The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

martes, 25 de febrero de 2014

Capitulo 8 - *Got To Get You Into My Life*

Hola a todos! me demoro un poquito en subir, bueno, bastante poquito. Estoy como que escribo, termino capitulo y subo, ¿estará mal? jajaja me emociona subir <3 solo por ustedes, gracias por leer mi fic y sus comentarios que siempre me alegran <3 las quiero a todas :3 

Y el saludín especial de hoy es para el mismísimo George Harrison. Hoy día hace setenta y un años nació un héroe de la música, quién junto a sus compañeros cambió la historia de esta y le dio un nuevo rumbo a las siguientes generaciones. Te recordaremos por siempre Harrison <3 Eres leyenda George! 



PD: Cabe mencionar también que eres uno de los hombres más guapos que ha posado sus pies sobre esta tierra. Es cosa de ver esta foto.

Ahora sí, sin más preámbulo, el capitulo. xd


8




La chica rubia, quién lucía pobremente un look inspirado en mi hermosa y afrodisíaca musa Brigitte Bardot, seguía sonriéndome como inepta, ya llevaba más de una hora con ella. Demasiado agotador para mí.
 
-No puedo creer que esté con John Lennon. – Dijo abriendo su boca en una sonrisa plástica y desaliñada.
Mi cara se deformó. Eso me había asustado, es decir, estaba acostumbrado a escuchar eso, pero ella era…rara.
Miré a mí alrededor tratando de distraer la vista, había millones de chicas con las que podría estar en este mismo momento.
No, esperen, ¿Por qué mierda pensaba en Sadie ahora? Cuando tengo a una chica hermosa…casi hermosa a mi lado.

-Ahm, chica…uhm, ¿Sophie? – Pregunté, ni siquiera recuerdo su nombre, Sadie está demasiado metida en mi cabeza como para pensar en esta chica.

Sadie…Sadie, Sexy Sadie. No sé qué tendrá que llama tanto mi atención, tan fría, oscura, provocadora que no puedo evitar que mi mente se llene de suciedad cuando estoy con ella. Tan prohibida.

-Soy Sephora. – Respondió la rubia como si fuera lo más obvio del mundo.

-Claro, Sephora, era una broma. – Ella sonrió encantada ante mi “broma”. Rodé los ojos. – ¿Me esperas? Iré por un trago. – Me levanté sin ni siquiera esperar a su respuesta.
Necesitaba un respiro.

A lo lejos divisé a los demás, estaba George hablando alegremente con la chica periodista, Ringo hablando con otra chica. Sólo… no veía ni a Sadie ni a McCartney.

-¿Dónde está Paul?. – Pregunté a Ringo, no quise arruinarle la diversión a Georgie. Los ojos azules se posaron en los míos mientras él se encogía de hombros.

-Ni idea. – Respondió. No quise preguntar por Sadie, era demasiado sospechoso. – Debe estar con Alice. – ¡Eso era lo que quería oír!

Caminé hacia la barra a pedir un trago con paso firme. Saludé a unas cuantas personas que fingieron conocerme, le devolví la mirada a un par de bellas francesas, y pedí un whisky a la vena.

Bebí insistente y sin pausa. El ácido llevaba a mi garganta un ardor delicioso, adormecedor. Ahogué el sentimiento que afloraba en mí sometido en alcohol. ¿Rabia?, qué más da, buscaré alguna otra entretención.

Las personas iban y venían, admirándome y hablando cosas de mí. Intentaban mantener una conversación, o simplemente un autógrafo. Incluso los más exigentes y desvergonzados pedían que cantara un trozo de algún éxito. Patrañas.

-¡John Lennon!- Grito una mujer de edad mediana acompañada de un empaquetado hombre con un bigote ridículo. –Señor Lennon, es todo un honor conocerle- Pronunció emocionada con un inglés mediocre.

-Que tal- Dije sin darle mucha importancia.

