The beatles

The beatles

Cuéntame sobre la historia...

Alice vive en el país de las maravillas, sí, justamente en aquel donde ocurren cosas increíbles. ¿Qué fue lo entretenido de vivir en los 60's? ¿Fue el Rock & Roll, o el LSD? Esta es la pregunta que se realiza la protagonista, y que pretende hacernos conocer. Una chica Neoyorquina, algo problemática, tiene suerte, mucha suerte. Estuvo en el bar indicado, con las personas indicadas. Y esa misma noche conoce a quien no dejará de conocer jamás, un revolucionario enjaulado, Lennon. ¿El sarcasmo de Lennon y el ácido de Alice lograrán mezclarse algún día? Preguntemos a Sadie.

jueves, 20 de febrero de 2014

Capitulo 7 - *First Kiss & Amelie Beaumont*

Hola lindas! ojala que estén exelente todas y tengan un hermoso dia! :) les traigo un cap nuevo. Espero que mueran de ternura con Paul este dia jajaja <3 sí, se viene un cambio bastante extraño. Esa Sadie es una indecisa 77 jajajaj UN BESO GIGANTE Y SON LAS MEJORES POR LEER MI COSA INTENTO DE NOVELA! <3 

7


Eran alrededor de las nueve de la noche, el sol caía sutilmente en el horizonte, y las luces de la cuna económica de Europa destellaban en el paisaje de mi “humilde morada”. París lucía bellísimo desde mi ventana. Soy una chica poco materialista, los lujos nunca han sido un anhelo para mí y menos una necesidad, sin embargo, fue inevitable darme un “pequeño gusto”.

Me sumergí en un baño de especias y sales minerales, mientras velas aromáticas adornaban y romantizaban la escena. Mi piel en contacto con el agua caliente era completamente relajante. Debo aceptar que solo estuve unos minutos, luego decidí salir de allí, definitivamente esa parafernalia innecesaria no iba conmigo.

Paul estaría ocupadísimo durante el día, por ende Lennon también, aunque dudé que estuviese interesado en pasar tiempo conmigo. Los chicos dejaron todos los servicios en mis manos, podía usar el auto privado el cual era conducido por el caballeroso chófer Mark, los lujos del hotel, las reservas a lugares exclusivos, todo correría por cuenta de ellos.
Era abrumadora la amabilidad y cortesía. Debo decir que por más famosa y rica que fuese no invitaría a una mujer que acabo de conocer con tanto condecoro. En ese momento me pregunté si es que yo era la primera a quién invitaban a “pasear” de esta forma. Por supuesto concluí que no era la primera, y tampoco la última.

Los lujos y diamantes por supuesto no eran vistos como una simple y amable invitación para las demás personas del circulo Beatle.
Alice Murray era una pequeña Americana, la cual trabajaba con ellos en el proceso de inspiración y creación de nuevo material visual. Esta dulce chica trabajaría en la creación de la imagen principal de los álbumes futuros, además tomaría fotografías de ellos durante la gira dentro o fuera del escenario, por lo tanto debería estar cerca de ellos en todo momento.
Todo el material artístico y visual oficial que sería promovido por la empresa Beatle, sería el que esta chica produciría y por supuesto analizado, estudiado y aprobado por los miembros de la banda.
En fin, ese fue el trato al que accedí con Brian Epstein. ¿Cómo rayos pensaron que yo podría lograr hacer todas esas cosas?, me explico.
En la de escuela de artes perdí el tiempo conociendo gente idiota y consumiendo drogas ilícitas. Escapé de los suburbios en donde vivía a los dieciocho años junto a mis mejores amigos en la maldita vida. En la secundaría siempre fui un bicho raro -con amigos raros- en donde mis calificaciones jamás fueron las estimadas, ¿¡y ahora esperaban que trabajara en la imagen de la banda más exitosa de la historia hasta la fecha!? Cuando ni siquiera podía llevar bien mis propios asuntos… tenía un problema, y uno muy grande, y a mis tempranos veinte años no sabía qué hacer.
Por supuesto Paul como siempre insistió en que yo no tendría que hacer nada, que de esos asuntos siempre se encargaba junto con George, y que yo solo tendría que aportar alguna idea, o es más, si gustaba simplemente podría mirar y asentir en silencio. 




