adonde me llevas?-
-A ninguna parte John, a ninguna
parte- Aceleré el motor. John se aferró un poco mas a mí. Cuando eres libre,
sientes que tu alma se llena de buenos sentimientos.
Volábamos en una especie de manta, cuando logras sentir que tu espíritu habla
por si solo, y que tus células brincan en lo profundo. Su sonrisa se
traspasaba a través de mi cráneo, su energía era aflorante.
La velocidad lograba que la sensación
de adrenalina se hiciera presente. Comenzamos a alejarnos de la ciudad, subimos
por una carretera adversa.
-¿Ya subimos lo suficiente, no
crees?- Me estacioné en una ladera. Hacia la orilla se lograba ver a la altura
de donde nos encontrábamos. Bajamos del vehículo.
Caminamos, sin decir ninguna palabra.
El chico se sentó sobre una roca que daba hacia el barranco.
-Hace mucho tiempo no me sentía
así...- Al decir esto prendió un cigarrillo, me ofreció uno. -Es decir, ya no
soy libre-
-Debe ser difícil...- Me senté a su
lado.
-Lo es. Aveces mandaría todo por el
drenaje Alice, todo. La fama, los beatles, el dinero, las chicas...- hizo una pausa
y rió- Las chicas.
-Esa parte no te la creo- Devolví su
sonrisa.
-¿Por qué no Sadie, acaso soy muy
guapo para dejarlo?- me echó su típica mirada- Es cierto, el sexo esta bien
pero... Aveces uno necesita más que eso-
-¿Me estás diciendo que quieres enamorarte?-
-¿Por qué no? Seríamos una linda
familia- Reí ante su comentario.
-Claro, nuestros hijos serían unos
enfermos mentales...-
-Que chistosa, habla por ti... Tu no me has encontrado en el baño desperdiciando el
desayuno...- Mi expresión cambió a seria, tocó un punto que no debió. -Creo que, fue desatinado, perdón-
-No te preocupes, ya me estoy
acostumbrando a ti-
Un silencio inundo nuestras bocas.
-Eres muy bella Alice, no entiendo,
de verdad-
-Es mejor así, no me gusta cuando las
personas preguntan lo que no entienden...-
-Podría entenderte. Sabes, no soy tan
imbécil como todos piensan-
-Cállate un rato Lennon- Dije riendo
y golpeando su hombro.
Nos recostamos en la roca, cada uno
hundido en sus propios pensamientos. Mi
cabeza rozaba la suya, estábamos en dirección contraria recostados.
-Sadie...- Se volteó hacia mí con su
nariz afilada -No lo hagas más, por favor-
Sonreí, me causo cierta ternura. Y
solo por el hecho de que nadie me lo había pedido explicitamente alguna vez.
Cuando nadie se preocupa de tus asuntos, se vuelve algo que puedes aceptar.
-Y tu no me llames más Sadie, es
denigrante ¿sabes? Que te recuerden todo el tiempo lo triste que eres-
-¿Eres triste en este momento?-
Negué con la cabeza sonriendo,
mirándolo de reojo.
-Sadie... ¿Te parezco un tonto?-
-Ojala que dios me perdone pero... No
John, de echo, eres muy inteligente-
-No me refería a eso, hablaba mas
bien... Uff, bien, ahora sí. ¿Te agrado?-
-Hay diferentes sentidos en los que
puedes agradarme, no te diré en cual lo haces-
-Bien... Yo tampoco- John sonrió y se
levantó de la roca.-Ya llevo mucho fuera de la jungla, espero me perdone damisela-
-No vuelvas a hablarme así en tu vida
por que vomitaré-
-¿No necesitas comer primero entonces?- Volví a golpear su
hombro, pero esta vez mas intenso. Subió esta vez en el asiento delantero y me
posicione en su trasera. -Puedes abrazarme también, no te preocupes- Yo ya
estaba amarrada a su espalda.
Estábamos apunto de
separarnos de
habitación, pero John rompió el esquema.
-Hoy día, estaré libre a la noche...- Sonaba levemente
nervioso, si no lo conociera no lo hubiese notado -¿Te gustaría ir a cenar
conmigo?
-Es que, estoy un poco enferma del estomago y...-
-Está bien, no te preocupes- Sonrió y cerró la puerta tras
su espalda. Que tonta.
¡Ya bellas! quería subir antes de ir a dormir, mañana será un laaaargo dia para mi :( pero me hace feliz leer sus comentarios, y ver que mi escape de la realidad es leído por chicas como ustedes <3 Que lindas, yo tampoco tengo un beatle favorito. Sí, acepto que estoy UN POQUITO obsesionada con Lennon, tengo un pequeño problemita :c jajajja pero The Beatles, es The Beatles, y cada uno de ellos pone un pedazo para ser la mejor banda de la historia! no? igual que ustedes de este fic, aww <3 jajajaja no, de verdad.
Gracias por leerme <3 un beso y un abrazo! y un saludito a lucy harrison que se unió hace poquito! jiji bienvenida, y a todas las demás por supuesto :3 las quiero! gracias por comentar. <3
Oye no me mandaste saludos :c jajajaja Je t' deteste :c Y TAMPOCO SALÍ YO! :c jajajaja aay que buena que te salió, yo me moría mientras leía, Lennon qliao lindo xddd SÍGUELA CSM! AHORAAAAAAAAAAAAAA! XD JE T' AIMEEEEEEEEEEEEEEEE <3
ResponderEliminarCata-belle! Ay, qué lindo capítulo igual dejaste.
ResponderEliminarPaul desgraciado hermoso McCartney. Ah, John es un amor (???) sí, sí lo es... Pero no es mi chico, so... PAAAAAAAAAUL! Jajajaja, ¿obsesión? Yo le diría amor, aunque obsesión está un poco llevado de la mano con ese sentimiento, no sé... Amor es más bonito, <3
Me encantó el capítulo, y como modificaste el blog... ¡Sube pronto! Sé que la escuela no impedirá que subas seguido.
Cuídate.
<3 besos y abrazos <3
Holaa amada Cata ^^ Lucy in the sky comentando :3
ResponderEliminarn_n Salma me va a pegar coon un pulpo amarillo pero Polma es adjksdjk jajaj me he quedado como 20min mirando la foto de la cabezera.. AMOO REVOLVER :)
Aww te diste cuenta de Taxman es una de las canciones más ajksjdks de Georgie ^^
Y si te entiendo... llamémoslo amor obsesivo?? Sii e__e ¿por qué no?
Es que Johnny boy provoca eso en lass escritoras de fics de The Beatles n_n
EL BLOG TE HA QUEDADO P-R-E-C-I-O-S-O *-* I love it <3
El capítulo como siempre fabuloso:3 y ... AHH QUÉ BIEN A TI TAMBIÉN TE GUSTA THOMAS ... hace de Paul muy bien... aunque no se parezca jajaj e.e
Bueno amada mia gracias por comentar mi fic y ... no eres la única atontadilla jajjaa me ha costado comprender como seguir tu fic xD *retraso mental everywhere xD*
Un beso y un abrazoo
Con amor (y LSD:3) Lucy in the sky :D