-Oh Señor Lennon, usted es la inspiración para nuestros hijos más jóvenes en nuestro hogar, y para mí también debo admitir…-Hizo una pausa para sonrojarse y reír hacia su esposo- Me preguntaba si podría cantar yesterday para mí y mi esposo, así podré contarle a mis hijos que estuve con usted…-

La miré incrédulo un segundo, ¿enserio esto debía ocurrirme a mí?
-Pero claro… ¿podría pedirle a su esposo que la toque mientras lo hago?- La cara de ambos se deformó por completo, horrorizada.-Vaya a hablar con el señor McCartney, la puede ayudar mejor… ahora lárguese de aquí- Dije sonriendo sarcásticamente.



¿Es que acaso hasta en eso el condenado me llevaba ventaja?
Cuando esto no podía ser peor, me encontré con el enemigo en plena función de ataque.
“Maldito McCartney” Sostenía la mano de la hermosa chica misterio, ella alegremente le devolvía el acto. Venían caminando de un pasillo lateral del lugar. “No puedo creer que McCartney lo haya hecho…”

¿Había conseguido a la chica Sadie?... claro mientras yo fui un completo idiota como siempre. Merezco ese golpe bajo en las costillas. Mi mirada y la de ella se cruzaron por un segundo. Mi expresión era molesta, estupefacta.


-0-

-Debo admitir algo…-Dijo George sonriendo a la alegre francesa de aspecto revolucionario.-Me encanta tu acento francés, es muy dulce- La muchacha coqueteó con la vista de vuelta y le sonrió.

-Tu acento también es interesante, no es un acento inglés cualquiera ¿verdad? Suena diferente, lindo, pero diferente-

-Somos de Liverpool chica, somos del norte, nuestro acento es especial- Expresó mi amigo con cierto orgullo en su sonrisa, o galanteo, una de dos.

Aún sostenía la mano de Alice, de textura tan suave. Al parecer nadie lo había notado hasta el momento. Me sentía como un quinceañero dando un primer paso… ¿Qué tenía esta mujer de especial? Muchas cosas.

Al final de la velada George se ofreció en llevar a Beaumont a su hogar. En cierta forma era extraño lo que me ocurría algo era molesto en la forma de actuar de Harrison. Envidia sana supongo. Amelie era una chica muy bella, y yo solía ser el Beatle guapo y galán, era la marca de Paul... De que estoy hablando, la bella Alice me había permitido besar sus labios, y yo accedí a aquello.

  

-0-


Cuando somos pequeños, nos enseñan que todos somos unísonos. Que ante un tal señor -invisible- que se encuentra en los cielos, todos poseímos la misma belleza, y somos partidarios de recibir la misma cantidad de amor y atención. Además sutilmente, agregan que somos perfectos, tal cual llegamos al mundo.

Cuando crecemos, pretenden que hagamos cuenta de absolutamente todo lo contrario... Quieren que entendamos que somos TODOS diferentes, y que la belleza del ser humano está basada en la originalidad de las personas. Nos enseñan que lo "que nos diferencia" de el ser que está al lado nuestro, es lo que nos hace únicos y bellos... Esperen, ¿eso no fue una forma de decir que a todos nos falta algo para ser perfectos?

¿Quien poseía esa belleza realmente, acaso había un patrón o algo?, para mí esa conclusión simplemente es usada para hacerte sentir mejor. Para que empieces a amarte a ti mismo tal cual como eres, sin importar si sigues o no el condenado patrón.

Estamos bastante retorcidos. ¿Por qué en el cine siempre eligen a las mujeres mas bellas?, dime, ¿por qué el cantante de moda adolescente debe ser guapo?. Somos contradictorios con nuestras tontas conclusiones.

La presión de esta sociedad tocaba mi alma en lo profundo convirtiéndome en una especie de cristal vulnerable. ¿Por qué las chicas más delgadas gustaban más, acaso no era suficiente con nacer, eso no me hacia bella, unisona y perfecta?

La constante lucha contra el espejo era agotadora. Traté de evitarlo tantas veces... Juro por dios que trate, pero el condenado patrón me ganó.

Cuando introducía los dedos en mi garganta, el dulce sabor de la satisfacción me saciaba. Una especie de diversión extraña y bastante retorcida, me introducía a un mundo de posibilidades... Un escape fácil y cobarde.