Luego de secar mi cabello del aromatizante baño que accedí, me vestí y comencé a leer como siempre. En mis manos poseía veinte poemas y una canción desesperada, poesía romántica directa a la vena a manos de mi Poetizo predilecto Pablo Neruda, un héroe literario chileno recordado por todos los tiempos.
Publicó el libro a sus tempranos diecinueve años, ¿irónico no?, algunos rockeaban en el escenario, otros hacían poesía, y otros vagaban en bares neoyorquinos, estupendo.

En ese momento suena el timbre de mi habitación. Me estremecí un poco, los chicos no se encontraban en el hotel así que era imposible que fuese alguno de ellos. ¡Oh claro!, ahora trabajo para ellos, como no se me ocurrió.

-Señorita Murray, soy el señor Epstein, tengo un comunicado- Habían dos personas paradas afuera de mi habitación. El señor Epstein -quien ahora era mi jefe- y una joven delgada, no de mucha estatura con un peinado inspirado en la bellísima Marilyn Monroe. Una melena rubia ondulada con aire francés. Saludé a ambos con una sonrisa.

-Claro, adelante- Di un mirada rápida a mi habitación la cual era un desastre, el orden no era una virtud mía- Perdón por el desorden, acabo de tomar un baño y…-

-No se preocupe señorita Murray-

-¡Oh!, simplemente Alice, por favor-



-De acuerdo, señorita Murray- Sonreí despectiva. Que hombre tan parco.

-Está bien, ¿a qué se debe la visita?- Dije soltando mi cabello de la toalla húmeda que este era sujetado, salpicaron unas cuantas gotas al suelo y a la chaqueta de la muchacha. Sí, tampoco era muy “lady”, no era mí virtud.

-Bueno, le presento a Amelie Beaumont. Ella es una prestigiosa periodista, la cual trabaja para Le Monde, una corporación francesa, son la imprenta más famosa de aquí. La señorita Beaumont fue contratada para hacer un artículo sobre The Beatles en el país, así que deberán trabajar juntas. Usted le aportará todo el material visual que obtenga de la estadía aquí, ¿qué le parece?-Dios, no podía decir que mal, me enviarían directo a Nueva York.

-Por supuesto, un gusto Amelie- La chica me miró sonriente, un poco confundida, supuse que no había entendido- ¡Bonjour! –Dije aún más sonriente, con mi pésimo acento francés, supongo que ese fue el motivo de su risa.

-Hola, el gusto es mío Señorita Murray- Respondió amablemente.

-Bien, supongo que es todo por ahora, las dejaré para que se conozcan. Cualquier asunto se dirigen a mí señoritas- Epstein salió de la habitación dejando todo en silencio.

-Señorita Murray, que bella vista tiene- Dijo con un lindo acento francés, acercándose sutilmente al majestuoso ventanal.

-Oh no por favor, nada de formalidades, mi nombre es Alice-

-Alice, me parece. Entonces llámame Amelie simplemente- Respondió sonriente.

-¿Ya conoces a los chicos? Debo aceptar que son aún más guapos en persona-
-No, la verdad es que no. Pero tuve una instancia con Paul, es el chico más desagradable del universo. Estaba trabajando en América y volteó mi bebida en mi blusa, después se desentendió, es un mal educado-

-¿Paul McCartney?, debes conocerlo, es exageradamente amable... y guapo. De hecho estoy aquí por él, nos hicimos amigos hace unas semanas- Asintió sonriente, luego agregué- ¿Estuviste en América, en qué parte?

-Estuve en Nueva York un par de días. Y una noche salí a un club cercano con unos colegas, nada especial. Y The Beatles eran el número de la noche al parecer-

-¿De verdad? – Repetí, era un poco increíble saber que habíamos estado juntas en el mismo local y ni siquiera nos habíamos topado o algo. Ella asintió mientras sonreía suavemente, creo que se dio cuenta también.

-No. – Ok, eso me había avergonzado. Amelie empezó a reír, mientras yo intentaba asimilar. – Bromeo, si estuve ahí, y por lo que veo tú también. –

-Sí. – Reí también, eso había servido para que entráramos en confianza rápidamente. Ella no lucía como el típico estereotipo de presentadora empaquetada y cuadrada. Era muy joven, quizás un par de años más arriba que yo, seguramente todo esto no lo quitaba el profesionalismo, el jefe mencionó que era muy prestigiosa. 

-Bueno compañera, ¿qué hacemos ahora, o debes esperar a alguien?-

-No, la verdad no. Paul está trabajando así que estoy libre. ¿Aquí no salen de noche, no conoces ningún sitio?- La verdadera Alice salía a flote.

-¡No faltaba más!, nos entenderemos bien al parecer- Dijo divertida -¿Conoces el lado bohemio de París?-

-Para nada, llegué ayer en la noche-

-Entonces yo te guiaré-. Dicho esto, me dirigí a mi armario. Demás está decir que era gigante, de color crema con toques rosa, demasiado femenino para mí y mis retorcidos gustos. Escogí un vestido brillante, de color azul rey ajustado a la cintura con linda caída, unos tacones dignos de admiración, no muchas se atrevían a caminar en zancos. En eso la pequeña francesa interrumpe el silencio. -¿Sabes?, tengo un solo problema… no puedo ir vestida así, ¿no tienes nada que me prestes?- Revisé su atuendo rápidamente. Vestía con un saco no muy femenino, de color beige, acompañado de una falda bastante formal.

-¡Claro!, toma lo que quieras-. La joven hurgueteó en mi armario, escogiendo unos pantalones de color negro con una blusa blanca de tela transparente. En eso algo bastante extraño ocurrió, cuando volteé la chica francesa ya no llevaba el cabello rubio y corto, en su lugar llevaba el cabello largo de un color castaño, y un detalle impresionante, el lado derecho de su cabeza estaba completamente rapado.

-Lo siento, en esta industria con el tiempo entiendes que si quieres triunfar, necesitas ciertos parámetros. Y para llegar a la cima muchas veces tienes que ocultar tu verdadera apariencia, así son los negocios chica- Dijo acomodando su cabello y desordenándolo un poco.

-Increíble- Respondí aun un poco extrañada. 

Llamé para reservar un lugar en un club cerca de La Rue Lappe, una exclusividad, auspiciada por Paul esta noche –como quería a ese chico-. Mark nos recogió y nos llevó hasta el lugar del antro. Lucía bastante elegante desde afuera.
Cuando entramos había una mujer en el escenario cantando en francés, una música bastante amena para el lugar. La gente bailaba calmadamente al compás, todas las mujeres del lugar parecían haber estado un buen tiempo dedicándole a su apariencia, pues todas lucían perfectamente arregladas. Los hombres del lugar vestían muy bien también, algunos muy guapos por lo que alcancé a ver a primera vista.

-Es un poco… demasiado tranquilo para mí- Dije acercándome a una especie de bar.
-Si quieres podemos cambiar de lugar luego- Respondió la joven –La noche aún es muy joven en Paris-. Pedimos unos tragos de vodka, bastante finos, por alguna extraña razón todo lucía así en ese lugar.

-Wow, ¿ese no es tu jefe?- Amelie me indicó una mesa que se encontraba en el sector vip del lugar asumí. Empecé a buscar entre la gente, y me encontré con un Lennon bastante ebrio. Besaba a una chica rubia bastante guapa, se veía contentísimo en su propio habitad. La mujer llevaba una apariencia completamente idéntica-pero barata y del mal gusto- a la modelo y actriz Brigitte Bardot. Era realmente lamentable, ¿Acaso no podía tener su propia identidad?
De todas formas, era el tipo de mujer que llamaba la atención y las hormonas de John.

-John Lennon es un imbécil, ya es segunda vez que lo veo jugar con una chica de esa forma…- Dije recordando la escena con Rachel.

-Bueno, es John Lennon, no creo que muchas chicas se le resistan-

-Sí, bueno… sí.- La escena en mi departamento vino a mí como un relámpago. Me dio una sensación de repulsión.