Al terminar mi ritual, inexplicablemente me sentía mejor. Lucía mas cerca de mi meta, por ende a la felicidad. ¿Los delgados y bellos eran felices? Tenia que descubrirlo.
Debía salir del baño ya, los chicos sospecharían algo extraño en mí, no quería preguntas con falsa compasión integrada, porque la verdad, ¿a quien realmente le importaba?

Me detuve por un segundo, limpiando mis manos. Al ver lo que había hecho, la rabia comenzó a consumirme una vez más. Las lagrimas insaciablemente empezaron a brotar de mis cansados ojos, ahogaba el llanto en un movimiento rápido y efectivo. Cada ves más profundo, la daga entraba y salía de mis labios, mientras la sangre llenaba el estanque, contaminándolo con mis malditas inseguridades. Bebí un poco de agua, facilitaría la expulsión.

-Sadie- Unos pasos dentro de la habitación me paralizaron por completo. -¿Alice, donde estás? Ya nos vamos-
Justo cuando calmé mi llanto a medias, John abre la puerta. Encontró a una chica con el alma desnuda, indefensa. Una joven asustada, quien yacía en el suelo apoyada sobre sus rodillas frente al estanque. Una apariencia denigrante, humillante frente al señor Lennon, quien tuvo la suerte de calzar con el susodicho patrón.

Su mirada penetrante se posó sobre mí, lo supe sin mirarlo de frente. Las lagrimas aún caían al suelo desconsoladamente, no me atrevía a mirarlo en esta situación, no de esta forma.
El joven se arrodilló en frente mío. Sin decir ninguna palabra, tomó mis manos y mi cara, limpiándome con un trapo húmedo. No me dignaba a mirarlo aún, parecía que el hecho de que me hubiesen descubierto era realmente la razón por la que lloraba... El hecho de que él lo hiciera.

Cuando levanté la vista el hombre me miraba con una expresión rígida, bastante seria. Mi llanto comenzó a cesar lentamente, mientras él solo me observaba paciente.

-Gracias John, ahora puedes irte... Diles que voy en un segundo- expresé hablando lo más neutral que pude. La expresión y la mirada de John no cambiaban en absoluto.

-Cuando te conocí...- Dijo mirándome fijamente -supe que se trataba de algo así...- carraspeó un poco su garganta -Llevabas unas pastillas para adelgazar en la mano y... Lucías delgada, y parecía que no dormías ni comías bien hace mucho, yacías en esa calle sucia luciendo irreal. Ese fue el momento en donde llamaste mi atención. Tus ojos tristones...- Volví a agachar la mirada -¿Sabes que eres irónicamente imperfecta verdad?...Maldita Sadie- Al decir esto golpeó con un puño cerrado el suelo. Me empecé a asustar un poco.

John había cambiado su tono de voz a uno enojado. - ¿y sabes lo peor de todo Sadie?- el hombre comenzó a acercarse a mí peligrosamente, su mirada penetrante y sus cejas fruncidas eran extrañamente atractivas, de aspecto duro, sus delgados y armoniosos labios fueron mordidos fuertemente por sus dientes, mientras que su afilada nariz se acercaba mas a la mía - Que eres malditamente sexy, y no se cuanto tiempo más aguantaré sin que seas mía...-

Agilmente rodeó su brazo al rededor de mi cintura, acercándome bruscamente hacia él sin dejar centímetro alguno entre nuestros cuerpos. Su respiración agitada hacía eco sobre mi débil cuello, el cual era besado con incesante pasión por el. Sentí que besaba y al mismo tiempo suavemente mordía mi piel, inevitablemente haciendo que soltara un leve gemido. Nuestros cuerpos empezaban a necesitar un poco más del otro, arqueé mi cuello incandescente para hacerle un poco mas fácil el trabajo. Mi respiración agitada arqueaba mi pecho también, presionándolo contra su cuerpo, parecía gustarle bastante.

-¿John, alice, donde están?- la voz de George resonó en la habitación afuera del baño. Me alejé inmediatamente de él. Nos levantamos del piso rápidamente y me apoyé en el lavabo, fingiendo indigestión inteligentemente.-¿Alice, estás bien, que ocurre?-

-Nada George, no te preocupes, tenía un poco de indigestión eso es todo, ¿verdad John?- Respondí sonriendo al chico, entendió el mensaje indirecto y sonrió con sus malditos ojos seductores de vuelta.