En ese momento traté de apartar la vista lo más que pude, no quería toparme de nuevo con esa escena tan desagradable. ¿Estarían los demás allí?
Y justo cuando dejé de esconderme alguien golpea mi hombro sutilmente. “por favor no… que no sean ellos”.

-¡Sadie!, con que escondiéndose de tu jefe favorito, ¿no es así?- Dijo John de la mano de esa chica de autoestima preocupante. Claro que digamos que no soy nadie para hablar de autoestima.

-Hola Lennon- Respondí cortante. Mi amiga francesa se mostraba notablemente emocionada.

-¿Y a tu amiga no la presentas?- Dirigió su penetrante mirada a Amelie.

-Lennon, esta es Amelie. Trabajaremos juntas en un reportaje que harán sobre ustedes en París-

-Ah sí, ya había escuchado de una mierda así. Como sea, si te interesa, Paul está allí con los demás ineptos. Diles que no llegaré esta noche.- Dijo con expresión seria. Este hombre lograba poner mis pelos de punta, me hacía enojar de una manera impresionante. Amelie le lanzó una mirada indefinible, pero lucía molesta, muy molesta.

-Como sea entonces, que tengas una excelente noche- Respondí con una sonrisa sarcástica. Lennon se limitó a guiñarme un ojo y salir de la escena. “Imbécil, imbécil, imbécil.”

-Que chico más agradable, al parecer todos los Beatles son iguales, ¿no?- Dijo la joven divertida una vez que el monstruo se retiró.

-¿Quiénes son iguales?- Levanté la vista hacia atrás, y tal como lo imaginé, ya nos habían visto. George Harrison y Paul McCartney llegaron a hacernos compañía. La cara de Amelie creo que se deformó en ese mismo momento, ¡y bueno no la culpo en absoluto! Sus mejillas se tornaron rojas, y sus ojos se abrieron como platos.

-¿Cómo están?- Me levanté de mi asiento y los salude a ambos.-Esta es Amelie, trabajará conmigo, tenemos que hacer un reportaje de The Beatles y su estadía en Francia…-

-0-

-Señorita Beaumont, ¿verdad?- Respondí extendiendo mi mano. Esta chica, su cabello peculiar… algo parecía muy familiar en ella. ¡Nueva York, claro!
La joven asintió con la cabeza con una expresión seria. Atendiendo a mí saludo unos segundos más tarde. 
 
-Señorita Beaumont- George hizo un bufido- Paul no estás trabajando ahora, puedo llamarla Amelie, ¿verdad?-

-bien sûr Monsieur- Harrison le dirigió una mirada indescriptible. No es que fuese bastante obvio, pero yo conozco a mi mejor amigo. Al chico le interesó la joven.

-Merci, enchantée- Vi como la mirada de la chica cambiaba de un poco tímida, a una totalmente encantada ante las palabras de George. Nunca en la vida escuché hablar a Harrison en francés, pero algo hizo extremadamente encantador para que la joven lo mirara de esa manera.

-¡Muy bien!- exclamó Alice sonriente, me dirigió una mirada cómplice.-Paul… me acompañas afuera un segundo, necesito… un poco de aire- Guiñó su ojo indicándome que saliéramos de allí.

-¿Qué ocurre?- Pregunté extrañado

-McCartney, me extraña tu inocencia algunas veces. Deja que George conozca a Amelie tranquilo hombre- Sonreí y asentí. Caminamos por el club hacia algún lugar más aireado. Un pasillo largo y oscuro se nos cruzó por enfrente. Me detuve un momento a observar lo que había, solamente por inocente curiosidad.

-¿Quieres entrar ahí Paulie, que pretendes de mí?- La joven me miró divertida.
-Nada, solo observaba… me causa cierta curiosidad que hay al final-
-No lo sé, pero supongo que eres tan miedoso como una pequeña, que no te da el valor de entrar allí ¿verdad?- Me miró con cierto desafío.
-Alice pequeña, yo no temo a absolutamente nada, es más, si quieres puedo entrar ahora mismo a ese lugar…- Seguí un poco su juego.
-¿Ah sí?, te digo la verdad Paul… no te creo capaz, tu cara de bebe me dice absolutamente todo lo contrario- Esta chica me estaba desafiando ¿no?
-Claro que entraré, pero con una condición, tú también debes hacer algo por mí-
-Querido, Alice Murray no tiene tabúes ni miedos a nada ni nadie- Levantó una ceja en forma desafiante.
-Bueno…-Pensé y analicé la situación por un segundo- Si yo entro a ese lugar, y llego hasta al final, tu deberás besarme, si yo no llego hasta el final, quedarás libre de pecado…- La muchacha se sorprendió un poco, miró hacia el suelo con una expresión burlona y concluyó.
-Ay Paulie, Paulie… está bien, si tu llegas al final, vuelves, y si no hay peligro me llevas allí, yo te besaré… si no llegas al final, y algo te ocurre, entonces nada pasará-

Me sorprendió un poco, era mi propio juego y accedió a jugar. Me estremecí por un momento, Alice era una chica muy guapa, y besarla es algo que siempre había imaginado desde que la conocí, sin embargo algo en ella me hacía no querer desperdiciarla y besarla así sin más, ella tenía significado.
Puse mi mejor cara, levanté bien mis hombros, eché una mirada divertida hacia atrás en donde me esperaba la chica, y comencé a caminar. Olía bastante mal en ese lugar, y no podía ver absolutamente nada. “Eres el idiota más grande del mundo, ¿por qué no solo besarla y ya?”
Mis pies chocaron con algo consistente, no pude evitar pegar un salto. Me agaché un poco para ver de qué se trataba. Mis manos tocaron el piso y me percaté de que esta era una escalera. “estupendo”, subí con dificultad las escaleras, y al final de estas había un portón que daba afuera. Intenté abrirlo,  y para mi buena suerte si era posible. Bajé nuevamente y llegué a donde me esperaba la joven.

-¿y qué tal, que hay al final? No me digas que perdí Paul…-
-Eso parece- Dije sonriente, con aire triunfante. Tomé de su mano y empezamos a caminar por el oscuro pasadizo. En uno de los escalones Alice se torció un pie gracias a sus inmensos tacones, todas formas lucía atractiva en ellos.
-Espera, me duele mucho…- Dijo la chica quejándose. Entonces en un acto ágil la tomé entre mis brazos, a lo cual ella trató de defenderse sin lograrlo, solamente siguió mi juego entre risotadas y gritos. Cualquiera que escuchase desde lejos pensaría otra cosa.

-Ya llegamos- La baje suavemente, y abrí el portón. Un lindo balcón en medio de la ciudad del amor.

Cuando llegamos al lugar, quedamos prácticamente sin habla. La vista panorámica de Paris era pontificia desde ese lugar, el cielo guardaba tantas cosas en ese momento. Las pocas estrellas divisibles constelaban y hacían una atmósfera profunda, embellecían en todo sentido mi mirar y el de ella.  

No era necesario decir nada en ese momento. Su suave mano encontrada con la mía, en una función bastante instintiva, expresaba más que cualquier poesía o cantico barato que pudiese dedicarle en esa escena. Los matices que transmitía mi mirada eran bastante profundos, iban mucho más allá de lo ordinario, de lo banal. Sostuve su mano el tiempo suficiente para que ella se diera cuenta de que lo que ocurriría en un futuro instante, no era un simple juego…entonces, cuando entendí que fue suficiente, me volví hacia ella.

Su pupila destello sutilmente al momento que la observé. Cada detalle en su bella, pero peligrosa expresión me gustaba. Sus labios dibujando una sonrisa no formada, expresada únicamente por su mirada hiso que me estremeciera. En esa misma posición acerqué mí frente a la suya, para poder verla más de cerca, y poder recordar el momento ilógico pero fascinante que se lograba concretar, de una forma más duradera. Junté mis labios con los de ella delicadamente, pero a la vez rígida. Quería sentir cada fragmento de sus labios. Sus frágiles brazos se enredaron en mi cuello armoniosamente, sin dejar de responder a mi acto. Entonces enrede mis brazos en su cintura acercándola unos milímetros más hacia mí. Sus pies en punta se sentían tan dulces, tan inocentes… Su respiración aumentaba al ritmo de lo que provocaban mis labios, y entonces lo comparé con las caricias que hacía al entrelazar sus finos dedos en mi cabello. Mi respiración agitada hacía armonía con la de ella, podía sentir el tibio sabor de sus labios.