-Claro Sadie... Ahora salgamos de aquí, antes que me sofoque- Dijo suspirando fuertemente y palpando sus rojas mejillas- uff, esta mujer es buenísima- bromeó sonriendo a su amigo. Golpeé su hombro fuertemente. George solo rió a lo que ocurría.



Hoy día se trabajaba. Empezaría mi debut laboral y yo haciendo estupideces desde el primer día. Debíamos ir a un estudio de fotografía en el majestuoso París. Amelie me ayudaría en todo lo que no sabia -no sabia nada- para que yo estuviese tranquila. Beaumont haría entrevistas personales de cada uno para conocer mejor a sus clientes, suponiendo que no tenía cercanía alguna con Georgie. 

Esperaba pacientemente, con unas carpetas en la mano... Supuesto material, para lucir más profesional. Mientras que la banda era peinada y maquillada. Sus peinados debían ser retocados. A pesar de que los chicos habían decidido dejar crecer su cabello unos centímetros.

-Amelie Beaumont, ¡bonjour mon chèri!- La francesa con su cabello rubio bien puesto sobre su cabeza, sonrió ante mi saludo. Mi intento de francés era fatal.

-Alice, ¿como estás, por qué demoraron tanto? Todos estaban histéricos aquí. Los franceses somos muy puntuales, pero pensé que los ingleses no eran la exepción-

-Lo siento, he aquí una chica de Nueva York. Siempre corremos a todas partes-

-Bueno, como sea, empecemos- Amelie  me pasó material para que comenzáramos. 

Tomamos algunas fotografías primero. Diferentes ángulos de los chicos tocando.
En particular había una de Paul en la que estaba centrado en su trabajo. Lucía adorable realmente con sus lindos ojos avellana. El beso de McCartney seguía dando vueltas en mi cabeza, incesante.

Me senté un segundo mientras Amelie preparaba su entrevista. En eso se acercan los cuatro chicos a nosotras.

-Señorita Beaumont, ya puede empezar- indicó Brian. La chica asintió y observó un momento a los chicos, uno por uno.

-Muy bien, empezaremos con Ringo Starr, por favor acompáñeme...- Dijo la joven amablemente y Ringo la siguió. Entonces George vuelve a las guitarras y Paul se acerca a mí inmediatamente. John mira de reojo, con un dejo molesto.

-Te ves bellísima hoy- Besó mi mejilla- ¿Cómo estás?- 

-Bien Paul, aunque debo admitir que un poco asustada con todo esto-

-Paul, volveré con George, pienso que deberías hacerlo también- John expresó con voz autoritaria. Paul cambio su expresión coqueta por una seria.

-Ya, tienes razón... Nos vemos después- Me guiño su ojo avellana y comenzó a caminar. Entonces John quien lo seguía por atrás pasa por mi lado y susurra en mi oído.

-Aun tenemos una conversación pendiente Sadie, no te escaparas tan fácil- Su voz grave tan cerca de mi piel era peligrosa. Estúpido Lennon.


-0-


Me acomodé en el asiento en frente del escritorio. Amelie Beaumont ordenaba unos cuantos papeles hasta que empezó a hablar. Tenía una grabadora al lado de mis manos, para facilitar la entrevista supuse. La grabadora comenzó su trabajo.

-Bien, Buenos días Paul, soy Amelie Beaumont de Le Monde, gracias por venir sr. McCartney-

-Buenos días srta. Beaumont, gracias a ustedes por elegirnos-

-Bueno, comenzaremos con preguntas básicas-

Amelie comenzó a hacer su trabajo. Su expresión era bastante seria y profesional. Su cabello rubio lucía muy real, un peinado casi perfecto. Yo respondía todas sus preguntas lo mejor que podía, me agradaba esta chica, algo armonioso en su mirada.

-Bien, estamos terminando Paul- Dio un respiro profundo y susurró algo que no alcancé a escuchar- Paul, ¿Las canciones del próximo álbum serán...?- La chica dejo de hablar por un momento, cerró sus ojos y respiró profundo reiteradamente.

-Amelie, ¿estás bien?- pregunté a la joven.

-Sí... Si no te preocupes, necesito un momento eso es todo- Puso la grabadora en pausa y puso sus pies en alto sobre una silla.

-¿Qué ocurre Amelie?- Su piel estaba pálida, comencé a asustarme.

-Luego te explico Paul, por favor ve por mi bolso, allí hay unos medicamentos, también un recipiente con sal...- Al terminar de decir esto, se desvaneció en su asiento, cayendo por suerte hacia el escritorio.

¡Amelie se había desmayado! Empecé a desesperarme, ¿que debía hacer?, me paré de mi asiento y empecé a aventarle aire con mis manos, mientras sujetaba su cabeza.

-¡Ayuda! Por favor, ¡que alguien venga!-

-¿Qué ocurre Paul?- llegaron unas personas de producción junto a Alice y los chicos.

-¡Levanten sus piernas, y póngale un poco de sal en los labios!- al parecer alguien sabia del asunto, mientras yo me sentía un completo inútil, viendo a la chica desmayada.

-Paul, ¿qué rayos hiciste?- preguntó Ringo con los otros dos pares de ojos sobre mí.

-Nada, enserio... Estábamos hablando y se empezó a sentir mal y...-

-Estúpido McCartney, parece que llevas la mala suerte a las personas- Dijo Lennon divertido, mientras las personas corrían de un lado a otro.

-John, no es tiempo de mofarse, el incidente es responsabilidad nuestra, pase lo que pase...- George lucía muy preocupado, es más, lucía asustado. Intentó acercarse pero le fue imposible.

Amelie abrió los ojos lentamente, luciendo desorbitados aún. Me acerqué junto a George inmediatamente, arrodillándome en frente.

-Amelie, ¿me escuchas?- La joven sonrió dificultosa, pero sonrió en fin. Nos miramos por un segundo y luego me percaté de que había más personas al rededor, y una sensación extraña me invadió. George lucía serio. Dios... No quería que pensara que intentaba algo con su chica, después de todo parecían agradarse mutuamente y bastante. 

Beaumont sufría de una enfermedad cardíaca, más bien una condición de vida, como ella lo llamaba. Su corazón no bombeaba la suficiente sangre, por lo tanto al bajar la presión de esta, la circulación se iba hacia las piernas, causando desmayos.

George la sostuvo mientras estaba convaleciente. Sostenía su cabeza sutilmente, con un cuidado tal como el de un ladrón a su botín. Fijaba sus ojos en ella de una forma tranquilizadora que hasta a mí me contagiaba.

-Tranquila, está todo bien…- Acariciaba su cabello, mientras ella yacía en unas sillas acomodadas del estudio. Se había puesto protector hacía la pequeña francesa. La joven le devolvió la mirada, con los pies un poco más sobre la tierra, una sonrisa bellísima.

-Gracias George, creo que debemos seguir…- La interrumpí mientras intentaba sentarse.

-No, no tranquila. Luego seguiremos, creo que lo mejor es que descanses-

-Yo también pienso lo mismo… Alice debería seguir con su tarea ¿no?, podrías entrevistar a Paul, Sadie, ¿te gustaría?- Saltó el mismísimo de repente pasando un brazo por los hombros de la chica, con su típica mirada burlona hacia mí.

-Alice también descansará, John. Ahora vamos, necesitamos seguir ensayando, a este paso nos tiraran fruta podrida- Los demás hicieron caso a mi declaración y volvimos al trabajo.



-0-


-¿hola, puedo pasar?- Paul se encontraba en el marco de mi puerta, tan galán como siempre. Un exquisito aroma inundó mis sentidos cuando se acercó a mí.

-Adelante- Terminé de peinar mi cabello y me levanté de mi cómodo asiento.

-¿Cómo estás Alice, te estás divirtiendo, o ya quieres huir a Nueva York?- preguntó sonriente.

-Estoy excelente, creo que me explotan un poco en el trabajo, pero el resto es maravilloso. Nada que un buen cigarrillo no pueda aliviar- Sonreí de vuelta y prendí un largo cigarrillo elegante, el cual era digno de los años cuarenta en esta bella ciudad, recurrido por las damas de renombre, y porque no decirlo, las que llevaban una vida fácil y nocturna. ¿No sé si me explico?