Desperté de esa especie de “trance”, me encontré con Alice aún entre mis brazos. Sonreí expresando todo en mi mirada, concentrada completamente en ella. Era fascinante mente hermosa.  Me inundo una especie de pudor, desgraciadamente, y me limité a volver a su mano simplemente.



Nos miramos por unos segundos, quizás minutos. La joven sonrió y besó mi mejilla, luego caminó un par de pasos y entendí que era tiempo de salir de allí. Estiró su mano hacia la mía y nos encontramos. Volvimos al mundo real. 




Eso es todo por hoy pequeñas! besos y abrazos para todas :3 Les prometo un John bastante más sarcastico y oscuro!, se vienen hartas cosas aún así que no dejen de leer :3 Sadie sufrirá mucho chicas :c jajaja yaya me callo.

Y también les prometo el Paul McCartney más enamoradizo que hayan leído.

Daniela Amelie Beaumont Mella Alvarado he aquí tu triunfante entrada <3 salí yo? :3 jajajjja ridicula te adoro <3

Salma Belle! querida gracias por leer y comentar como siempre :3 sí, de echo yo también prefiero a ese John más rudito, es mas sexy(? , por eso mismo se vienen hartas cosas de ese rebelde hermoso. Y Paulie seguirá tan bello como es, naturalmente. Un Beso también para tí!

Liz Lennon! gracias por leer querida! :3 que bueno que te haya gustado el cap anterior. Me reí mucho con tu comentario :') jajajaj Alice calienta la sopa y luego no se la come, ok eso fue mas vulgar xd un beso! :3 y ojala te haya gustado el cap también.

Lucy Lennon! gracias por tus lindos comentarios querida! :3 espero que te haya gustado el capitulo, igual que a Salmabelle le prometí un John así, te lo prometo a ti <3 jajaja un beso y saluditos!:3 y gracias por decir que escribo genial woooow! 

Espero subir pronto, ahora tengo un celu bonito y puedo escribir en donde me venga la inspiración! así que soy muy muy feliz :$ jajajaj en fin, me emociono con las postdatas. 

GRACIAS A TODAS <3




4 comentarios:

  1. WUAAAAAJAJAJAJJAJAJAJ Me enamoré de mi misma :c soy tan sensual, y George me amaaaaaaaa <3 jajajaja, *o* Yo igual le adoro mon amour, SÍGUELA :c 8===D

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  2. Paul naturalmente hermoso, y tierno, y romántico, y sexy, Y PERFECTO.
    ¡¿POR QUÉ, CATA?! ¡¿POR QUÉ ME HACES SUFRIR ASÍ?! Sabes qué, lo amo muchísimo y leer su ternura es tan... Ufff.

    Sí, así John es como ... HMMMMMMMMM, jajajajajaja, ya me entiendes (???) Y no agradezcas el comentario, de verdad es un gusto.

    ¡Cata-belle, me gusta como escribes! <3 así que, sube pronto AH AH (?)
    Cuídate muchote.
    <3 besos y abrazos <3

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  3. Si si si!!! Mi Johnny sarcástico y sátiro VOLVIÓ !!! :D amoo a es John... es muy natural!! :3 ademas yo creo que todos tenemos un Johnny interior:3
    Ainss... paul...adjkjdcsd sin palabras:") precioso
    No agradezcas los comentarios que alaban tu increible manera de escribir:3 eres una gran escritora

    Bueno queridaa un saludo
    Besos y abrazos <3 <3.
    Lucy
    p.s please publica pronto sin tu fic no vivo!! D:

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  4. Asdgf lo volvi amar, esas actitudes de ambos siendo tan diferentes los hacen irresistibles: paul tan tierno y john tan rudo y sarcastico, alice terminara volviendose loca jaja.
    Jajaja naa no importa lo vulgar es que es la verdad :P y pues quien no qusiera comerse esa sopa *-* xD
    saludos y abrazos n.n publica pronto n.n

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