-Estupendo entonces... ¿Te gustaría salir conmigo esta noche?- Que bellas habían sonado esas palabras. No me preocupé por que pensaría por mí reacción, simplemente acepté sin decir más.

Bajamos juntos el ascensor y llegamos al piso uno. Salimos del hotel por la puerta trasera por supuesto. Estaba helando en París, mi abrigo rojo cubría mi cuerpo dejándolo cálido, exceptuando mis manos, estas eran frías. Paul llevaba un largo abrigo negro, y una bufanda encantadora de color rojo, hacía juego con mi atuendo.

Si las noches en París fuesen así siempre, juro que podría quedarme aquí una vida entera, más si la compañía es grata. Cuando estábamos juntos no era necesario decir mucho, todo era justo y necesario con nuestra mirada. Su nariz pequeña estaba ruborizada por la fría noche que caía sobre nuestras cabezas.
Y en un acto instintivo, como siempre, Paul toma mi mano dulcemente.

-Alice… te quiero- Dijo en un susurro, el cual sonó tan bajo que fácilmente se perdió en la oscura noche, pero dentro de mi pecho retumbó tan fuerte que la sangre fluyó hacia mis mejillas rápidamente. Me detuve en seco, y tomé sus mejillas, redondeandolas con las yemas de mis dedos. El joven romántico sube una de sus manos hacia mis labios, los acaricia suavemente con la punta de aquellos, formando una sonrisa en mí.

Paul me hacía feliz... muy feliz, y era justo lo que necesitaba para dormir tranquila esta noche.




Y eso es todo por hoy. Alice como siempre, dejándose querer(? ... la verdad yo tampoco sé que haría en esa posición, tan cerquita de este guapo de aquí arriba ^ es para pensarlo un poco. Y con John... ay dios mio. jajajjajaja

UN ABRAZO Y MUCHOS CARIÑOS PARA TODAS <3 me gustaría saber de donde son, su beatle favorito... aunque por los comentarios ya me pude dar cuenta jiji y por sus apellidos respectivos xd no se para conocerlas mejor :3 cualquier cosa que quieran decir. jijij

Un beso y hasta prontito! yo creo que apenas termine de escribir el nueve subo xd así como voy. <3

PD: Amelie Mella, salí yo :3 te extrañareeeee :c vuelve por los conces. 




3 comentarios:

  1. ¡Cata belle! Ay, qué capitulo tan más bonito... Esperaba que por fin tu fic saliera en mi escritorio porque DE VERÁS. Jajajaja, nah, no está mal, nada mal... ¡Escribes muy bien! Me alegra leerte.

    Soy de México, y Paul no es mi Beatle favorito... De hecho, no tengo. Pero es que no sé cómo explicarlo; estoy tan fuckin' enamorada del McCartney... PERO NO ES MI BEATLE FAVORITO, sólo lo amo... Y como solista, y como siempre SIEMPRE.

    *Ya Salma* en fin, ¡Sube pronto! Ese John es muy tierno aquí, y AHHH.
    Pobre Polma, jajajajajajajajaja, VEN BEBÉ, YO TE ABRAZO.

    ¡Feliz cumpleaños de George! <3 <3

    Cuídate <3

    ResponderEliminar
  2. OHDIOHMIOH! XDDDD Hasta con enfermedáh y todo la Amelia qlia xd jajajajaj LE ADORO GAGALINA :c Volveré pronto, y ya no puedo decir que te voy a golpear :c pero te puedo putear, así que vo sube cap. rápido. 88 JE T' AIME! <3

    ResponderEliminar
  3. Ahhhh mueroo de la emocion!!! *0* oinsss que tiernoss son ;3
    ahora muero de ternura:D
    Jajaja que preciosidad de Capítulo cada día te superas mas:3
    Ahh respecto a tu pregunta... soy de España de Madrid :3 y mi beatle favorito... es una dificil elección pero claro está John es mi amor platonico y lo admiro mucho pero también Ringo... -.-" soy muy indecisa pero digo que Lennon xD jajaj
    Por supuesto gracias por leer mi fic :3
    So pleasee pública pronto querida:)
    Un beso <3
    Lucy

    ResponderEliminar